Buena cantera

El recital de Ofelia Sala supuso un brillante comienzo para el ciclo de voces valencianas que desarrolla el Palau de les Arts. L¨¢stima que la escasa publicidad de las actividades programadas en el Aula Magistral (la m¨¢s peque?a de las dos salas que actualmente est¨¢n en funcionamiento) dificulte la afluencia del p¨²blico. A¨²n as¨ª, esta vez, se ocup¨® m¨¢s de la mitad del aforo y los oyentes expresaron con claridad su entusiasmo ante la soprano valenciana y su acompa?ante vien¨¦s. El recital no busc¨®, en ning¨²n momento, la l¨ªnea del aplauso f¨¢cil, sino que se ci?¨® con exclusividad a uno de los g¨¦neros m¨¢s dif¨ªciles de asumir para un cantante mediterr¨¢neo: el Lied. Tal como se?ala Marcel Duchamp, en este campo es important¨ªsima la especial configuraci¨®n de la lengua y la sensibilidad alemana. Se produce aqu¨ª, adem¨¢s, la ambivalencia entre la expresi¨®n confidencial de la intimidad y el hecho de ser, a la vez, un "drama musical de bolsillo". Amablemente envuelto, eso s¨ª, y sobre todo en el caso de Schubert, por una apariencia de sencillez que puede llevar a los int¨¦rpretes a enfocarlo err¨®neamente, como si se tratara de una simple canci¨®n o -en el extremo opuesto- de un aria de ¨®pera. Hace poco hemos tenido, en el propio Palau de les Arts, ejemplos de esto ¨²ltimo.

No fue as¨ª en el caso de Ofelia Sala, tan consciente de la complejidad de su cometido, que, a veces, se echaba en falta un punto m¨¢s de naturalidad. Naturalidad que, indudablemente, s¨®lo con los a?os puede conseguirse cuando se plantean las metas que ella puso en escena (reguladores impecables, atenci¨®n extrema al texto, riqueza de matices din¨¢micos, asunci¨®n de la intimidad del mensaje, medias voces, canto a flor de labio cuando conviene, etc.). Es muy dif¨ªcil, encima, conseguir que no se note el esfuerzo. Su instrumento, bien timbrado en el registro medio y el grave, s¨®lo perdi¨® homogeneidad en alg¨²n agudo forte, y en el m¨¢s desgarrado de los Lieder de Brahms (Verzagen). Su estupenda actuaci¨®n cont¨®, adem¨¢s, con la inestimable ayuda de Helmut Deutsch, que supo darle al piano el tremendo papel que le corresponde, y que s¨®lo se mostr¨® desequilibrado en la din¨¢mica de Neue Liebe y alg¨²n momento de Es wei und r?t es doch keiner. Ante los encendidos aplausos, dos deliciosos regalos: Die Forelle (Schubert) y Wiegenlied (Brahms).

Elena de la Merced, Miquel Ramon, Sandra Fern¨¢ndez, Cristina Faus, Silvia Tro, Isabel Monar y Marina Rodr¨ªguez-Cus¨ª ser¨¢n otras voces que se oir¨¢n en este ciclo. No debe obviarse el papel que Ana Luisa Chova, como profesora de canto, ha tenido en la carrera de casi todos ellos -y de otros muchos que no aparecen en esta primera edici¨®n del ciclo-. Invertir en educaci¨®n puede producir milagros, como puede verse en esta gran eclosi¨®n de voces valencianas. Aunque, por ahora, s¨®lo se ha invertido esfuerzo, y faltar¨ªa a?adir medios materiales a la cantera.