Las remesas como factor de desarrollo
Un crecimiento esponencial.
EL DINERO que los inmigrantes que residen en Espa?a env¨ªan a sus pa¨ªses de origen no para de crecer. Seg¨²n los ¨²ltimos datos del Banco de Espa?a, en los 10 primeros meses del pasado a?o, las remesas superaron por primera vez los 5.000 millones de euros (lo que augura que llegar¨¢n a 6.000 millones en el conjunto del ejercicio), con un crecimiento superior al 34% con relaci¨®n al mismo periodo del a?o anterior. Ello significa que la salida de dinero de Espa?a, en forma de remesas, pesa ya m¨¢s de un 10% en el d¨¦ficit por cuenta corriente de nuestro pa¨ªs y representa en torno al 0,4% del PIB.
El volumen de remesas en el mundo es superior a la ayuda oficial al desarrollo y a la inversi¨®n extranjera directa dirigida a los pa¨ªses en desarrollo. Los inmigrantes son un agente econ¨®mico de primera magnitud
Este flujo de dinero privado, en el conjunto del planeta, es espectacular y a veces no se le da la relevancia que tiene. Seg¨²n datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el volumen total de remesas en el mundo durante 2005 (¨²ltimos datos disponibles de un ejercicio completo) ascendi¨® a 180.000 millones de d¨®lares (alrededor de 140.000 millones de euros), cifra superior a la representada por la ayuda oficial al desarrollo y a la inversi¨®n extranjera directa dirigida a los pa¨ªses en desarrollo. El mayor emisor de remesas en 2004 fue la UE en su conjunto, con m¨¢s de 43.000 millones de d¨®lares, seguido de Estados Unidos, con 37.700 millones. Espa?a se sit¨²a en el quinto lugar de esa clasificaci¨®n.
Por la cantidad en s¨ª misma, que es muy relevante, y por el impacto en los procesos de desarrollo de los pa¨ªses de origen, la Administraci¨®n espa?ola est¨¢ muy interesada en facilitar el flujo de remesas de inmigrantes. A ello se debe el acuerdo firmado a principios de a?o entre las secretarias de Estado de Cooperaci¨®n Internacional y de Migraciones, Leire Paj¨ªn y Consuelo Rum¨ª, con los presidentes de las patronales bancaria y de las cajas de ahorro, Miguel Mart¨ªn y Juan Ram¨®n Quint¨¢s. M¨¢s all¨¢ de la literatura, las partes se comprometen a utilizar la experiencia hist¨®rica de nuestro pa¨ªs, en este caso como receptor neto de capitales, de nuestros emigrantes en el exterior. Pocos d¨ªas despu¨¦s de esa firma, el Banco Santander ha anunciado que a partir de ahora no cobrar¨¢ comisiones a los inmigrantes-clientes por las remesas enviadas.
Hay una serie de obst¨¢culos que las remesas deben sortear para "convertirse en aut¨¦ntico motor de desarrollo", en palabras de Leire Paj¨ªn. Primero, el excesivo coste de las transferencias: un informe oficial del G-8 (grupo de los siete pa¨ªses m¨¢s ricos del mundo, m¨¢s Rusia) estima el coste medio de las remesas entre un 10% y un 15%, lo cual limita los flujos disponibles para la inversi¨®n en el pa¨ªs receptor. Seg¨²n c¨¢lculos de la Secretar¨ªa de Estado de Migraciones, la reducci¨®n de un punto porcentual en la comisi¨®n aplicada por los intermediarios financieros sobre las remesas llevar¨ªa a los pa¨ªses de destino 50 millones de euros m¨¢s al a?o. Se apela a algunas experiencias: as¨ª, EE UU consigui¨® reducir el coste de env¨ªo de sus remesas con M¨¦xico en un 56%, en parte gracias a la Ley de Transferencias Electr¨®nicas de Fondos, que obliga al desglose del coste de la remesa (tipo de cambio, referencia aplicada para calcular la desviaci¨®n, costes adicionales, etc¨¦tera). Otros obst¨¢culos son la carencia de la necesaria cobertura geogr¨¢fica de las instituciones financieras en los pa¨ªses receptores, la ausencia de la necesaria cultura bancaria, la falta de mecanismos para potenciar el impacto de las remesas en el desarrollo, etc¨¦tera.
El Gobierno enmarca este tipo de compromisos para mejorar el sistema de env¨ªo de remesas, ampliando la transparencia y la competencia del mercado (entre instituciones financieras cl¨¢sicas y las empresas remesadoras), en la llamada Iniciativa contra el Hambre y la Pobreza (IHM), suscrita a partir de 2004 por los presidentes de Brasil, Chile, Francia, Espa?a, Alemania, Argelia y Sur¨¢frica. Se trat¨® de la b¨²squeda de mecanismos innovadores de financiaci¨®n para complementar la ayuda oficial al desarrollo, y poder cumplir con los objetivos del milenio de la ONU (reducir a la mitad los niveles de pobreza en el mundo antes del a?o 2015).
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