Cazadores de tormentas
Tornados en Castelldefels, 'tormentas verdes' en Cantabria o una ins¨®lita nevada en las playas de Almer¨ªa. La meteorolog¨ªa en Espa?a va m¨¢s all¨¢ del sol y las sequ¨ªas. Cada vez m¨¢s aficionados a la caza de tormentas se dedican a perseguir momentos extra?os de tiempo severo
Aquella ma?ana, Manuel sospechaba que habr¨ªa jaleo. Eran poco m¨¢s de las doce del mediod¨ªa del 21 de febrero de 2006 cuando las im¨¢genes tomadas por sat¨¦lite que llevaba un par de horas consultando en Internet confirmaron sus presagios. La cosa empezaba a ponerse fea cerca de su despacho en una peque?a inmobiliaria de Castelldefels (Barcelona). Dos frentes tormentosos que viajaban en direcciones opuestas estaban a punto de encontrarse. Uno evolucionaba desde el noreste hacia el suroeste. El otro, en formaci¨®n sobre el mar, avanzaba desde el sur hacia el norte. La l¨ªnea de convergencia coincid¨ªa con la de la costa, y la colisi¨®n no pod¨ªa traer nada bueno. La caza hab¨ªa comenzado.
Ya pod¨ªan olvidarse de Manuel en la inmobiliaria durante aquel d¨ªa. Una hora y media m¨¢s tarde andaba en busca de un amigo y su c¨¢mara digital. A las 14.30, llegando a Hospitalet, hab¨ªa tirado m¨¢s de 200 fotos a diferentes c¨²mulos de nubes con rotaci¨®n cicl¨®nica y peque?as tubas torn¨¢dicas. El coche zumbaba por carreteras secundarias y caminos imposibles, alternando paradas intermitentes cuando el objetivo se pon¨ªa a tiro. Apenas unos segundos para bajar del veh¨ªculo, hacer una nueva foto y continuar persiguiendo a las tormentas.
En busca de la senda borrascosa alcanzaron las playas de Gav¨¤, a unos 15 kil¨®metros de Barcelona. Quedaba poco para que dieran las cinco en punto de la tarde cuando los dos frentes tormentosos se encontraron junto a la costa. Sobre la arena, los ojos y la c¨¢mara de Manuel se erig¨ªan como testigos del espect¨¢culo. "El vello se eriza. Las nubes adquieren un tono verdoso con colores el¨¦ctricos y la tierra huele a rancio, como si abrieras el armario de una casa antigua que ha estado cerrada durante a?os. Una peque?a embarcaci¨®n de recreo intenta escapar de la tempestad en alta mar. Desde la playa observo las primeras tubas. Puedo ver hasta seis. Una de ellas acaba convirti¨¦ndose en una inmensa tromba marina de m¨¢s de 500 metros de altura. Junto a ella, media hora m¨¢s tarde, aparece el arco iris. Toda la fuerza de la naturaleza se presenta ante m¨ª. La escena culmina con una monumental granizada".
Manuel Massagu¨¦ Conde, barcelon¨¦s de 42 a?os, es un cazador de tormentas. Forj¨® su afici¨®n desde muy peque?o. "Me pasaba las horas escuchando a los pescadores que cos¨ªan las redes en tierra y contaban historias de sirenas y avistamientos de trombas marinas en el Mediterr¨¢neo, entre Catalu?a y Baleares". Aprendi¨® a mirar el cielo con los pastores de las monta?as y devorando libros para encontrar alguna explicaci¨®n a la rabia de la naturaleza. Desde el verano de 2003 empez¨® a obsesionarse por perseguir los tornados que divisaba por las inmediaciones de su mas¨ªa en el macizo de El Garraf. "Para m¨ª, esta zona es algo as¨ª como el tri¨¢ngulo torn¨¢dico de la Pen¨ªnsula. Abarca la ladera monta?osa paralela a la costa que se extiende desde el delta del Llobregat hasta El Garraf", explica Manuel desde su retiro catal¨¢n. All¨ª vive con su pareja, quien, al parecer, nunca le ha reprochado las interminables horas que pasa buceando entre mapas de isobaras. La pasi¨®n tormentosa ha llegado a tanto que Manuel ha tomado hace un par de meses la decisi¨®n de abandonar definitivamente la inmobiliaria.
Y ahora es all¨ª, en su mas¨ªa de El Garraf, donde pasa la mayor parte de su tiempo. Dedicado a fotografiar la naturaleza por encargo. Y a analizar los datos proporcionados por cuatro estaciones meteorol¨®gicas que ha instalado en un per¨ªmetro de cinco hect¨¢reas. De este modo sigue cultivando su afici¨®n desmedida por la meteorolog¨ªa. "Siempre me he guiado por el instinto. Pero la tecnolog¨ªa me ayuda ahora a anticiparme a la evoluci¨®n de fen¨®menos como las trombas marinas del 21 de febrero de 2006". Convertidas, gracias a su buen olfato, en presas de caza mayor.
Mientras Manuel se afanaba en aquella captura, el equipo de la p¨¢gina web www.tiemposevero.es (SSW, en sus siglas inglesas: Spain Severe Weather) empezaba a frotarse las manos. Desde la sede en Madrid, esperaban ansiosos la llegada de sus fotograf¨ªas para publicarlas apenas un par de meses m¨¢s tarde, acompa?adas de un exhaustivo reportaje cargado de innumerables datos t¨¦cnicos y explicaciones meteorol¨®gicas sobre aquellos acontecimientos. Es as¨ª como los integrantes de este espacio dedicado a los aficionados al tiempo severo en Espa?a llevan dos a?os y medio canalizando los trofeos de una tribu que cuenta cada vez con m¨¢s cazadores repartidos por toda la Pen¨ªnsula.
El fruto de esa dedicaci¨®n se refleja en las im¨¢genes que ilustran este reportaje. As¨ª han quedado documentados desde los efectos devastadores de la tormenta tropical Delta, que asol¨® las islas Canarias a finales de 2005, hasta una ins¨®lita nevada en las playas de El Ejido (Almer¨ªa), pasando por la estremecedora aparici¨®n que Manuel Massagu¨¦ vislumbr¨® en las playas de Gav¨¤ en forma de imponentes tornados sobre el mar.
"Internet tuvo la culpa. En Meteored, otro foro de aficionados nacido a principios de los noventa, recalamos muchas personas que compart¨ªamos las mismas inquietudes ante los fen¨®menos clim¨¢ticos casi desde la cuna", explica Emilio Rey, alma m¨¢ter de SSW. Madrile?o de 41 a?os, hoy trabaja en una tienda para aficionados y profesionales de la meteorolog¨ªa. Entre anem¨®metros, pluvi¨®metros y term¨®metros. Evoca su infancia como la de un renacuajo que se escapaba de la casa familiar al norte de la capital para ver las tormentas en la calle. "En el foro empec¨¦ a descubrir que no era el ¨²nico bicho raro. Que muchos otros tambi¨¦n hac¨ªan zapping durante los telediarios de las diferentes cadenas para tragarse todos los partes meteorol¨®gicos. Y se emocionaban como yo cuando presenciaban que el ambiente empezaba a cargarse en la atm¨®sfera, la temperatura bajaba 15 grados y el cielo se desplomaba".
Con el tiempo, los miembros del foro Meteored empezaron a enviar con m¨¢s frecuencia fotograf¨ªas capturadas como testigos de inclemencias climatol¨®gicas acaecidas en el territorio nacional. Emilio decidi¨® entonces fundar con varios de sus compa?eros el 15 de junio de 2004 una p¨¢gina web dedicada exclusivamente al tiempo severo. Al estilo americano. Como el de los llamados chasers o spotters, retratados con mayor o menor fortuna en la pel¨ªcula Twister (1996). Esos perseguidores de tornados que azotan las grandes llanuras de Estados Unidos, desde Tejas hasta Dakota del Norte, con un promedio de entre 700 y 900 avistamientos al a?o y una media de 100 muertes anuales.
"En Estados Unidos llevan m¨¢s de medio siglo investigando las causas que provocan los tornados y huracanes. Y la ayuda de los spotters es muy valiosa. Todos los centros de meteorolog¨ªa se valen de los datos que recopilan in situ y ellos han conseguido profesionalizar su actividad". Francisco Mart¨ªn Le¨®n, de 52 a?os, es actualmente el jefe de servicio de T¨¦cnicas de An¨¢lisis de Previsi¨®n del Instituto Nacional de Meteorolog¨ªa (INM). "En Espa?a estamos tratando de integrar la informaci¨®n que proporcionan nuestros aficionados a la caza de tormentas. Pero todav¨ªa falta mucho. Primero necesitamos desarrollar una infraestructura potente para la recepci¨®n de datos. Como primer paso, el INM se ha asociado a la base de datos de Tiempo Severo en Europa (ESWD)".
En sus m¨¢s de 20 a?os trabajando para el INM, Mart¨ªn Le¨®n ha documentado cient¨ªficamente desde la tragedia de Biescas del 7 de agosto de 1996 hasta la reciente tormenta tropical Delta. Tambi¨¦n ha sacado tiempo para fundar la internauta Revista del Aficionado a la Meteorolog¨ªa (RAM), que pronto se publicar¨¢ en papel. Y coincide con la mayor¨ªa de expertos en desvincular el auge de avistamientos de fen¨®menos de tiempo severo en Espa?a del cambio clim¨¢tico. "Todav¨ªa no disponemos de pruebas cient¨ªficas que puedan confirmar este aspecto. Lo que s¨ª ha crecido es el n¨²mero de oteadores del tiempo, impulsados por las nuevas tecnolog¨ªas y las c¨¢maras digitales". Desde luego que cada vez son m¨¢s. Junto al equipo de SSW, la red acoge a otros grupos como el de www.cazatormentas.net o el foro de Meteoib¨¦rica.
Algunos, como Emilio Rey y Pedro Serrano, de 26 a?os y coordinador de los reportajes en SSW, llegan a recorrer hasta 1.000 kil¨®metros en busca de una tormenta. De Madrid a Bilbao, ida y vuelta en un solo d¨ªa. "Queremos dejar constancia de que el clima en Espa?a no es s¨®lo una cuesti¨®n de sol y moscas. Debemos analizar estos fen¨®menos de una forma seria y con precauci¨®n. Todav¨ªa hay muchas personas que mueren en Espa?a fulminadas por un rayo", apunta Emilio.
?l ya est¨¢ esperando, como el resto de sus compa?eros, la llegada de las primeras tormentas primaverales. Queda poco para que vuelva a abrirse la veda.
M¨¢s informaci¨®n, en www.tiemposevero.es, www.meteored.com/ram, www.inm.es.
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