Esc¨¢ndalos
Como era de temer, el PP ha aprovechado el atentado de la T-4 para montar un esc¨¢ndalo. Ya se pudo intuir que lo har¨ªa as¨ª cuando se neg¨® a sumarse a la manifestaci¨®n unitaria del pasado d¨ªa 13 (tras ver aceptada su exigencia condicional de introducir la palabra libertad), alegando como pretexto un pretendido car¨¢cter divisor que s¨®lo se deb¨ªa a su propia deserci¨®n (falacia conocida como profec¨ªa que se cumple a s¨ª misma). Pero el esc¨¢ndalo propiamente dicho se escenific¨® en el debate parlamentario del lunes pasado, cuando el jefe de la oposici¨®n le clav¨® una pu?alada por la espalda al presidente del Gobierno (tu quoque, Bruto) mientras ¨¦ste solicitaba de la asamblea una respuesta unitaria ante la reactivaci¨®n de la criminalidad terrorista.
?C¨®mo ha podido caer tan bajo un pol¨ªtico como Mariano Rajoy, que antes parec¨ªa discreto y sensato pero ahora remeda los aires de un mat¨®n medi¨¢tico? ?Hasta ese punto llega su obsesi¨®n por emular los exabruptos de su mentor Aznar, esperando merecer as¨ª la aprobaci¨®n de FJ Losantos? ?Acaso se ha hecho adicto al sadismo parlamen-tario, ensa?¨¢ndose en su viciosa carrera de linchador contumaz tras haberla iniciado (para todo hay una primera vez) con aquella injuriosa calumnia de "traidor a las v¨ªctimas" proferida desde la inmunidad? ?O es que se siente tan inseguro que apuesta toda su capacidad pol¨ªtica pendiente de demostrar al juego sucio del ventajismo medi¨¢tico?
Dejando de lado las siempre posibles explicaciones neur¨®ticas, creo que la destructiva actitud demostrada por Rajoy puede entenderse mejor de forma racional. El mortal atentado de la T-4 no s¨®lo sorprendi¨® a Batasuna y a Zapatero, frustrando todas sus expectativas, sino que tambi¨¦n ha sorprendido al PP, que hab¨ªa centrado todo su discurso en la cr¨ªtica justificada del llamado proceso de paz, ¨²nica l¨ªnea pol¨ªtica en la que coincid¨ªan en com¨²n los por otra parte enfrentados bandos que se disputan el control del partido (como se vio con la conspiraci¨®n del 11-M) y que aparecen representados por sus portavoces medi¨¢ticos: el Abc, cat¨®lico y conservador, frente a la COPE y El Mundo, nihilistas y populistas radicales (pues el verdadero liberalismo no tiene voces cre¨ªbles en el campo de la derecha espa?ola). Pero tras la bomba de Barajas, que ha puesto fin al llamado proceso de paz, el PP se ha quedado sin agenda, discurso ni narrativa, al perder su l¨ªnea argumental.
Como su ¨²nica idea-fuerza era la denuncia del Gobierno por su conducci¨®n del proceso, concluido ¨¦ste, y convertido de nuevo en lucha contra ETA, el PP se ha quedado sin discurso opositor, pues ahora deber¨ªa aceptar la autoridad indiscutida del Gobierno para liderar la pol¨ªtica antiterrorista (tal como se?ala el propio Pacto por las Libertades que reivindicaba contra el llamado proceso de paz). Pero como esto no le conviene electoralmente, porque desmovilizar¨ªa a sus bases enardecidas, el PP necesita fabricarse otro frente divisorio para subrayar su oposici¨®n frontal a este Gobierno. De ah¨ª las falacias que inventa cuando imputa a Zapatero intenciones ocultas de seguir negociando con ETA, y de ah¨ª la escandalera montada el lunes pasado en las Cortes para justificar su ileg¨ªtima decisi¨®n de proclamarse insumiso contra la autoridad del Gobierno en materia de orden p¨²blico.
Pero al hacerlo as¨ª, el PP vuelve a caer en el s¨ªndrome del complot, la conjura y la conspiraci¨®n, tal como hac¨ªa antes con la cuesti¨®n del 11M. Semejante regresi¨®n resulta completamente irracional, pues implica negarse a reconocer la verdadera realidad de los hechos objetivos para refugiarse en pueriles fantas¨ªas paranoicas. Lo cual confirma que al PP se le par¨® el reloj de la historia cuando perdi¨® el poder en aquel 14-M al que retorna compulsivamente una y otra vez. De ah¨ª que, cegado por el resentimiento y el af¨¢n de venganza, el PP haya optado por ajustarle las cuentas a Zapatero en cuanto ha tenido ocasi¨®n, que ha sido al sufrir ¨¦ste su primer atentando mortal. Y si ahora el PP monta un esc¨¢ndalo con la matanza de Barajas es para hacerle pagar a ZP el esc¨¢ndalo montado tras la matanza de Atocha.
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