Par¨®n en Galicia
El nuevo Estatuto de Galicia tendr¨¢ que esperar. Tras una larga reuni¨®n celebrada el mi¨¦rcoles pasado, el Partido Socialista, el Partido Popular y el Bloque Nacionalista Galego se han visto obligados a desistir de la reforma. La mayor¨ªa cualificada que exige la modificaci¨®n del texto en vigor impide que el Ejecutivo aut¨®nomo pueda prescindir del apoyo de la oposici¨®n, y este car¨¢cter obligatorio del consenso se ha convertido, parad¨®jicamente, en la raz¨®n ¨²ltima por la que Galicia no podr¨¢ sumarse al actual proceso de reformas estatutarias. El retraso puede ser largo porque depende de un factor pol¨ªtico como es el enfrentamiento cada vez m¨¢s radical entre socialistas y populares, sin que se vislumbre un horizonte de distensi¨®n. Pero tambi¨¦n por problemas de calendario: el Estatuto gallego deber¨¢ aguardar un nuevo turno para ser debatido en el Parlamento central, al que ir¨¢n llegando los textos de otras comunidades.
Aunque exist¨ªan algunas discrepancias en el articulado del borrador para la reforma del Estatuto, las fuerzas gallegas no han logrado que la discusi¨®n pasara siquiera del pre¨¢mbulo. En concreto, de la definici¨®n de Galicia. Los nacionalistas se mostraron dispuestos a aceptar algunas de las f¨®rmulas de compromiso avanzadas por el presidente de la comunidad, P¨¦rez Touri?o, pero el PP rechaz¨® cualquier redacci¨®n que excediera el simple reconocimiento de que en Galicia existe un sentimiento nacional. Los populares han mantenido en este caso una posici¨®n m¨¢s restrictiva que en el de Andaluc¨ªa, cuyo pre¨¢mbulo, aprobado por un consenso que, a diferencia del gallego, no era obligatorio, define a esta comunidad como una "realidad nacional". M¨¢s que un ejemplo de incoherencia pol¨ªtica, es una prueba de los excesos que provoca la crispaci¨®n: la confrontaci¨®n por la confrontaci¨®n se convierte en el principal objetivo, por encima de cualquier otro.
La respuesta del presidente gallego a la propuesta de los populares ha revelado, por su parte, la percepci¨®n que se tiene en las comunidades aut¨®nomas sobre las diversas definiciones incluidas en los pre¨¢mbulos estatutarios. Para P¨¦rez Touri?o, limitarse a constatar en el nuevo texto la existencia de un sentimiento nacional colocaba a Galicia en una situaci¨®n de desventaja frente a otras comunidades. Es decir, se sobreentiende que los debates identitarios y las consiguientes definiciones nacionales en los nuevos estatutos, lejos de ser intrascendentes cuestiones simb¨®licas, pueden servir de fundamento para reclamar un trato diferenciado en el futuro.
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