Sci-Fi retoma el inter¨¦s por lo sobrenatural con 'H¨¦roes'
El pasado mes de septiembre, H¨¦roes debut¨® en la televisi¨®n estadounidense navegando entre aguas conocidas como Expediente X, la saga cinematogr¨¢fica de X-Men y sobre todo con el ¨¦xito de Perdidos en mente. Cuatro meses m¨¢s tarde, la serie de nuevo cu?o comienza en Estados Unidos su segunda temporada con una media de 14,4 millones de espectadores, una candidatura como mejor serie dram¨¢tica en los Globos de Oro y, lo que es mejor, con nombre propio. El 1 de febrero, H¨¦roes llega al canal Sci-Fi (dial 25 de Digital + y cableoperadores) y pasar¨¢ m¨¢s tarde por los canales auton¨®micos agrupados en la FORTA.
Junto a Ugly Betty, la adaptaci¨®n estadounidense de la telenovela colombiana Yo soy Betty, la fea (que en Espa?a estrenar¨¢ Cuatro), H¨¦roes se ha convertido en la serie de la temporada. "Nunca pensamos que tendr¨ªamos tanto ¨¦xito", confiesa Masi Oka, la estrella de H¨¦roes, que en los Globos de Oro aspir¨® al premio al mejor actor de reparto por su papel de Hiro. Su personaje no es m¨¢s importante que los otros, uno m¨¢s en un reparto coral que encarna a este grupo de personas corrientes diseminadas por todo el planeta que descubren a lo largo de la trama que poseen habilidades nada normales. Por supuesto, tambi¨¦n destapan una conspiraci¨®n global que apunta hacia una gran hecatombe y que a lo largo de los episodios intentar¨¢n abortar sin saber muy bien cu¨¢l es su misi¨®n.
?Una trama un poco friki para el gran p¨²blico? Eso pensaba su creador, Tim Kring, a sus 24 a?os un veterano que cansado de matar gente de todas las formas posibles en Crossing Jordan se busc¨® una nueva forma de hacer televisi¨®n. "Pero que conste que nunca me gustaron los c¨®mics", desmiente a todo el que le acuse de haber dise?ado una serie demasiado cercana al mundo del tebeo.
Quiz¨¢ de ah¨ª que la mezcla de H¨¦roes guste a todo el mundo, porque ha sabido seleccionar los elementos que funcionan del g¨¦nero dejando a un lado los que no. Por ejemplo, los pijamitas de spandex propios de los superh¨¦roes, sus nombres extra?os o los cataclismos tel¨²ricos. En H¨¦roes, Oka es capaz de moverse en el tiempo, pero en ning¨²n momento pierde su pinta de salary-man u oficinista japon¨¦s, y su gesto para teletransportarse recuerda m¨¢s al de una persona en el cuarto de ba?o. "En eso es en lo que pienso", afirma Oka, estadounidense de nacimiento, japon¨¦s de origen y que tambi¨¦n habla espa?ol.
Claire (Hayden Panettiere) es una joven cheerleader que tiene que asumir a la vez su adolescencia y su capacidad de curarse de cualquier herida, por sangrienta que sea, en un instante. Tambi¨¦n hay un polic¨ªa que lee la mente mientras le duele constantemente la cabeza, o un pol¨ªtico literalmente de altos vuelos, una especie de Superman con corbata. Todos ellos surgen de la premisa de Kring: ?qu¨¦ pasar¨ªa si en tiempos de crisis la naturaleza se defendiera creando nuevas formas de vida?
Una pregunta abierta a muchas respuestas que por el momento su creador no ha aclarado por completo. Pero en este caso tambi¨¦n quiere evitar los errores de los que vinieron antes. "Sin Perdidos nunca hubi¨¦ramos existido. Una serie multicultural, en la que se hablan diferentes idiomas, con un reparto plural y llena de enigmas. Hubiera sido imposible", agradece Kring. "Pero en H¨¦roes queremos una serie m¨¢s ¨¢gil y sin pistas falsas", a?ade sin mirar a nadie.
A juzgar por el ¨¦xito, la f¨®rmula de Kring funciona, llevando al p¨²blico por Nueva York, Tokio o Londres sin salir de Los ?ngeles y con efectos especiales m¨¢s propios del cine que de una serie. Claro que cuando comienza su segunda temporada en Estados Unidos, H¨¦roes se enfrenta al mayor de los peligros: su propia popularidad. "Yo pensaba matar a gente a diestro y siniestro en funci¨®n de la trama", admite el creador antes de a?adir: "Pero los personajes funcionan tan bien que ahora me da no s¨¦ qu¨¦".
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