Tutor¨ªas

La televisi¨®n como tutora que corrige nuestros malos h¨¢bitos e incluso nuestro mal gusto. En No te lo pongas (People & Arts), t¨ªtulo muy imperativo, tiraron el ropero de una se?ora y una pareja de estilistas de dudoso criterio le fue probando trapos alternativos. En Cuatro, las supernannies de la dieta (Soy lo que como) tuvieron que enfrentarse con la mala costumbre, entre otras, de un ama de casa que desayunaba un bocata de panceta. Para convencerla de que comiera de otra manera proyectaron el rostro virtual que tendr¨ªa a los 60 a?os si segu¨ªa con la panceta o si se pasaba a otros manjares menos grasos. La convencieron y ganaron una ciudadana para la causa de la cultura. Ahora, ella y sus amigas, por las tardes, en lugar de ir a tomar unas pastas... van al cine. Soy lo que como denuncia falsos t¨®picos nutricionistas. Tiene de muy bueno que no da consejos para adelgazar sino para mantener la salud. Junto a la l¨®gica severidad con que combate las fritangas convendr¨ªa un poco m¨¢s de alegr¨ªa al recomendar las alternativas. El programa es totalmente compatible con los chefs que pueblan todas las cadenas. Unos ense?an a cocinar y el otro, a comer. Soy lo que como ha editado un libro. No es la primera vez que un programa de salud se acompa?a de su bibliograf¨ªa. Saber vivir (TVE), de Manuel Torreiglesias, tiene un notable ISBN.

Del fin de semana, lo m¨¢s angustioso fue el documental Campamento Jes¨²s (Canal +). El filme muestra las reuniones que unos cristianos fundamentalistas de Estados Unidos celebran con ni?os para inculcarles su doctrina, hacerlos predicadores y, tras ¨¦xtasis colectivos, que ofrezcan su vida a Jes¨²s. Las astucias para la manipulaci¨®n son interminables. El documento muestra una iglesia evang¨¦lica, verdadero estudio multimedia, donde se hacen precisos c¨¢lculos sobre el poder electoral de sus fieles. Con todo, siempre hay resquicios. Un ni?o cuya madre no le permite ver Harry Potter est¨¢ al d¨ªa porque su padre divorciado no es de la misma militancia. Es cuesti¨®n de esperar turno de visita. En el filme no hablan los padres carcamales que env¨ªan sus hijos a tales aquelarres. Un problema, ¨¦ste s¨ª, de tutor¨ªa.