"Dej¨¦ el trabajo para cuidar a mi pareja"
Jenny, una transexual, lleva m¨¢s de diez a?os exigiendo, sin ¨¦xito, la prestaci¨®n de viudedad ante los tribunales
Jenny trabajaba en un bar de copas en Palma de Mallorca cuando conoci¨® a Ram¨®n. Era 1986. Dej¨® por ¨¦l su empleo nocturno, y se fueron a vivir juntos. Jenny se convirti¨® en ama de casa y, los ¨²ltimos dos a?os de la vida de Ram¨®n, tambi¨¦n en enfermera personal. ?l ten¨ªa sida y necesitaba atenci¨®n constante. Muri¨® el 10 de junio de 1995. "La enfermedad avanz¨® muy r¨¢pido", explica Jenny. "Y ¨¦l dej¨® de trabajar pronto. Era alba?il y no ten¨ªa fuerzas. Adem¨¢s, estaba deprimido. El rechazo le afect¨® mucho".
Jenny vendi¨® su piso, y con ese dinero fueron tirando. Cuando Ram¨®n falleci¨®, se qued¨® sin nada. Ten¨ªa 39 a?os y ning¨²n estudio. "Una trabajadora social me dijo que pidiera la pensi¨®n de viudedad". Pero no se la concedieron. Jenny y Ram¨®n no estaban casados. No pod¨ªan hacerlo porque ella es transexual. A efectos legales es un hombre. Los tribunales le negaron la pensi¨®n por primera vez en 1997.
El caso lo ha dado a conocer la web carlaantonelli.com.
Despu¨¦s de aprobada la ley que permit¨ªa que los homosexuales se casaran, Jenny decidi¨® volver a intentarlo. "Me dijeron que ahora todo hab¨ªa cambiado y que hab¨ªa juzgados que estaban concediendo pensiones, as¨ª que fui a un abogado". Pero no tuvo suerte. El juez decidi¨® que, como ya la hab¨ªa pedido, el asunto era ya "cosa juzgada". En su contra jug¨® el haberlo intentado antes de tiempo. Curiosamente, el mismo juzgado ha concedido la pensi¨®n en un caso similar en el que, eso s¨ª, se trataba de la primera solicitud.
El abogado de Jenny, Jaime Rodr¨ªguez, discrepa de la sentencia, que est¨¢ recurrida. "Para que haya cosa juzgada debe tratarse de dos procedimientos en los que se discutan los mismos hechos con las mismas leyes. En este caso hay una normativa nueva, la ley que permite el matrimonio gay. Adem¨¢s, no puede ser que, si es la primera vez que pides la prestaci¨®n, te la den, y si es la segunda, no", a?ade.
Jenny, de 50 a?os, afirma que va seguir luchando. "Es una cuesti¨®n de dignidad", explica. "Dej¨¦ el trabajo para cuidar a mi pareja, y lo hice durante a?os. No me cas¨¦ porque la ley no me lo permit¨ªa. Que no me reprochen encima que entre nosotros no hab¨ªa matrimonio. Cuando Ram¨®n muri¨®, me qued¨¦ sin nada y con una hipoteca que pagar. En la calle. Y tuve que hacerme prostituta con 40 a?os porque es muy dif¨ªcil conseguir trabajo siendo transexual. Fue muy duro". A trav¨¦s de un programa de reinserci¨®n social aprendi¨® cocina y ahora trabaja en un comedor de colegio. "Estoy encantada, pero no dejo de pensar en esto. No busco nada m¨¢s que una sentencia que reconozca los derechos de todos los homosexuales y transexuales que, como yo, se quedaron solos despu¨¦s de pasar por algo tan duro como que tu pareja muera de sida".
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