"Las empresas con responsabilidad social ser¨¢n las m¨¢s competitivas"

"Quer¨ªa continuar dedic¨¢ndome a las causas en las que cre¨ªa", dice. Ha transcurrido a?o y medio desde que Ignasi Carreras dejara la direcci¨®n de la ONG Interm¨®n Oxfam y emprendiera una nueva etapa en la escuela de negocio Esade. Carreras est¨¢ al frente del Instituto de Innovaci¨®n Social creado por la escuela, un nuevo centro acad¨¦mico pionero en Europa que se dedicar¨¢ a la formaci¨®n de directivos de ONG y de empresas, por primera vez juntos, y a la investigaci¨®n y divulgaci¨®n de trabajos sobre la responsabilidad social y ¨¦tica de las empresas, sobre la gesti¨®n de las ONG y sobre la colaboraci¨®n entre ambos mundos "para superar los clich¨¦s mutuos y generar di¨¢logo entre ambos".

"Las compa?¨ªas espa?olas no podr¨¢n eludir el cambio clim¨¢tico"

Pregunta. ?Practicar la responsabilidad social y ¨¦tica es rentable?

Respuesta. La principal investigaci¨®n que queremos llevar a cabo es demostrar que integrar la responsabilidad social en la estrategia de una empresa es hacerla m¨¢s competitiva a largo plazo. Toyota est¨¢ m¨¢s avanzada que General Motors en cuestiones como el consumo energ¨¦tico de sus coches o el desarrollo de nuevos motores m¨¢s respetuosos con el medioambiente. Pues Toyota tendr¨¢ m¨¢s ventajas competitivas porque el consumidor ser¨¢ m¨¢s exigente.

P. ?Es optimista sobre los efectos de esa presi¨®n?

R. Vamos hacia una sociedad m¨¢s exigente con las ONG, que tienen mucho cr¨¦dito social pero que deben innovar, ir m¨¢s all¨¢ del carisma, aprender a medir los resultados, ser m¨¢s transparentes o hacer que la organizaci¨®n crezca. Y eso implica buscar aliados y colaborar con otros actores. Lo han hecho con la Administraci¨®n, pero no con las empresas. Y la sociedad tambi¨¦n ser¨¢ m¨¢s exigente con las empresas, que deben innovar en su modelo de negocio para incorporar la responsabilidad social como un factor central de su estrategia. Se les exigir¨¢ cada vez m¨¢s que sean respetuosas con el medio ambiente y los derechos fundamentales all¨ª donde est¨¦n. Ah¨ª est¨¢ el cambio clim¨¢tico.

P. ?Ve a las empresas espa?olas, en especial las energ¨¦ticas, concienciadas sobre el cambio clim¨¢tico?

P. Claramente deber¨¢n adaptarse al cambio clim¨¢tico, que no ser¨¢ un fen¨®meno de cuatro d¨ªas. El cambio clim¨¢tico ser¨¢ un catalizador. Les afectar¨¢ a todas. Las empresas no podr¨¢n eludirlo, como no han podido eludir la globalizaci¨®n ni podr¨¢n eludir los flujos migratorios, y tendr¨¢n que tenerlo en cuenta cuando dise?en su estrategia. Las empresas energ¨¦ticas est¨¢n empezando a cambiar, como demuestra la mentalidad de Repsol o Iberdrola. M¨¢s all¨¢ de las energ¨¦ticas, habr¨¢ que hacer un gran esfuerzo.

P. ?No hay mucho de mercadotecnia y de imagen en las empresas que publicitan pr¨¢cticas consideradas sociales?

R. Algunas ven en la responsabilidad social una moda, aunque si act¨²an en contradicci¨®n con lo que hacen se resentir¨¢n m¨¢s. Otras muchas, por ejemplo las textiles, la han concebido desde una perspectiva defensiva. Las empresas ped¨ªan a los pa¨ªses donde subcontrataba producci¨®n, en ?frica, Asia o Am¨¦rica Latina, que se cumplieran determinados c¨®digos de conducta, que no se las asociara a pr¨¢cticas como el trabajo infantil o el deterioro del medio ambiente, pero los departamentos comerciales exig¨ªan producci¨®n m¨¢s r¨¢pida y m¨¢s barata. Un tercer grupo de empresas dise?¨® desde el principio su modelo de negocio integrando la responsabilidad social. Inditex, por ejemplo, ha evolucionado mucho. Empresas que lo hacen pueden ser DKV, BP o Toyota.

P. Los empresarios pro-energ¨ªa nuclear invocan el cambio clim¨¢tico para defenderla.

R. Es una l¨¢stima que la etapa del petr¨®leo barato no se aprovechara para hacer investigaci¨®n p¨²blica y privada para buscar posibles alternativas a una energ¨ªa que podr¨ªa ser adecuada desde el punto de vista de la emisi¨®n de CO2, pero que no lo es desde el punto de vista de la seguridad.

P. ?Cerrar f¨¢bricas con beneficios, buscando aumentarlos en pa¨ªses con menores costes, es ¨¦tico?

R. La deslocalizaci¨®n ha existido siempre y Espa?a se benefici¨® de ella. En un mundo global, es l¨®gico que las empresas se instalen donde la situaci¨®n pueda serles m¨¢s favorable. Depende de c¨®mo se haga. Es traum¨¢tico para el pa¨ªs de origen, pero ¨¦ste tiene cierta ventaja para conseguir alternativas. Y puede ser traum¨¢tico o beneficioso para el pa¨ªs de destino. No vale ir a buscar normativa medioambiental m¨¢s d¨¦bil que la europea. Pero la inversi¨®n privada, que multiplica por cuatro la ayuda oficial de los pa¨ªses de la OCDE al Tercer Mundo, contribuye al desarrollo si genera empleo digno, no es corrupta ni especulativa y respeta el medio ambiente.

P. ?El Gobierno a qu¨¦ puede obligar?

R. Las empresas piden que la responsabilidad social sea algo voluntario. Pero, entre lo voluntario y lo obligatorio, los poderes p¨²blicos pueden actuar. Pueden discriminar en sus concursos p¨²blicos a algunas empresas que no se adapten, pueden obligar a que las compa?¨ªas cotizadas rindan cuentas de su informaci¨®n social y ambiental, junto a la econ¨®mica. Propongo al Gobierno que destine un 0,7% del fondo de inversi¨®n de la Seguridad Social a fondos socialmente responsables.

P. ?Han despegado en Espa?a los fondos de inversi¨®n ¨¦ticos?

R. Seg¨²n el Observatorio Anual sobre Inversi¨®n Socialmente Responsable de Esade, no. En 2005, en Espa?a creci¨® un 2,3%, cuando en Europa lo hizo un 27%. Y no es un problema de menor rentabilidad, sino de falta de conocimiento y promoci¨®n del tema.