Un libro evoca los viajes de Latour por la Andaluc¨ªa del siglo XIX

"Me llenaba de admiraci¨®n (...) todo lo que distingue al hombre del pueblo andaluz. Como es natural, la vida de aquella gente parece una fiesta continua. Se dir¨ªa que Dios los cre¨® para bailar, cantar y divertirse", escribi¨® Antoine de Latour (Saint-Isseix, 1808-Sceaux, 1881), uno de los primeros hispanistas franceses. La editorial Renacimiento ha publicado Sevilla y Andaluc¨ªa, un libro que describe el recorrido de Latour por la regi¨®n. La obra recoge parte del itinerario de los dos vol¨²menes titulados ?tudes sur l'Espagne: Seville et Andalusie, publicados en 1855. Alberto Gonz¨¢lez Troyano, profesor titular de Literatura Espa?ola de la Universidad de Sevilla, ha escrito el pr¨®logo del libro. Renacimiento ha publicado la obra en colaboraci¨®n con el Centro de Estudios Andaluces.

Latour dirigi¨® la educaci¨®n del duque de Montpensier, hijo del rey Luis Felipe. Posteriormente, se convirti¨® en primer secretario de Montpensier, que se cas¨® en 1846 con la infanta Luisa Fernanda, hermana de Isabel II. Tras la revoluci¨®n de 1848, se traslad¨® con su comitiva a Espa?a. Montpensier organiz¨® una suerte de ambiente cortesano en su entorno y Latour era uno de sus allegados m¨¢s significativos. Esta situaci¨®n propici¨® que Latour viajara, leyera y conociera distintos ambientes de la vida cultural espa?ola, sobre todo de la andaluza. Una circunstancia fue decisiva para esto. El duque, amigo de intrigar en la vida pol¨ªtica espa?ola, se vio obligado a marcharse de Madrid e instalarse en Sevilla y en Sanl¨²car de Barrameda. Andaluc¨ªa fue, pues, una geograf¨ªa fundamental en la vida de Latour.

Revoluci¨®n de 1848

Los acontecimientos revolucionarios franceses de 1848 marcaron su visi¨®n del mundo. La decepci¨®n de sus esperanzas mon¨¢rquicas llen¨® de melancol¨ªa sus escritos. Sobre su salida de Francia Latour escribi¨® lo siguiente. "Experiment¨¦ una especie de satisfacci¨®n moral, siquiera s¨®lo fuese moment¨¢nea, al escapar del c¨ªrculo abrasador de Par¨ªs. Sent¨ª no s¨¦ qu¨¦ alegr¨ªa ego¨ªsta y amarga al salir de aquel caos de doctrinas rid¨ªculas o infames y al sacudir el yugo abrumador de la tiran¨ªa popular, carente de esa grandeza que es, a veces, la disculpa de la violencia".

"Andaluc¨ªa fue la tierra de promisi¨®n en la que se encontr¨® m¨¢s a gusto y residi¨® m¨¢s tiempo, y a ella dedic¨® las mayores y mejores p¨¢ginas. Algunos de sus mejores amigos fueron andaluces, como Fern¨¢n Caballero, con la que mantuvo una valiosa correspondencia", se?ala Gonz¨¢lez Troyano en el pr¨®logo. El libro de Latour se detiene en los monumentos de Sevilla y en celebraciones como la Semana Santa o el Corpus. El baile de los seises, las cigarreras o el uso del abanico tambi¨¦n merecen su atenci¨®n. Un cap¨ªtulo del libro est¨¢ centrado en el Convento de Regla. Otro cap¨ªtulo, dedicado a Ronda, se detiene en personajes literarios como Marcos de Obreg¨®n y Gil Blas de Santillana.