Barcelona activa la Operaci¨®n Fr¨ªo, dirigida a acoger a las personas que viven en la calle
La iniciativa sirve, adem¨¢s, para tomar contacto y establecer relaciones con los 'sin techo'
El Ayuntamiento activ¨® ayer por la noche la Operaci¨®n Fr¨ªo de Emergencia, un dispositivo que se pone en marcha cuando las temperaturas alcanzan los cero grados. La actuaci¨®n est¨¢ dirigida a personas que viven en la calle y el objetivo es que pernocten en alguno de los centros de acogida municipales. Adem¨¢s, a los sevicios sociales les sirve para entrar en contacto con los sin techo e intentar establecer relaciones a largo plazo. El Ayuntamiento tambi¨¦n activ¨® ayer, en fase de alerta, el plan espec¨ªfico de emergencia municipal para situaciones de nevadas y hielo.
El Ayuntamiento ha reforzado los equipos de emergencia distribuidos por Barcelona que se dedican a detectar a las personas sin techo. Cada c¨¦lula est¨¢ formada por un conductor y cuatro t¨¦cnicos de intervenci¨®n, que informan a estas personas de la posibilidad de alojarse en un centro de acogida. Si aceptan, los voluntarios les acompa?an.
Patricio Dom¨ªnguez, director de Bienestar Social, explica: "La primera noche, si no hay sensaci¨®n de fr¨ªo, no suelen aceptar acompa?ar a los voluntarios. Sin embargo, en las noches duras crece la demanda". Dom¨ªnguez afirm¨® que a primera hora de la noche los sin techo "suelen estar m¨¢s receptivos, porque todav¨ªa no se han instalado". Es a partir de las dos de la madrugada cuando "las respuestas son negativas".
En total, el Ayuntamiento ha desplegado 30 t¨¦cnicos y 5 veh¨ªculos y ha ampliado las plazas de los centros de Zona Franca, Almog¨¤vers y Sant Gervasi. Si la demanda supera el n¨²mero de plazas previsto se abrir¨¢ temporalmente el pabell¨®n polideportivo de la Mar Bella.
Adem¨¢s de los centros de acogida que pertenecen al Ayuntamiento, en Barcelona existen otras organizaciones que se encargan de atender a las personas sin hogar. La Asociaci¨®n Centro de Acogida Ass¨ªs es una de ellas. Ofrece servicios de almuerzo, ducha, lavado de ropa, ropero, barber¨ªa, podolog¨ªa y acompa?amiento. Seg¨²n el director del centro, Jes¨²s Ruiz, en Ass¨ªs cada d¨ªa son atendidas unas 70 personas. Ruiz opina que no existe diferencia entre el invierno y el verano, "pues todo el a?o hay gente que atender", pero reconoce que en estas fechas aumenta la demanda de mantas y chaquetas. "Aunque hay un m¨¢ximo por persona, cuando hace fr¨ªo a nadie le decimos que no", asegura.
En la misma l¨ªnea trabaja Arrels, una fundaci¨®n a favor de las personas sin hogar, especialmente de aquellas que viven en la calle desde hace a?os. Ram¨®n Nor¨®, responsable del centro, explica que ¨¦ste funciona todo el a?o, "no por emergencias sino por oportunidades". "Que haga fr¨ªo es una oportunidad m¨¢s para que la persona empiece un proceso de reinserci¨®n social", afirma. Y a?ade: "Se trata de ofrecerles atenci¨®n a largo plazo". Luis Miguel Luna, portavoz de Caritas, comparte esta opini¨®n. "Despu¨¦s de la primera noche, se intenta que contin¨²en teniendo contacto con los servicios sociales del Ayuntamiento para recuperarlos".
"Vivir en la calle es duro, no s¨®lo por el fr¨ªo", afirma Daniel Castro. "Una vez, mientras dorm¨ªa en un cajero, fui golpeado con un calcet¨ªn lleno de arena". "En la calle te sientes inseguro por la gente, y si te descuidas te quedas sin carrito, sin documentaci¨®n y sin chaqueta", asegura.
Daniel naci¨® en Galicia hace 60 a?os y vive en Barcelona. Perdi¨® su trabajo porque le detectaron un c¨¢ncer, y como ha trabajado la mayor parte de su vida en el campo, cobra una pensi¨®n no contributiva de 301 euros. "Con esta pensi¨®n tengo dos soluciones: dormir o comer. Y sin comer no se puede vivir", asegura.
A Daniel le gusta escuchar m¨²sica cl¨¢sica y leer novelas protagonizadas por el abogado de ficci¨®n Perry Mason. Fuma casi un paquete de cigarrillos al d¨ªa y acude al hospital cada tres meses. Cuando piensa en el futuro, lo ¨²nico que le pide a la vida son "pensiones para vivir" y "viviendas asequibles". "No se puede vivir con 300 euros al mes", afirma.
Su compa?ero es Uwe Venus, naci¨® en Colonia (Alemania) hace 53 a?os. All¨ª trabaj¨® durante 11 a?os en la marina mercante. "Iba de puerto en puerto y ganaba mucho dinero. En el mar se gasta poco, s¨®lo en cosas personales como fumar y beber, pero yo no bebo ni fumo", afirma. Despu¨¦s de este trabajo, que le permiti¨® visitar m¨¢s de 64 pa¨ªses, trabaj¨® en correos durante ocho a?os. Estaba casado, pero su mujer le dej¨® por otro hombre. Perdi¨® su trabajo, se le acab¨® el dinero y se qued¨® en la calle. Con sus ¨²ltimos ahorros compr¨® un billete para Fago (Portugal), desde donde viaj¨® a pie hasta Barcelona en 1993. Uwe reconoce haberse encontrado con tres problemas al llegar a Espa?a: el idioma, comer y dormir. En Barcelona se dedic¨® a vender en la calle los ¨®leos que pinta y entabl¨® amistad con otro alem¨¢n, que le ofreci¨® alojarse en su casa. Permaneci¨® as¨ª dos a?os, hasta que encontr¨® trabajo de alba?il y pudo pagarse una pensi¨®n. Al cabo de seis a?os volv¨ªa a estar en la calle. Ahora vive en un piso tutelado y su mayor deseo es encontrar un trabajo estable. Uwe opina que salir de la calle "cuesta mucho y no es f¨¢cil". "Yo tengo ganas de trabajar pero no en condiciones laborales precarias y temporalmente".
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