Luminoso tah¨²r

Al ritmo de una pel¨ªcula por a?o, Ventura Pons ha compuesto en la ¨²ltima d¨¦cada una filmograf¨ªa quiz¨¢ un tanto irregular pero desde luego coherente con sus se?as de identidad cinematogr¨¢ficas. Con la correcta aunque descompensada La vida abismal, basada en la novela de Ferran Torrent, Pons se zambulle en la Espa?a de los setenta a trav¨¦s de un personaje-terremoto: un tah¨²r del juego y de la vida interpretado con su garra habitual por ?scar Jaenada.

Las timbas ilegales, los puticlubs de carretera, las camisas de cachemir y los ceniceros Cinzano se mezclan con las botellas de Mirinda, las paellas playeras y los helados Avidesa para componer un retrato tan sucio como luminoso de un tiempo de huida desesperada.

Ventura Pons se ayuda de la voz de un narrador que le sirve de gu¨ªa, pero que s¨®lo en contadas ocasiones aporta informaci¨®n esencial. As¨ª, su texto normalmente subraya lo ya mostrado o descifra sensaciones cuya traducci¨®n deber¨ªa ser el propio espectador el encargado de traducirlas.