Los tunos siguen dando guerra
Integrantes de algunas de las 19 tunas valencianas hablan de los "prejuicios" que circulan sobre ellos
Si cre¨ªa que hab¨ªan desaparecido, se equivocaba. Los tunos valencianos siguen en la brecha y, seg¨²n algunos indicios, tienen cuerda para rato. Haga la prueba: Escriba tuna en el buscador Google. El primero de los m¨¢s de 26 millones de enlaces con los que se encontrar¨¢ conduce a la Tuna de la Universidad Polit¨¦cnica de Valencia. All¨ª se puede dar un vistazo a su historia -cuyo origen, oscuro, remontan nada menos que al siglo XIV-, indumentaria, costumbres, canciones (533) y a la presentaci¨®n que el ex rector y consejero Justo Nieto hizo para la web ("...y lleg¨® desde el ¨¦ter, a caballo de una onda portadora..."). Hay tambi¨¦n un buscador que sirve para hacerse una idea de la magnitud de la tuna: en las siete universidades valencianas quedan 19 en activo.
Ir vestido con calzas, capa y pololo parece provocar la necesidad de deshacer prejuicios. "?La tuna de derechas?", contesta Rafael Valls, de 42 a?os, joyero, ex abogado y presidente de la asociaci¨®n que engloba a la tuna y a la cuarentuna (de los veteranos) de la facultad de Derecho de Valencia. "Pero si tenemos cada rojazo... Franco, la tuna no la prohibi¨®. Ese es el problema. Como no era ning¨²n grupo pol¨ªtico, le divert¨ªa mucho ir a inaugurar el curso acad¨¦mico a Alcal¨¢ de Henares y que la Tuna le recibiera. Pero antes que eso la tuna fue republicana, y antes que eso fue de Alfonso XIII. Pero la estampa del Nodo, con los tunos aquellos con el pelo engominado peinado hacia atr¨¢s...".
De la tuna a la tumba podr¨ªa ser un buen eslogan para la asociaci¨®n que preside Valls. "Posiblemente somos la ¨²nica de Espa?a que s¨®lo admite a estudiantes de la facultad. Y eso hace que no seamos s¨®lo compa?eros de salir los fines de semana. Estudiamos juntos, nos examinamos juntos, salimos juntos con las novias, vamos a cantarles a las madres. Nos vamos juntos de vacaciones. Empezamos a ejercer con la ayuda de otros compa?eros, hacemos con ellos la pasant¨ªa, si es posible... Tenemos ahora la cena de la asociaci¨®n y nos vamos a juntar casi 200, entre 18 a?os y 80 el m¨¢s mayor, un antiguo senador".
"Al estar tan vinculados durante la facultad, cuando acabas la carrera tus amigos son tus compa?eros de ejercicio, compa?eros de despacho, los contrarios en el pleito que llevas, Y consultas, puedes hablar con compa?eros que son registradores, jueces, notarios, pol¨ªticos, concejales...". ?No suena a algo parecido a una logia, a un lobby de la tuna que gobierna en secreto el poder judicial? "No", responde Valls, "porque all¨¢ donde se juntan cuatro compa?eros que ejercen la misma profesi¨®n, es inevitable hablar de trabajo. Llamarlo lobby va a parecer Dios sabe qu¨¦".
Segundo prejuicio: Los tunos pasan m¨¢s tiempo en el bar de la facultad que en clase. "En nuestra tuna hay premios extraordinarios de fin de carrera", dice Javier Rubio, ex tuno de la facultad de Ciencias de Alicante, "y los de Medicina tienen uno de los mejores expedientes de Espa?a". Rubio no se cuenta entre ellos: "Si haces cuentas, yo entr¨¦ con 18 a?os y sal¨ª a los 26. Tard¨¦ ocho a?os en acabar la carrera. Una carrera de tres a?os". Para cuando acab¨®, el ex tuno hab¨ªa decidido que lo suyo no eran las Ciencias Estad¨ªsticas, sino la ¨®pera.
Tercero: Se ingresa en la tuna b¨¢sicamente para ligar. "Eso de ligar depende la persona. Lo bueno es que como vas con esa pinta y con un instrumento, muchas te dicen: 'entretenme'. Porque est¨¢n aburridas de la rutina de siempre: quedar, beber, botell¨®n, luego discoteca. Y ah¨ª, si sabes jugar tus cartas...", comenta Vicente Molina, 22 a?os, estudiante de la Polit¨¦cnica. Al entrar en la tuna le pusieron el mote de Virgen, no es dif¨ªcil deducir por qu¨¦.
Cuarto: Los tunos tratan con crueldad a las nuevas incorporaciones. Lo normal es que "los novatos" tengan que llevar un "camis¨®n, de los de abuela", dice Alberto Ib¨¢?ez, 22 a?os, de Derecho, "y que sirvan los cubatas". A Javier Rubio, al poco de entrar, lo dejaron en una gasolinera, "camino de Francia, sin dinero, con una guitarra y vestido de ciclista". Aunque conoce casos peores. "Lo que pasa", matiza, "es que al ser tuno se goza de unos privilegios. Como viajar gratis por todo el mundo. Y tampoco queremos que la gente entre para aprovecharse".
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