Alumnos de un instituto de Getafe acosan a los 52 ni?os que van a comer al centro
Los peque?os tienen que trasladarse desde su colegio por la saturaci¨®n del comedor
"Al principio s¨®lo nos insultaban y nos ped¨ªan tabaco, pero el pasado viernes abrieron las ventanas y nos lanzaron cristales y escupieron". Quien habla es Daniel, un ni?o de 10 a?os de Getafe. Desde que inici¨® el curso, a finales de septiembre, ¨¦l y otros 51 compa?eros del colegio p¨²blico Manuel N¨²?ez de Arenas tienen que desplazarse a la hora de la comida hasta un centro cercano, el instituto Carpe Diem. Los peque?os sufren el acoso de varios j¨®venes de un aula de compensatoria, cuatro de ellos expulsados toda esta semana. La polic¨ªa municipal vigila ambos centros.
Aunque la distancia entre el Manuel N¨²?ez de Arenas y el Carpe Diem apenas supera los 400 metros, la Comunidad de Madrid traslada a los chavales en autob¨²s. As¨ª lo aceptaron los padres antes de empezar el curso, tal y como reconocen varios de ellos. Era el mal menor para sus hijos. Una soluci¨®n temporal a la saturaci¨®n que vive el comedor del Manuel N¨²?ez, un colegio biling¨¹e (ingl¨¦s y castellano) en el que estudian 450 alumnos. Un alto porcentaje de ellos, m¨¢s de 300, quieren comer en el centro. Pero la capacidad del comedor, de unos 150 alumnos, se ha visto rebosada en los ¨²ltimos a?os. Y este curso, 52 ni?os, elegidos por sorteo, tienen que comer lejos de sus compa?eros.
La ampliaci¨®n del comedor, prometida desde el a?o pasado, no ha llegado. El traslado forzoso de los ni?os ha resuelto provisionalmente el problema. Pero ha generado otro, el acoso de varios alumnos del Carpe Diem, de entre 15 y 16 a?os, a Daniel y sus compa?eros. "Siempre estamos alejados de ellos, pero abren las ventanas, nos miran y nos tiran de todo", cuenta Adri¨¢n, de 11 a?os. El viernes, cuenta este ni?o, les arrojaron arena, bombillas y pegamento. Con anterioridad, los insultos y las amenazas eran frecuentes.
Padres e hijos est¨¢n asustados. No comprenden por qu¨¦ la polic¨ªa municipal tiene que garantizar la seguridad en una comida de colegio, algo que sucede desde el pasado lunes. O m¨¢s bien s¨ª lo entienden. Los agresores, alumnos de un aula de compensatoria educativa, "tienen el perfil de chavales con problemas", aseguran fuentes del ayuntamiento getafense, "pero no son demonios". El director del Carpe Diem, Miguel ?ngel Luque, explica que estos alumnos "intentan labrarse un futuro profesional en talleres de electricidad o jardiner¨ªa". Pero cuatro de esos chavales se pasaron de la raya el pasado viernes. Y han sido expulsados toda esta semana, explica Luque.
"Educaci¨®n tiene previsto construir dos nuevos aularios, uno de ellos para ampliar el comedor", aseguran fuentes de la consejer¨ªa. Eso terminar¨ªa con dos problemas de golpe. Pero Pedro L¨®pez, director del colegio, denuncia la dejadez de la Comunidad. En su opini¨®n, "no ten¨ªan intenci¨®n de hacer las obras el pasado verano". En Educaci¨®n se defienden: "Sacamos a concurso la remodelaci¨®n, pero nadie se present¨®". L¨®pez lo sabe, pero cree que el presupuesto de 235.000 euros ofertado era rid¨ªculo, una manera de que ninguna empresa accediera a llevar a cabo la obra. Ahora, la Comunidad ha aumentado un 30% la cantidad, "para asegurarnos que esta vez no quede desierta".
Ahora, "al menos hasta mayo", el Manuel N¨²?ez no tendr¨¢ un nuevo comedor. Pero los padres quieren alternativas. Una de las opciones barajadas es habilitar una sala de usos m¨²ltiples del colegio como comedor provisional. Imposible, responde L¨®pez. "Se utiliza casi todos los d¨ªas, para clases de ingl¨¦s, religi¨®n y ¨¦tica, refuerzo a la lectura, grupos de apoyo...", asegura. "El ¨²nico espacio disponible podr¨ªa ser la biblioteca", reflexiona, pero tampoco es factible, dice, porque "es peque?o y dejar¨ªamos sin un servicio importante al colegio". ?Y hacer un tercer turno de comidas? Tampoco. En una hora, asegura el director, no se pueden servir atropelladamente tres comidas.
La concejala de Educaci¨®n de Getafe, Carmen Duque, asegura que el "problema real" es el del comedor, y no el de las agresiones. "No hay plazas suficientes y eso tiene muy crispados a los padres". Paloma, una de las madres, lo desmiente. "Nosotros dimos nuestra conformidad a que nuestros hijos fueran al Carpe Diem", recuerda. Sin embargo, reconoce que ahora le gustar¨ªa que haya un cambio en lo acordado, por miedo a que los insultos y las agresiones vayan a m¨¢s. Concha, otra madre, se niega a que saquen a su hijo del colegio. "Desautoric¨¦ al director para sacar a mi hijo del centro", cuenta. Pero el ni?o sali¨®. "Si se lo concedo a uno se lo tengo que dar a todos", explica L¨®pez, que asegura "entender" a los padres. Y hay padres que entienden al director: "El hombre est¨¢ preocupado".
"Se ha magnificado"
El responsable de Educaci¨®n en el ¨¢rea donde se encuentran el Manuel N¨²?ez de Arenas y el Carpe Diem, Alberto Gonz¨¢lez, asegura que la situaci¨®n de inseguridad de los ni?os ya est¨¢ controlada.
Ayer mismo, Gonz¨¢lez se reuni¨® con Pedro L¨®pez y Miguel ?ngel Duque, directores del colegio e instituto respectivamente. "Les he transmitido que si es necesario pondr¨¦ m¨¢s medios para controlar la situaci¨®n", explica. Gonz¨¢lez ofreci¨® colocar un guardia de seguridad para proteger a los ni?os. Pero los directores lo rechazaron, porque entienden que eso podr¨ªa estigmatizar los centros.
"No veo signos de alarma en absoluto", dice Carmen Duque, concejal de educaci¨®n de Getafe. "Lo que ocurri¨® el viernes es grave, pero a lo mejor se ha magnificado", opina Luque. El director del Carpe Diem reconoce que en los ¨²ltimos meses "ha podido haber alg¨²n incidente con alg¨²n alumno que se ha metido con los ni?os y ha podido hacer alguna gansada, pero siempre sin mayor gravedad".
Sin embargo, los padres est¨¢n preocupados. "Esperemos que haya un monitor que controle a esos chavales del Carpe Diem, porque antes, desde luego, no los hab¨ªa", se quejaba una madre. Esta semana, al menos, parece que los ni?os comen ya tranquilos fuera de su colegio.
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