La memoria de una c¨¢rcel
La prisi¨®n Sevilla I se convertir¨¢ en un museo y un parque que homenajear¨¢ a los represaliados
Hace 57 a?os, Leopoldo Iglesias paseaba por el patio de la c¨¢rcel de la Ranilla, como se conoc¨ªa a la prisi¨®n Sevilla I. Para dormir, compart¨ªa el suelo de la celda con otros ocho compa?eros. Todos eran presos pol¨ªticos, miembros en su mayor¨ªa del ilegalizado Partido Comunista durante el franquismo. Ayer, a punto de cumplir 80 a?os, volvi¨® a la c¨¢rcel. Quer¨ªa estar ah¨ª cuando tirasen el primer muro.
Leopoldo acudi¨® acompa?ado de otros represaliados. Estaban contentos: la c¨¢rcel se derrumbaba. Pero no quieren que nadie olvide lo que all¨ª pas¨®. "Este sitio recuerda nuestra lucha y por qu¨¦ estuvimos presos", dice Francisco Manzano y Juan Antonio Velasco remarca: "Aqu¨ª ha muerto mucha gente por defender sus derechos; nuestra vida diaria era luchar por una democracia".
Junto con la Asociaci¨®n para la Recuperaci¨®n de la Memoria Hist¨®rica, han conseguido que el Ayuntamiento preserve algunas zonas de la prisi¨®n. El p¨®rtico de entrada y dos de las naves se mantendr¨¢n en pie y albergar¨¢n un museo con los archivos penitenciarios. Adem¨¢s, un parque de 30.000 metros cuadrados homenajear¨¢ a los represaliados y recordar¨¢ la historia del lugar.
La treintena de reclusos de tercer grado que a¨²n residen en la prisi¨®n no tendr¨¢n que irse hasta el pr¨®ximo a?o, cuando ser¨¢n trasladados a Sevilla II.
"Estamos satisfechos", asegura Leopoldo y contin¨²a compartiendo historias con sus compa?eros. Recuerdan las fugas planeadas y el hambre que pasaban y tambi¨¦n c¨®mo aguardaban a que el Socorro Popular Antifranquista consiguiese hacerles llegar algo de comida. "Pues yo, que estuve encerrado aqu¨ª tres a?os antes, no ten¨ªa esa ayuda", clama Francisco y detalla c¨®mo consegu¨ªan comida vendiendo peque?as tabaqueras y cajitas que fabricaban con cuernos de toro.
Mientras hablan, el bulldozer contin¨²a arrojando escombros. "Pas¨¦ dos a?os en la c¨¢rcel, y cuando sal¨ª, a¨²n no era libre", contin¨²a Leopoldo, "dec¨ªan que yo era un peligro para Franco. Pero era al rev¨¦s".
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