"Un edificio coherente pero inflexible hoy no sirve"
Autores del Auditorio de Guadalajara, acaban de inaugurar un Centro Tecnol¨®gico en Arnedo (La Rioja) y su estudio construye diversos proyectos de vivienda social a la carta en Ciudad Real. Ambos defienden una arquitectura en la que es tan importante el compromiso social como el cultural.
"La falta de vivienda es una cuesti¨®n sangrante, un asunto puramente pol¨ªtico, generacional e ideol¨®gico"
Luis Rojo y Bego?a Fern¨¢ndez-Shaw (ambos de Madrid, 1962) pertenecen a una generaci¨®n de arquitectos puente entre quienes modernizaron las infraestructuras de las principales ciudades espa?olas y quienes abandonan la escuela con p¨¢gina web propia. Obtienen sus encargos del competitivo mundo de los concursos p¨²blicos. Rojo trabaj¨® durante a?os con Rafael Moneo, de quien aprendi¨® "que exponerse a la vida profesional sin tener una formaci¨®n acad¨¦mica, cultural e intelectual muy fuerte es un error".
PREGUNTA. ?Hacen una arquitectura de posibles?
LUIS ROJO. He crecido en un mundo en el que las cosas ya eran fragmentadas, desarregladas, y no creo que la cultura deba responder resistiendo con nostalgia, sino con pragmatismo. Que la arquitectura no refleje ese mundo es dif¨ªcil. Pero es innecesario exacerbar esa fragmentaci¨®n.
P. ?Qu¨¦ les lleva a elegir una respuesta?
BEGO?A FERN?NDEZ-SHAW. Lo que caracteriza nuestra arquitectura es que obtenemos los encargos de concursos p¨²blicos. En ese campo tienes que ser muy responsable. Nuestra aportaci¨®n no est¨¢ tanto en las formas o en los colores como en c¨®mo afectan esos edificios a la vida de las personas, c¨®mo se vive en nuestras viviendas o qu¨¦ capacidad para transformarse tiene un edificio. En cualquier momento te pueden pedir que cambies el uso de un inmueble. Un edificio coherente pero inflexible hoy no sirve. Cuando trabajas con dinero p¨²blico tienes que asumir esa responsabilidad.
L. R Lo que hacemos no es fruto de una decisi¨®n premeditada sino de ver una oportunidad para hacer algo diferente. Somos una generaci¨®n pragm¨¢tica. Frente a la postura heroica de los que se hac¨ªan llamar maestros o la m¨¢s ornamentada de quien cre¨ªa que los arquitectos estaban en la parte alta de la escala social.
P. ?No lo est¨¢n?
L. R. La arquitectura es hoy una profesi¨®n muy desdibujada. Atiende a un abanico muy amplio de problemas. Con todo, los problemas abren puertas. A nosotros nos interesa, por ejemplo, la falta de tecnolog¨ªa de la construcci¨®n espa?ola. Queremos sacar ventaja de esa falta de sofisticaci¨®n tecnol¨®gica. Creemos en la responsabilidad de la arquitectura p¨²blica. Un teatro feo o una biblioteca fea van a la portada de los peri¨®dicos. Y los ciudadanos juzgan.
P. ?Y qu¨¦ les gusta?
L. R. Sin ser historicista se puede ser respetuoso con el espacio p¨²blico. La arquitectura abstracta que hace hincapi¨¦ en la relaci¨®n con el entorno gusta a la gente.
P. ?La abstracci¨®n revela el sello del arquitecto?
L. R. Al rev¨¦s. En un edificio abstracto la mano del arquitecto no est¨¢ tan presente. Esos edificios tienen, como dec¨ªa Aldo Rossi, "espacios preparados para que las cosas ocurran". La abstracci¨®n es interpretable. No admite s¨®lo una percepci¨®n o un juicio. Y esa libertad no la da la arquitectura que tiene m¨¢s personalidad, bien por vanguardista o bien por historicista. Retirar la presi¨®n sobre la imagen y ponerla sobre la calidad ambiental del edificio y el respeto a los espacios exteriores es lo que nos interesa.
P. ?Aconsejan un paso atr¨¢s en el protagonismo de los edificios?
B. F.-S. Valoramos m¨¢s que un edificio contribuya a la construcci¨®n de una ciudad a que levante una marca en el paisaje.
L. R. Asumir los retos culturales, los econ¨®micos y los sociales nos ayuda a no desdibujar nuestro trabajo, que es uno de los problemas de la arquitectura contempor¨¢nea.
P. ?Cu¨¢les son los problemas de la arquitectura contempor¨¢nea?
L. R. S¨®lo se mira en disciplinas que le son ajenas: la filosof¨ªa, la pintura, la etnograf¨ªa... Y uno necesita equilibrar esas dos partes porque, al final, si quieres ser arquitecto necesitas hablarle a la gente de un lenguaje que los dem¨¢s no conozcan. Eso es lo que te convierte en un profesional. Lo que ocurre es que a la arquitectura se le da la vuelta y hay una parte fascinante que es que la arquitectura transmite contenidos, no como arte pl¨¢stico -no creo que la arquitectura deba ser ni escult¨®rica ni centrarse en los problemas de la representaci¨®n-, pero s¨ª planteando en qu¨¦ mundo vivimos y en qu¨¦ mundo nos gustar¨ªa vivir. Los arquitectos contribuyen a construirlo cada vez que hacen algo.
P. ?Contribuyen m¨¢s llevando luz natural a las viviendas de protecci¨®n oficial o interpretando al fil¨®sofo de turno?
L. R. De las dos maneras. Conseguir luz natural es una virtud. Pero un arquitecto tiene que saber entender que lo es desde una determinada est¨¦tica y sensaci¨®n de confort. Ahora, por ejemplo, es tan importante para la arquitectura la tecnolog¨ªa de la luz artificial como instrumento de control espacial como saber aprovechar la luz natural. S¨®lo hay que mirar las fotos de los edificios de Kazuyo Sejima donde la iluminaci¨®n es un 30% de la cualidad ambiental.
P. ?Qu¨¦ margen para el cambio hay haciendo vivienda social?
B. F.-S. Los cambios est¨¢n de nuevo en c¨®mo se relacionan las partes. La normativa est¨¢ muy anticuada. Es la de los a?os cincuenta. Se ha reformado el C¨®digo Civil y el Penal, pero esta normativa no se ha cambiado un ¨¢pice. Y es obvio que las necesidades han cambiado. Aun as¨ª hay huecos.
P. ?La calidad de la vivienda social es una cuesti¨®n voluntarista del arquitecto?
L. R. Donde la ley no dice nada, por ejemplo sobre el espacio exterior, se puede actuar. Por otro lado, no es tanto voluntarismo como urgencia. La falta de vivienda es una cuesti¨®n sangrante, un asunto puramente pol¨ªtico, generacional e ideol¨®gico. Ser arquitecto y no intentar trabajar en el sector p¨²blico de la vivienda de protecci¨®n oficial, por pesado que sea, nos parece inaceptable.
P. ?Una especie de juramento hipocr¨¢tico?
B. F.-S. Son las administraciones p¨²blicas las que m¨¢s investigan para dar nuevas formas de vivienda a nuevas formas de familia. La promoci¨®n privada va a la zaga.
L. R. La alternativa del sector privado a ese tipo de vivienda est¨¢ en Sanchinarro. Nosotros reconocemos el mundo de las casas que proponemos. Elegimos vivir en viviendas en las que el n¨²mero de cerramientos sea el necesario. La sensaci¨®n de tama?o es un reto que tienes que conseguir y barajar con la privacidad. En medio de esos dos polos hay un problema que pensar. Si un arquitecto no tiene un problema que pensar no tiene nada. Lo otro es delineaci¨®n.
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