Tiempo, para de una vez, nos haces da?o: el adi¨®s de Ni?os Mutantes despu¨¦s de 30 a?os de trayectoria
El grupo granadino se despide hoy con un concierto en su ciudad tras una trayectoria de 12 discos de gran hondura social y po¨¦tica, pero sin calado suficiente entre el gran p¨²blico
Reiteran estos d¨ªas los cuatro miembros de Ni?os Mutantes que a los ¨²ltimos conciertos que ofrecer¨¢n como banda, despu¨¦s de 30 a?os ejemplares y nada rimbombantes, ¡°conviene llegar llorados de casa¡±. Pero ellos parecen ser los primeros en infringir su propia norma. Le sucedi¨® a Nani Casta?eda, el bater¨ªa, que durante el concierto de octubre en Bilbao se sinti¨® tan apesadumbrado que pifi¨® el ritmo de ¡°seis o siete canciones¡±, casi como si habl¨¢semos de un principiante. O al bajista Migue Haro, acaso el m¨¢s cariacontecido en el cuarteto por la disoluci¨®n, al que le invadi¨® tal sensaci¨®n de desamparo tras bajarse del escenario que corri¨® al encuentro de Juan Alberto Mart¨ªnez, cantante y compositor principal, porque ¡°necesitaba con urgencia consuelo y un abrazo fuerte¡±.
As¨ª de fr¨¢giles y cambiantes andan los ¨¢nimos en el seno de una formaci¨®n granadina que conmocion¨® el pasado diciembre a su parroquia ¡ª?quiz¨¢ no multitudinaria, pero particularmente devota¡ª con el anuncio de su finiquito improrrogable, tan inequ¨ªvoco que la posibilidad de recular y ¡°hacerse un Miguel R¨ªos¡± (anunciar la retirada y, algunos a?os despu¨¦s, regresar a la carretera) parece inexistente. Y eso que el mismo int¨¦rprete de ¡®Bienvenidos¡¯ ha sido el primero en recomendarla: ¡°Que se pasa muy mal sin tocar m¨²sica todo el tiempo, y yo os quiero mucho¡±, les espet¨® hace poco su ilustre paisano en la Cadena SER.
?Por qu¨¦ dejarlo motu proprio y tan de repente, tras seis lustros intensos y alabados, una docena de ¨¢lbumes, centenar y medio de composiciones originales y varios himnos irrebatibles, desde ¡®Errante¡¯ a ¡®N¨¢ufragos¡¯, ¡®Todo va a cambiar¡¯ o ¡®Buena suerte¡¯? Los aludidos admiten cansancio, desa?sosiego, sensaci¨®n de que ¡°el futuro¡± (ese al que invocaban desde el t¨ªtulo en su disco de 2014) solo les deparar¨ªa una lenta decadencia. Y s¨ª, tambi¨¦n las disensiones propias de tantos a?os de roce y cari?o, exteriorizadas justo antes de la publicaci¨®n de Diez (2017) por una sonada trifulca en carretera entre Mart¨ªnez y Andr¨¦s L¨®pez, el guitarrista de la banda y el ¨²nico miembro no fundador, ya que se incorpor¨® en 2005. Airear aquel encontronazo como un acicate creativo quiz¨¢ no fuera la m¨¢s prudente de las ideas, pero hoy los cuatro se profesan admiraci¨®n y cari?o fraternales. ¡°Hemos discutido por los detalles m¨¢s nimios, hasta extremos agotadores, pero todos queremos mucho a esos tres gilipollas que tenemos al lado¡±, resume el siempre elocuente Casta?eda.
El problema de fondo, anota Haro, es la ¡°inviabilidad actual de la clase media en la m¨²sica pop espa?ola¡±, articulada en torno a grandes festivales que apuestan siempre por los mismos grupos masivos mientras aplican condiciones leoninas a las bandas que no figuran con letras gruesas en el cartel. Y eso nos conduce hasta la ¡°gran espinita clavada¡± en la trayectoria de los granadinos, el hecho de que, pese a logros, alabanzas y excelencias, nunca llegaran a profesionalizarse del todo y abandonar sus ocupaciones laborales primigenias. ¡°A veces nos falt¨® decisi¨®n y coraje¡±, reflexiona Juan Alberto, abogado ¡ªal igual que Migue¡ª en su ¡°otra vida¡±. En los tiempos de aquella trilog¨ªa gloriosa que integraron Las noches de insomnio (2010), N¨¢ufragos (2012) y El futuro (2014), quiz¨¢ habr¨ªa sido factible. Pero la emancipaci¨®n, en lo m¨¢s crudo de la crisis financiera, era sin¨®nimo de v¨¦rtigo.
A los Mutantes los acompa?ar¨¢ siempre la aureola de grupo culto (que no ¡°de culto¡±, una etiqueta ¡°elitista¡± que les desagrada) y sensible, capaz de cantarle a la muerte de los allegados desde su primer elep¨¦ (¡®Globo¡¯, en el ¨¢lbum Mano, parque, paseo), apelar a referentes literarios e ideol¨®gicos como Lorca, Alberti o Pepe Mujica y hasta esbozar hace 12 a?os una proclama anticapitalista con la espl¨¦ndida ¡®Caer¨¢n los bancos¡¯, que hoy, en vista de lo visto, califican como ¡°la canci¨®n m¨¢s ingenua¡± de su trayectoria. Eran los tiempos en los que Mart¨ªnez, autor de casi todos los textos, lleg¨® a decir que, ¡°salvo honrosas excepciones¡±, el indie espa?ol se caracterizaba por sus ¡°letras sonrojantes¡±. Hoy se sonr¨ªe por lo afiladas de sus palabras, pero recuerda que, en lo m¨¢s crudo de aquella crisis financiera, nadie tomaba partido con sus canciones hasta que gigantes como Vetusta Morla o Amaral ¡ªbastante despu¨¦s que NM¡ª se animaron a pisar callos.
¡°Sentimos que, con tant¨ªsimos conflictos y frentes abiertos en estos tiempos revueltos, nos saldr¨ªan 10 discos¡±
El contenido social, pol¨ªtico y comprometido del cuarteto se echar¨¢ en falta a partir de ahora, m¨¢s en un momento en que sobran motivos para alzar la voz ante el auge de tantos ap¨®stoles de la intolerancia. ¡°Lo hemos comentado¡±, admite Andr¨¦s L¨®pez con gesto de impotencia, ¡°y sentimos que, con tant¨ªsimos conflictos y frentes abiertos en estos tiempos revueltos, nos saldr¨ªan 10 discos¡±. Pero ya habr¨¢n de ser otros, ese ¡°relevo de la nueva generaci¨®n¡± al que apelaban en su comunicado de despedida, los que tengan que concebirlos y defenderlos. Tambi¨¦n desde Granada, una ciudad peque?a y efervescente que para la banda ha supuesto un arma de doble filo, sobre todo por las recurrentes y desdichadas comparaciones con Los Planetas. ¡°Compartimos procedencia y generaci¨®n, pero en lo musical no tenemos nada pero nada que ver. Es una espada de Damocles un poco absurda que hemos sufrido¡±, resume Casta?eda con amargura.
Los Ni?os dicen ¡°haber protagonizado unas cuantas pel¨ªculas vitales¡± que prefieren guardarse para ellos solos, en afilada alusi¨®n a Segundo premio, la cinta escogida por la Academia para la carrera de los Oscar. Pero Juan Alberto no se resiste a mencionar ¡°una pelea importante con alguien de Granada, llam¨¦mosle el Papa¡± (Jota, l¨ªder planetero), que le afe¨® la estrecha afinidad personal de Ni?os Mutantes con Sidonie, una banda menos sesuda. ¡°No s¨¦ c¨®mo hay gente que no aprende despu¨¦s de tantos a?os en esto. Esa forma de despellejar es propia de un pa¨ªs de envidiosos o de subnormales¡±.
Y as¨ª, hablando muy claro pero sin elevar el tono, estos ni?os reci¨¦n entrados en la cincuentena afrontar¨¢n su particular fundido a negro hoy, 23 de noviembre, cuando el teatro Caja Granada albergue su ultim¨ªsimo concierto. No legar¨¢n ni siquiera el consabido ¨¢lbum en directo, un est¨¢ndar del rock en el que nunca creyeron; solo un documental y una biograf¨ªa nost¨¢lgica y sentida, Las noches de insomnio (Roca Editorial), que les ha escrito el periodista Juanjo Ib¨¢?ez, hoy concejal socialista en la ciudad. Y quedar¨¢ la veracidad de aquel leitmotiv que ya en 2022 formulaba ¡®Madreselvas¡¯, la ¨²ltima canci¨®n del ¨²ltimo elep¨¦ mutante: ¡°Tiempo, para de una vez. Nos haces da?o¡±.
Ni?os Mutantes. Centro Cultural Caja Granada Memoria de Andaluc¨ªa. Hoy. 21.00.
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