El Prado revela la grandeza de Tintoretto

Ten¨ªa fama de exc¨¦ntrico porque su fascinaci¨®n por la perspectiva lo llevaba a crear maquetas de las estancias que quer¨ªa pintar y en ellas instalaba un teatro de figurillas de cera o arcilla que le serv¨ªan como modelos para sus monumentales pinturas. Colgaba las maquetas para verlas desde varios ¨¢ngulos y las iluminaba para probar el efecto de las sombras.

Miguel Zugaza: "Es la mejor exposici¨®n posible de Tintoretto fuera de Venecia"

Jacopo Comin (1518-1594), alias Robusti, alias Tintoretto, por el oficio de su padre, vivi¨® toda su vida en Venecia y, aunque no fue un artista precoz, logr¨® en pocos a?os una maestr¨ªa que lo coloc¨® entre los m¨¢s apreciados artistas de su tiempo, sobre todo al morir Tiziano, su principal rival. Pol¨¦mico y criticado por sus t¨¦cnicas agresivas de promocionar su arte y menospreciado por algunos por sus pinceladas y trazos vigorosos y poco detallistas, Tintoretto fue calificado por Vasari como "el cerebro m¨¢s terrible que ha tenido la pintura".

La mayor parte de sus gigantescos lienzos siguen en las iglesias y mansiones venecianas, pero una selecci¨®n de casi 50 de las mejores pinturas de Tintoretto est¨¢n en la exposici¨®n que se abre al p¨²blico el pr¨®ximo martes en el Museo del Prado, despu¨¦s de su inauguraci¨®n la noche anterior por los Reyes don Juan Carlos y do?a Sof¨ªa y el presidente de la Rep¨²blica de Italia, Giorgio Napolitano.

Es la ¨²nica exposici¨®n monogr¨¢fica que se ha hecho de Tintoretto en Espa?a y la primera internacional en 70 a?os, pero lo que har¨¢ mucho m¨¢s relevante esta muestra son los exigentes criterios de selecci¨®n con que se ha realizado. "Es la mejor exposici¨®n posible de Tintoretto fuera de Venecia", dijo con visible satisfacci¨®n el director del Prado, Miguel Zugaza, ayer en la presentaci¨®n a la prensa. "Y es tambi¨¦n la culminaci¨®n de un importante trabajo de investigaci¨®n en el que se han descubierto dos nuevas atribuciones en Espa?a, adem¨¢s del verdadero nombre del pintor", a?adi¨®. Todo esto es fruto del trabajo del comisario de la muestra, Miguel Falomir, quien considera a Tintoretto un pintor dif¨ªcil de estudiar, "no s¨®lo porque era muy prol¨ªfico sino porque era tambi¨¦n muy irregular". Por eso la exposici¨®n s¨®lo les pareci¨® viable en cuanto recibieron la confirmaci¨®n de los pr¨¦stamos de las importantes pinturas que se pensaban incluir. Incluso han sido descartados tintorettos de la pinacoteca madrile?a, sea por su dudosa atribuci¨®n o por su escasa calidad. "El criterio ha sido el de la calidad, y hemos querido ser muy rigurosos. Todas las obras importantes en museos fuera de Venecia est¨¢n aqu¨ª", apunt¨® Falomir.

No es dif¨ªcil creerle. La amplia galer¨ªa central del Prado reluce con el colorido y el poder narrativo de obras como D¨¢nae, Esther ante Asuero; El lavatorio; Venus, Vulcano y Marte; El origen de la V¨ªa L¨¢ctea, las diferentes versiones de La ¨²ltima cena y los retratos de personajes de su ¨¦poca, entre los que no faltan dos extraordinarios autorretratos del pintor joven y en sus ¨²ltimos a?os. El recorrido sigue un orden cronol¨®gico con obras destacadas de todas las etapas de su vida, pero presta especial atenci¨®n al proceso creativo del pintor. La importancia que Tintoretto dio al dibujo queda demostrada en la interesante sala que se abre en un lateral de la galer¨ªa para mostrar algunos de sus dibujos, copias de esculturas de Miguel ?ngel y la instalaci¨®n de seis escenas del Antiguo Testamento -obras compradas por Vel¨¢zquez para Felipe IV- junto a sus pruebas radiogr¨¢ficas, donde se aprecian las rectificaciones del artista; o la simulaci¨®n del escenario de El lavatorio sin personajes.

Tintoretto fue un pintor apasionado e incansable, imaginativo y audaz, aunque en las ¨²ltimas d¨¦cadas haya permanecido en la sombra. La exposici¨®n del Prado permite ponerlo en valor hoy, adem¨¢s de enfrentarlo a algunos de sus seguidores, como Vel¨¢zquez, Rubens y El Greco.