Una promoci¨®n de chal¨¦s invade un colegio p¨²blico en Gondomar

Frente a la cancha de baloncesto, donde juegan los casi 200 alumnos de educaci¨®n infantil y primaria del colegio p¨²blico Serra-Vincios, en el municipio de Gondomar, asoma desde septiembre un grupo de chal¨¦s. Las construcciones est¨¢n tan pegadas al terreno del centro escolar que uno de los propietarios ni siquiera ha construido muro para delimitar su finca: aprovech¨® la verja del colegio, al que pertenecen legalmente los terrenos.

En Vincios todos est¨¢n de acuerdo en que se trata de una usurpaci¨®n flagrante. Los primeros, los profesores y padres del colegio, que llevan meses exigiendo al Ayuntamiento de Gondomar, el propietario de los terrenos, que intervenga. Los segundos, los habitantes de esta aldea pr¨®xima a Vigo, que agrupados en la asociaci¨®n de vecinos apoyan desde el principio las reivindicaciones de los responsables de este centro escolar.

La directora del colegio, Mar¨ªa Luisa Varela, concejala del Bloque Nacionalista Galego (BNG) en la corporaci¨®n de Gondomar, envi¨® la primera carta al alcalde el pasado 20 de octubre, despu¨¦s de informar verbalmente del problema "sin obtener resultados", asegura. Le ped¨ªa, en nombre del Consello Escolar del CEIP Serra-Vincios, que se marcasen "los lindes reales" del colegio.

La historia se remonta a 1977, cuando el Ayuntamiento de Gondomar compr¨® las 29 fincas sobre las que se asienta el colegio para ced¨¦rselas a la Delegaci¨®n Provincial de Educaci¨®n, el organismo que construy¨® el centro. Como parte del terreno era irregular, se dej¨® fuera del cierre, y ah¨ª est¨¢ la clave de esta usurpaci¨®n. "Por la parte de abajo dejamos fuera unos 400 metros", explica Mar¨ªa Luisa Varela, y donde se han hecho las casas, "una franja de dos metros de ancho" para respetar la servidumbre de paso de un vecino que cruzaba en tractor a su finca. Con el tiempo, este hombre dej¨® de usar esa zona de tr¨¢nsito y se perdi¨® la servidumbre.

Uno de los padres de la ANPA (Asociaci¨®n de Nais e Pais del colegio de Vincios), Antonio ?lvarez Rial, explica que en el pueblo mucha gente est¨¢ indignada porque recuerda perfectamente el proceso vecinal para facilitar los tr¨¢mites y vender las fincas al Ayuntamiento para construir el colegio.

El arquitecto t¨¦cnico municipal de Gondomar, Alfonso Soli?o, dictamin¨® el pasado 15 de noviembre en un informe, tras recibirse la carta del Consello Escolar, que "las obras distan del cierre del colegio tres metros", como exige la normativa vigente, y conclu¨ªa que "en el inventario de bienes la parcela del colegio se limita a terrenos interiores al cierre". Seg¨²n la directora del centro, la directiva de la ANPA y la asociaci¨®n de vecinos, una de las casas dista mucho menos de tres metros de la verja del recinto escolar.

El arquitecto t¨¦cnico asegur¨® ayer que en los planos que posee el Ayuntamiento s¨®lo aparece como terreno p¨²blico el que est¨¢ vallado. Estos mismos planos son los que ten¨ªa el colegio. Pero desde la directiva del centro afirman que avisaron al gobierno municipal de que en la Delegaci¨®n de Educaci¨®n pod¨ªa haber un plano anterior, en el que estuviese trazado el terreno real. Y ese mapa apareci¨® el pasado jueves. Un t¨¦cnico de Educaci¨®n visit¨® el colegio con los papeles que demuestran que las casas han usurpado terreno p¨²blico, seg¨²n Mar¨ªa Luisa Varela.

La presidenta de la Asociaci¨®n de Nais e Pais de Alumnos del centro escolar, Beatriz Fern¨¢ndez, asegura adem¨¢s que hay algo que los propietarios de los chal¨¦s seguramente desconocen, y es que "justo encima de las fincas, donde ahora est¨¢ la cancha de baloncesto, se va a construir un polideportivo, con lo que estas viviendas se quedar¨¢n sin luz".

La directora del colegio explica que las autoridades escolares ten¨ªan el proyecto de construir, una vez que estuviese terminado este pabell¨®n deportivo, un aparcamiento sobre los 400 metros cuadrados que dejaron fuera del cierre, en la parte de abajo del centro. La franja de dos metros en disputa se aprovechar¨ªa para construir el acceso.

Tanto la directora y concejala del BNG como la representante de los padres de alumnos coinciden en que los compradores de los terrenos no tienen la culpa. "Uno de ellos vino a hablar conmigo", recuerda Varela, "con sus papeles en regla".