Jos¨¦ Luis Robles Canibe, ex alcalde de Bilbao
Fue director general de la Marina Mercante, consejero en el Consejo General Vasco y en el Gobierno aut¨®nomo y senador?
Jos¨¦ Luis Robles Canibe, quien fuera alcalde de Bilbao entre 1983 y 1987, falleci¨® el s¨¢bado d¨ªa 27 en Bilbao, ciudad donde hab¨ªa nacido el 20 de mayo de 1927. Robles Fue director general de la Marina Mercante, luego consejero en el Consejo General Vasco, posteriormente del Gobierno aut¨®nomo y tambi¨¦n senador en dos legislaturas.
A los 79 a?os de edad, v¨ªctima del c¨¢ncer, falleci¨® el pasado s¨¢bado Jos¨¦ Luis Robles Canibe, que fue alcalde de Bilbao entre 1983 y 1987 y debi¨® hacer frente a las inundaciones que se sucedieron en la capital vizca¨ªna en el verano del primer a?o de su mandato con enormes p¨¦rdidas humanas y materiales. El alcalde Robles hizo valer su condici¨®n de capit¨¢n de barco para llevar a buen puerto los trabajos de reconstrucci¨®n de la ciudad y es bien conocida su imagen con botas de goma recorriendo las calles bilba¨ªnas anegadas por el barro, en compa?¨ªa del entonces lehendakari Carlos Garaikoetxea.
Jos¨¦ Luis Robles fue elegido alcalde de Bilbao en las segundas elecciones democr¨¢ticas, al liderar la lista del Partido Nacionalista Vasco, sustituyendo al tambi¨¦n nacionalista Jon Casta?ares. Antes de acceder a este puesto, su trayectoria pol¨ªtica le hab¨ªa llevado a ocupar el cargo de director general de la Marina Mercante en el Gobierno de UCD; la cartera de Industria y Asuntos Mar¨ªtimos, en el Consejo General Vasco que presidi¨® el socialista Ram¨®n Rubial; la consejer¨ªa de Transportes, Comunicaciones y Asuntos Mar¨ªtimos en el primer Gobierno aut¨®nomo, y a ser senador por Vizcaya durante dos legislaturas.
Quienes compartieron legislatura con el alcalde Robles, tanto correligionarios como oposici¨®n, coinciden en se?alar su car¨¢cter, al mismo tiempo autoritario y conciliador. Al fin y a la postre, debi¨® dirigir una corporaci¨®n de mayor¨ªa minoritaria y se encontr¨® con serias dificultades, especialmente econ¨®micas, para enfrentarse a los problemas de una ciudad que precisaba de importantes cambios estructurales. En alguna ocasi¨®n, el alcalde Robles recordaba c¨®mo debieron pedir cr¨¦ditos bancarios para poder atender a la n¨®mina mensual de los funcionarios municipales.
No obstante, el mayor reto al que debi¨® enfrentarse Jos¨¦ Luis Robles fue el de solucionar los problemas derivados de las inundaciones de 1983. Ocurrieron un 26 de agosto, en plenas fiestas bilba¨ªnas. La gota fr¨ªa hab¨ªa provocado intensas lluvias que desbordaron la r¨ªa del Nervi¨®n y anegaron los barrios m¨¢s bajos de la villa. La alarma le lleg¨® al alcalde mientras asist¨ªa a la preceptiva corrida de toros, en el coso de Vista Alegre, mientras toreaba Espartaco con el agua hasta la pantorrilla. Pudo llegar a la Casa Consistorial y, desde sus ventanas, observar impotente la fuerza de la riada. Apenas hab¨ªa cumplido tres meses como alcalde.
A partir de ese momento, Jos¨¦ Luis Robles se propuso la regeneraci¨®n de Bilbao y concit¨® los apoyos de la ciudadan¨ªa, en general, y de los diferentes partidos pol¨ªticos, en particular. Era una regeneraci¨®n de la que ya se ven¨ªa hablando antes de la cat¨¢strofe climatol¨®gica, como una necesidad imperiosa a consecuencia de la reestructuraci¨®n industrial que precisaba Bilbao y su comarca, y que ahora deb¨ªa acelerarse. Robles supo hacer de la necesidad virtud y sobre los fangos que dejaron aquellas inundaciones puso los cimientos de una ciudad moderna, que ultimaron los ediles que le siguieron en el cargo.
Su labor como regidor municipal fue reconocida por la Federaci¨®n Espa?ola de Municipios y Provincias, que le distingui¨® en 2004 con un galard¨®n que reconoc¨ªa sus m¨¦ritos en la transformaci¨®n de Bilbao, aunque ¨¦l estaba especialmente feliz por el txikito de oro que le hab¨ªan concedido sus paisanos. Hoy, los bilba¨ªnos recuerdan al alcalde Robles por su bonhom¨ªa, incluido el joven radical que le priv¨® de la visi¨®n en uno de sus ojos, al alcanzarle con una piedra.
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