"Pod¨¦is llamarme genio"
Federer, que no cedi¨® un set en todo el torneo, se muestra impresionado tras ganar su d¨¦cimo Grand Slam
En tres segundos, Federer resumi¨® su carrera, su insaciable car¨¢cter competitivo, sus ¨¦xitos y las razones que explican que ayer ganara su tercer Open de Australia, frente al chileno Fernando Gonz¨¢lez. "No es justo", le grit¨®, visiblemente contrariado, a Sandra De Jenken, la primera mujer que arbitra una final masculina de un Grand Slam. Y le dio la espalda. Y se puso a jugar. Y gan¨® el punto. Por segunda vez. Lo que Federer no consideraba justo es que rearbitraran una bola que le favorec¨ªa. Que se decidiera volver a empezar el punto. Y que todo eso se hiciera cuando la tecnolog¨ªa, el Hawk Eye, las c¨¢maras de la pista, le hab¨ªan dado la raz¨®n. "No es justo", insist¨ªa el suizo. Parec¨ªa que fuera perdiendo. Ya hab¨ªa ganado los dos primeros sets. Y discut¨ªa, voraz, ambicioso, ya con la Copa de campe¨®n camino de su casa, el primer punto del tercero.
Con su victoria ante un dign¨ªsimo Fernando Gonz¨¢lez, el suizo se convirti¨® en el primero que gana tres torneos 'grandes' en al menos tres ocasiones "Supongo que soy el mejor tenista del mundo, porque juego diferente y gano cuando no juego a mi mejor nivel", declar¨® euf¨®rico el campe¨®n
El mejor tenista del mundo dice que supone, s¨®lo supone, que es el mejor tenista del mundo. Roger Federer conquist¨® su d¨¦cimo Grad Slam de modo portentoso, sin ceder un solo set en todo el torneo. Quiz¨¢ por ello, y ante la insistencia de los medios de comunicaci¨®n, no le qued¨® m¨¢s remedio que dejar una frase para la historia: "Pod¨¦is llamarme genio".
El malhumor que Federer demostr¨® a lo largo del choque alicat¨® un partido que encierra un aviso: Gonz¨¢lez ha llegado para quedarse. El chileno, que deja el torneo como quinto mejor jugador del mundo, fue un tenista rabioso. Violento en el golpeo. Un jugador de impacto. Mano de piedra, que gana con la derecha todo lo que consigue no perder con el rev¨¦s, busc¨® el partido en el riesgo. Us¨® su drive, que es temible y poderoso, para intimidar al campe¨®n. Le mand¨® a la red cuando quiso alterar el ritmo, cambiar de marcha, confundir a Federer. Fue mejor en el primer set, que pudo llevarse en dos ocasiones. Y juguete¨® con el reglamento y sus dobleces, maestro de la guerra psicol¨®gica, para intentar sacar ventaja.
Rodeado por el calor de la grada, tomada por los chilenos, Gonz¨¢lez cambi¨® de raqueta a mitad de un juego y lleg¨® a usar tres durante el partido. Par¨® otro juego para atarse las zapatillas. Dolorido tras una espectacular ca¨ªda, pidi¨® la asistencia de un masajista tras perder el primer set. Federer se qued¨® solo, esperando en la pista, con los brazos en jarra en casi todas esas ocasiones. Tenis de trincheras. Y tenis de altura. Gonz¨¢lez dej¨® golpes de m¨¦rito. Sirvi¨® duro cuando fue necesario. Y consigui¨® durante la primera manga algo que cada vez es m¨¢s excepcional: que Federer no tenga la iniciativa. Eso, en el tenis de estos tiempos, es conquistar Troya.
El laberinto del partido, sus subidas y bajadas, se puede resolver agarrado a la voz de un an¨®nimo espectador chileno, siempre el mismo, el que m¨¢s se desga?it¨® durante el partido. Cuando Gonz¨¢lez le rompi¨® el servicio a Federer, todav¨ªa en el primer set, crey¨® en la victoria. "?Vamos, que es humano!", grit¨® a pleno pulm¨®n, solista del numeroso coro de chilenos. "?Te creo!, ?Te creo!", as¨ª reaccion¨® ante los nervios, la tensi¨®n y el v¨¦rtigo del tie break. "?Que le cueste!", la r¨²brica de la derrota, justo cuando Gonz¨¢lez perdi¨® ese parcial. Con ¨¦l se march¨® el partido. Si Federer abre el candado del primer set, ya no suelta la victoria. S¨®lo Nadal ha roto esa regla.
Gonz¨¢lez, claro, no es Nadal, que quiz¨¢s piense durante mucho tiempo en el partido que perdi¨® contra el chileno, el que le abr¨ªa el camino probablemente m¨¢s sencillo que encontrar¨¢ en a?os para llegar a la final. Federer impone a cualquiera. Desde ayer es el primer hombre que gana tres Grand Slam en al menos tres ocasiones. Hay quien dice que el suizo, al que persigue por todo el mundo una pancarta con la palabra genio, gana los partidos en el vestuario, tanto es su ascendiente sobre el resto de jugadores. Ayer fue un tenista, sin m¨¢s. Estuvo fall¨®n con la derecha. Mal con el servicio. Perdon¨® con el estoque, al desperdiciar cuatro puntos de set en la primera manga. Y acab¨® encontrando el camino con su receta m¨¢s cl¨¢sica, esa que suma una pizca de mu?eca, un pu?ado de ¨¢ngulos y un mucho de talento para hacer la pista grande, larga y ancha. Ah¨ª Gonz¨¢lez se desorient¨®. Acostumbrado a jugar recto y vertical, se encontr¨® en el terreno de las sutilezas. Empez¨® a intentar m¨¢s de lo que puede. Y perdi¨® contra un tenista con pinta de m¨ªtico y un toque de insaciable: Federer ya ha subrayado en rojo las fechas del pr¨®ximo Grand Slam del a?o. Se juega desde la ¨²ltima semana de mayo. En tierra y en Par¨ªs. Es Roland Garros. El ¨²nico grande que le falta.
Que Federer es un hombre llamado a entrar en la historia del tenis se sabe desde hace tiempo. Que ¨¦l lo cree as¨ª y que ya est¨¢ dispuesto a admitir que su objetivo es batir el r¨¦cord de Grand Slam ganados, en manos de Pete Sampras, con 14, se sabe desde hace poco. Casi desde ayer: "No s¨¦ c¨®mo he conseguido esto en tan poco tiempo", dijo el suizo. "Hab¨ªa decidido no hablar de eso hasta que no hubiera ganado la mitad que ¨¦l y, de repente... estoy en 10. Da miedo ver cu¨¢ntos Grand Slam he ganado desde 2003. Supongo que soy el mejor tenista del mundo. Pod¨¦is llamarme genio porque estoy ganando a un mont¨®n de rivales, porque juego diferente y porque venzo cuando no juego a mi mejor nivel".
Federer acumula marcas imposibles torneo tras torneo. Y, a¨²n as¨ª, sigue emocion¨¢ndose: "Voy a intentar mantenerme firme esta vez. Todo el mundo recuerda lo que me ocurri¨® el a?o pasado
[cuando rompi¨® a llorar al ver que el m¨ªtico Rod Laver le entregaba la Copa de campe¨®n]", dijo durante la entrega de trofeos.
"Tuve que adaptarme al juego de Fernando, que ha cambiado y ha hecho que sea m¨¢s dif¨ªcil de atacar", a?adi¨® m¨¢s tarde el campe¨®n. "Debi¨® ganar el primer set, aunque eso no hubiera sido un problema. Intent¨¦ decirme, 'juega tu juego, le has ganado nueve veces en nueve partidos. S¨¦ agresivo. No le des puntos gratis", continu¨®. "Acab¨® funcionando bien, aunque fuera un partido dif¨ªcil. Estoy orgulloso de haberlo conseguido otra vez. Mis decisiones siempre parecen correctas y por eso es tan dif¨ªcil ganarme. Si yo no fuera yo, estar¨ªa impresionado de ver al mismo t¨ªo ganando siempre", admiti¨® el suizo.
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