Un tribunal indio dirime hoy la batalla entre los gen¨¦ricos y la farmac¨¦utica Novartis
La compa?¨ªa suiza quiere mantener la exclusividad sobre el Glivec, un anticancer¨ªgeno
Los tribunales indios decidir¨¢n hoy si los enfermos de c¨¢ncer pueden seguir teniendo a un precio barato los gen¨¦ricos de Glivec (un medicamento de la multinacional farmac¨¦utica Novartis) no s¨®lo en India, sino en muchos pa¨ªses subdesarrollados. La compa?¨ªa radicada en Suiza quiere mantener la exclusividad sobre su producto, cuya versi¨®n gen¨¦rica toman en India m¨¢s de 20.000 personas. Para ellas no es cuesti¨®n balad¨ª: la versi¨®n gen¨¦rica del medicamento cuesta 150 euros al mes, mientras que la original se vende a 2.000 euros.
"Nuestra vida depende de que Novartis no obtenga la patente. Comprar los gen¨¦ricos
[que cuestan unas cinco veces el salario promedio indio] ya es una lucha tit¨¢nica y que no todos los enfermos logran. Si se dejan de producir, habr¨¢ muchos muertos", asegura el presidente de la Asociaci¨®n de Ayuda a Enfermos de C¨¢ncer en India, Yogendra Sapru. Pero en el juicio no se debate un producto concreto. La lucha va mucho m¨¢s all¨¢: India es el mayor productor de medicamentos gen¨¦ricos del mundo. Sobre todo, antivirales para tratar el sida, de los que comercializa m¨¢s de la mitad de los usados en pa¨ªses subdesarrollados. Ahora mismo, en la oficina de patentes india esperan ser examinadas 13 solicitudes para medicamentos contra el sida de segunda l¨ªnea.
Por eso, el juicio es calificado de "emblem¨¢tico" por ONG como M¨¦dicos sin Fronteras (MSF) e Interm¨®n Oxfam, que lideran el apoyo a la ley india. "El subcontinente es la farmacia de los pobres. Este caso podr¨ªa sentar las bases para que se extiendan m¨¢s patentes y se d¨¦ una situaci¨®n mucho m¨¢s dram¨¢tica", explica el representante de la campa?a de MSF para el Acceso a Medicamentos Esenciales, Michel Lotrowska.
Anteriormente, India no otorgaba patentes. Sin embargo, por sus obligaciones con la Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC), en 2005 estableci¨® regulaciones. A¨²n as¨ª, las leyes evitan que se extiendan los monopolios. Por ejemplo, no se otorgan patentes a las medicinas que no se consideren totalemente nuevas, requisito al que apela Novartis para impugnar la ley india.
Mientras, los laboratorios donan los medicamentos propios o los venden a precio de coste. As¨ª se ha conseguido que el tratamiento de primera l¨ªnea contra el VIH pase de costar 10.000 euros por persona y a?o a algo m¨¢s de 130. Pero as¨ª los laboratorios obtienen ventajas: mantienen callada a la opini¨®n p¨²blica de los pa¨ªses ricos, cuyas ONG son las que han conseguido este descuento. Impiden que los gen¨¦ricos entren en el pa¨ªs, pero frenan el posible desarrollo de las industrias locales, critican las ONG.
En el mundo, las ventas de Glivec aumentaron el 19% en 2006, hasta los 540 millones de euros. Es el f¨¢rmaco en el segundo m¨¢s vendido por Novartis, tras su producto para el coraz¨®n, Diovan. Para la farmace¨²tica, la demanda s¨®lo busca la protecci¨®n de la propiedad intelectual. "Las patentes salvan vidas porque estimulan la innovaci¨®n", asegura en un comunicado. Para el presidente de Novartis en Espana y responsible de mercados emergentes, Jes¨²s Acebillo, el rechazo de la patente de Glivec significar¨ªa "libertad para copiar el producto y de comercializaci¨®n sin control, incluso fuera de los l¨ªmites territoriales del pa¨ªs en el que se produzca, facilitando una competencia desleal de consecuencias negativas para pacientes e industria innovadora". La empresa, que se autocalifica "socialmente responsable", dice que un 99% de los pacientes que toman Glivec en India lo reciben gratis.
"No queremos que nos regalen nada. Exigimos que los medicamentos de los que dependen vidas est¨¦n libres de patentes y accesibles para los enfermos", dice el presidente de la Red india de personas con sida, Elango Ramachandar. El Gobierno alem¨¢n -presidente de turno de la Uni¨®n Europea- pidi¨® la semana pasada a Novartis que reconsidere su postura. En India, hoy lo pedir¨¢n miles de enfermos y sus familiares frente al Tribunal y la sede de la farmace¨²tica.
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