La OTAN alerta a sus tropas en Kosovo y dice que no tolerar¨¢ desaf¨ªos

Las tropas de la OTAN en Kosovo (KFOR) se encuentran en estado de alerta y dispuestas a hacer frente a cualquier contingencia en v¨ªsperas de la llegada a Pr¨ªstina del emisario de la ONU, Martti Ahtisaari, con su plan para el futuro del territorio. El primer ministro albanokosovar, Agim Ceku, ha pedido calma a la poblaci¨®n mientras grupos de exaltados se han dado cita, la semana que viene, para protestar contra la no concesi¨®n inmediata de la independencia a la provincia serbia.

"KFOR est¨¢ preparada para todas las eventualidades. Que nadie se haga ilusiones de que nos van a poner a prueba. Y eso vale tanto para la mayor¨ªa como para la minor¨ªa", manifest¨® ayer Jaap de Hoop Scheffer, secretario general de la Alianza, tras entrevistarse en Bruselas con el presidente macedonio, Brako Crvenkovski.

El emisario de la ONU presentar¨¢ oficialmente su plan el viernes en Belgrado y Pr¨ªstina, la capital kosovar, donde la independencia tutelada de que se viene hablando no es aceptada por los m¨¢s extremistas, que la quieren ya y sin condiciones.

J¨®venes del grupo Autodeterminaci¨®n han convocado para el pr¨®ximo d¨ªa 10 una manifestaci¨®n contra los planes de Ahtisaari. "Os pido que os manteng¨¢is unidos y no respond¨¢is a las llamadas de personas o grupos irresponsables que os piden que rechac¨¦is un proceso que nos es m¨¢s favorable que nunca", tuvo que decir ayer a sus conciudadanos, en una alocuci¨®n radiof¨®nica, el primer ministro albanokosovar.

Sangrientas algaradas

La comunidad internacional y la OTAN temen desmanes. Lo que KFOR quiere evitar a toda costa es una repetici¨®n de las sangrientas algaradas de marzo de 2004, cuando hordas albanokosovares atacaron a placer a serbios indefensos y se llevaron por delante 19 vidas.

Aquellos incidentes se produjeron porque las tropas francesas, responsables del orden en la zona afectada, se negaron a actuar como antidisturbios. Desde entonces, las limitaciones que los Estados aliados ponen al uso de sus efectivos (unos 15.000 soldados ahora, de los que 650 son espa?oles) han desaparecido. "La OTAN va a seguir haciendo lo que est¨¢ haciendo: procurar que no estalle la violencia en los pr¨®ximos meses", apuntaba Scheffer.