PM7: Espa?a intenta la recuperaci¨®n
La participaci¨®n espa?ola en los Programas Marco de I+D (PM) de la UE ha sido una de las claves del r¨¢pido progreso de la ciencia espa?ola. Con la primera convocatoria publicada hace unas semanas se inicia el S¨¦ptimo Programa Marco (PM 7) de I+D ( de 2006 a 2013) que, con una duraci¨®n de 7 a?os frente a los 4 a?os de PMs anteriores y un presupuesto un 61% superior al del PM 6, contiene herramientas innovadoras para promover la investigaci¨®n de frontera y la movilidad investigadora.
El inicio del PM 7 llega tras una ca¨ªda de la participaci¨®n espa?ola, precedida de un aumento sostenido del presupuesto total del programa captado competitivamente por nuestros investigadores hasta alcanzar el 6.5 % en el PM 5 (1998-2002). El PM 6 (2002-2006), con un retorno de tan s¨®lo el 5,9 % de los fondos rompi¨® la tendencia ascendente, al tiempo que Espa?a pasaba de aportar un 7,.4 % en el PM 5 a un 8,4 % de los fondos en el 6, en el que una tercera parte de la aportaci¨®n espa?ola al Programa Marco sirvi¨® para financiar la investigaci¨®n de otros pa¨ªses. La ca¨ªda de participaci¨®n espa?ola fue particularmente abrupta en el liderazgo. As¨ª, en la I+D marina, el ¨¢mbito del Programa Marco en que los investigadores espa?oles tradicionalmente consiguen mejores retornos, ¨¦stos pasaron de liderar 22 % de los proyectos en que participaban en el PM 5 a s¨®lo el 11% de los proyectos, una ca¨ªda del 50% en el liderazgo espa?ol en el PM 6.
El papel marginal de Espa?a en la negociaci¨®n de los contenidos del Programa Marco ha dejado a los grupos espa?oles en una d¨¦bil situaci¨®n de partida
La ca¨ªda de la participaci¨®n espa?ola en el PM se origina con el desmantelamiento por el fracasado Ministerio de Ciencia y Tecnolog¨ªa de las estructuras existentes (OCYT) para apoyar nuestra participaci¨®n. El efecto Cenicienta, que facilitaba la participaci¨®n de socios del Sur de Europa para equilibrar geogr¨¢ficamente los consorcios del PM, se desplaz¨® con la ampliaci¨®n de la UE-25 a los nuevos pa¨ªses miembros. La participaci¨®n espa?ola se fundamenta ahora, exclusivamente, en su excelencia y los grupos que participaban gracias al efecto Cenicienta han dejado de ser actores relevantes.
La merma de liderazgo espa?ol en el PM 6 resulta de la carencia de equipos de investigaci¨®n con suficiente masa cr¨ªtica e instituciones capaces de prestar el apoyo administrativo y legal necesario para gestionar los grandes y complejos consorcios del PM 6. La merma de liderazgo es consecuente con el creciente micro-liderazgo y fragmentaci¨®n de grupos de investigaci¨®n, derivados de los mecanismos de financiaci¨®n y evaluaci¨®n de la actividad investigadora en Espa?a. El liderazgo de grandes proyectos del PM 6 ha implicado grandes sacrificios y quebraderos de cabeza administrativos a los pocos investigadores espa?oles que se han atrevido con esta tarea, que no han encontrado sus esfuerzos recompensados, no ya a nivel retributivo, sino incluso en forma de ayudas -pr¨¢cticamente inexistentes- para la gesti¨®n y ejecuci¨®n de los proyectos. La compleja gesti¨®n administrativa en el PM 6 ha desanimando la participaci¨®n de grupos que, habiendo participado tradicionalmente en el PM, carecen de estructuras de apoyo adecuadas.
El Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia ha creado el programa Eurociencia para estimular la participaci¨®n en el Programa Marco a trav¨¦s de la creaci¨®n de estructuras y programas de apoyo en las organismos de investigaci¨®n y universidades. Eurociencia supone una reacci¨®n valiosa pero tard¨ªa, pues las actuaciones que contempla se estar¨¢n a¨²n poniendo en marcha para cuando se publique la segunda convocatoria del PM 7.La recuperaci¨®n de un nivel de participaci¨®n satisfactoria en el PM 7 ser¨¢ compleja porque el papel marginal de Espa?a en la negociaci¨®n de sus contenidos ha dejado a los grupos espa?oles en una d¨¦bil situaci¨®n de partida para atender a las distintas prioridades establecidas.
Un nuevo descalabro en la participaci¨®n espa?ola podr¨ªa ser la puntilla que consolidase los s¨ªntomas de agotamiento de la tendencia de progresi¨®n de nuestra I+D. Los investigadores espa?oles debieran retornar en torno a 3.800 millones de euros del PM 7. Sin embargo, pensar que lo que est¨¢ en juego se limita a retornos econ¨®micos es subestimar groseramente el papel clave del PM en el impulso de la I+D espa?ola. El PM nos ha permitido formar equipos con los mejores grupos de investigaci¨®n europeos, acceder a grandes equipos, t¨¦cnicas y conceptos de los que no dispon¨ªamos en Espa?a y formar toda una generaci¨®n de investigadores en los mejores laboratorios de Europa. El PM ha aportado recursos por encima de los techos fijados por la limitaci¨®n de participaci¨®n simult¨¢nea en proyectos del Plan Nacional de I+D, un resorte de la perversa filosof¨ªa de caf¨¦ para todos. El PM ha permitido, en fin, formar parte de una comunidad cient¨ªfica europea que lidera la investigaci¨®n cient¨ªfica y tecnol¨®gica mundial en muchos ¨¢mbitos. La progresi¨®n de la ciencia espa?ola exige nuestra firme inserci¨®n en el ?rea Europea de Investigaci¨®n, cuyo motor fundamental sigue siendo el Programa Marco.
Los notables esfuerzos del gobierno para incrementar la financiaci¨®n en I+D deben acompa?arse de su canalizaci¨®n hacia objetivos estrat¨¦gicos. Incrementar la participaci¨®n espa?ola en el PM 7 ha de ser, sin duda, uno de estos objetivos. Esto requiere de una bater¨ªa de actuaciones que han de ir m¨¢s all¨¢ de las contenidas en el programa Eurociencia, incluyendo una negociaci¨®n m¨¢s en¨¦rgica de los contenidos del programa de trabajo del PM para que recojan l¨ªneas importantes para nuestro pa¨ªs; la creaci¨®n de incentivos a la participaci¨®n que animen a los investigadores a aventurarse en la esforzada pugna por participar en el PM abandonando el c¨®modo clientelismo del Plan Nacional de I+D; y la modificaci¨®n de los mecanismos de evaluaci¨®n e incentivaci¨®n de la actividad cient¨ªfica para fomentar el liderazgo, la excelencia, la cooperaci¨®n y la creaci¨®n de consorcios con suficiente masa cr¨ªtica como para ser actores relevantes en el Espacio Europeo de Investigaci¨®n. Estas actuaciones requieren de voluntad, de la que el MEC est¨¢ dando muestras, agilidad, de la que seguimos sin indicios, y recursos suficientes. La inversi¨®n en estas actuaciones de una cantidad equivalente a un 5 % de la que Espa?a retorna del PM permitir¨ªa incrementar en una proporci¨®n mucho mayor estos retornos, confiriendo un nuevo y decisivo impulso al desarrollo cient¨ªfico espa?ol.
Carlos M. Duarte es profesor de investigaci¨®n del CSIC en el Instituto Mediterr¨¢neo de Estudios Avanzados (CSIC- Universidad de les illes Baleares) en Mallorca
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