Argentinos

Uno de los momentos de m¨¢ximo respeto por la imagen de los argentinos en nuestra televisi¨®n coincidi¨® con la emisi¨®n de Vientos de agua. Como cab¨ªa esperar en el ecosistema parrillero, la serie fue ultrajada por los directivos de Tele 5 y, desde entonces, s¨®lo hab¨ªamos disfrutado de la argentina presencia del presentador de El show de C¨¢ndido (La Sexta). En estos d¨ªas, y tras los recientes fichajes de Igua¨ªn y Gago por el Real Madrid, contamos con dos nuevos argentinos medi¨¢ticos: Gustavo, el concursante del sopor¨ªfero concurso Unan1mous, y Ariel, el cocinero de El toque Ariel (ambos en Antena 3). Gustavo, que define su profesi¨®n con el ambiguo ep¨ªgrafe de "comercial", es un tipo implacable que para conseguir el mill¨®n de euros del concurso est¨¢ dispuesto a jurar que necesita el dinero para curar el c¨¢ncer de su padre. Lo del c¨¢ncer es una trola coherente: el concurso premia la mentira, as¨ª que no hay que interpretar el celo de Gustavo como el resultado de una estrategia villana sino como la b¨²squeda de la excelencia.

Ariel, en cambio, contribuye a la saturaci¨®n de cocineros televisivos matinales montando un pollo festivo y cargante, sob¨®n con las espectadoras del plat¨®, alrededor de algo tan simple como una receta. Si en sus tiempos Argui?ano viaj¨® a Argentina para sorprender a la audiencia con su sentido vasco de la cocina, ahora nos devuelven la visita, y es Ariel quien interpreta sus aceleradas recetas, ali?adas con giros ling¨¹¨ªsticos que confirman que en un mismo idioma las cosas pueden llamarse de modo distinto. En Unan1mous, por cierto, hay una concursante que destaca. Se llama Carmen, trabaja en los servicios de limpieza de Barcelona, tiene dos hijas y de joven fue atracadora de bancos. Cuando le preguntan para qu¨¦ necesita el dinero, afirma que es el ¨²nico modo de comprar un piso en su ciudad. De lo que se deduce que, para muchos, la ¨²nica manera de ser propietario es a trav¨¦s del atraco o del concurso. Son dos opciones que hay que sumar a la corrupci¨®n urban¨ªstica.