La tarea m¨¢s urgente
Raimon Panikkar pretende poner en di¨¢logo culturas, religiones y lenguas en una obra en la que asienta las bases filos¨®ficas de lo que deber¨ªa ser la paz en el contexto actual.
PAZ E INTERCULTURALIDAD. Una reflexi¨®n filos¨®fica
Raimon Panikkar
Herder. Barcelona, 2006
180 p¨¢ginas. 11,50 euros
La paz, a estas alturas de la Historia, se ha convertido en el asunto m¨¢s urgente de la Humanidad. La paz es lo que vuelve la vida habitable, lo que le da sentido a lo que somos, un humus nutricio donde echar ra¨ªces y un desfile de nubes en el cielo donde poner a viajar nuestros sue?os. Por eso conviene pensarla bien, y hacerlo menos desde sus definiciones, que para prevalecer se enfrentan literalmente a muerte, que desde el amor, los s¨ªmbolos o la escucha: la paz no deber¨ªa ser motivo de controversia sino raz¨®n para el encuentro. Eso, pensar bien la paz, es lo que lleva haciendo Raimon Panikkar desde siempre, en este libro y en otros anteriores relacionados como Paz y desarme cultural, pero tambi¨¦n en el conjunto de su obra, un impresionante esfuerzo por poner en di¨¢logo culturas, religiones y lenguas. El Cristo desconocido del hinduismo, El silencio del Buddha, La intuici¨®n cosmote¨¢ndrica, Iconos del misterio o The vedic experience, por entresacar unos pocos t¨ªtulos de su vasta producci¨®n, son contribuciones ejemplares a la concordia ¨ªntima, de coraz¨®n a coraz¨®n, de centro a centro, entre universos mentales y experienciales distintos.
En Paz e interculturalidad Panikkar pone las bases filos¨®ficas de lo que deber¨ªa ser la paz en el contexto actual de un cruce m¨²ltiple entre culturas que, para ignominia de lo que somos, demasiadas veces produce violentos choques de trenes. De entrada, nos previene acerca de dos peligros: el del di¨¢logo dial¨¦ctico, que se rige por la ley de las dicotom¨ªas, la epistemolog¨ªa del cazador, la racionalidad instrumental y la necesidad de que, al final del mismo, haya vencedores y vencidos; y el del multiculturalismo, que, heredero del colonialismo, todav¨ªa cree que hay culturas, o metaculturas, superiores en condiciones de ofrecer una hospitalidad condescendiente a las otras culturas y que, en ¨²ltima instancia, como avisan, entre otros, el Nobel de Econom¨ªa Amartya Sen o Giovanni Sartori, propugna un relativismo radical entre valores y sistemas del que no puede salir nada bueno a medio y largo plazo.
En vez del di¨¢logo dial¨¦ctico Panikkar invita al di¨¢logo dialogal, que no se propone convencer al otro sino un aprendizaje de la lengua ajena -mitos, s¨ªmbolos, idiomas, costumbres...
- para despu¨¦s intentar un aventurarse juntos en lo desconocido. Ello sobre la base de que al otro no se le puede conocer sin antes quererle, sin sentir que no es un extranjero sino una parte de uno, y sin entender que la vida ni se rige por la l¨®gica ni es totalmente inteligible. Y en vez del multiculturalismo anima al interculturalismo, una suerte de inter-in-dependencia de civilizaciones y culturas fundamentada en el cultivo de la confianza, en la fecundaci¨®n mutua y en la recuperaci¨®n de las palabras primordiales, que son las de la m¨ªstica y tambi¨¦n las del amor o las de la poes¨ªa, como veh¨ªculo de comunicaci¨®n.
El libro reflexiona sobre es
tos asuntos desde el punto de vista pol¨ªtico, sociol¨®gico, antropol¨®gico o cient¨ªfico, pero es en el intento de desentra?ar sus honduras filos¨®ficas y religiosas donde Panikkar pone m¨¢s empe?o: la paz, tan manoseada por intereses partidistas de todas clases y procedentes de todos los puntos cardinales, tiene que librarse de las inercias de la Historia con la fuerza del Esp¨ªritu. En este sentido, es especialmente hermoso el final (que reproduce un cap¨ªtulo de Paz y desarme cultural), "Nueve sutras sobre la paz", en donde quintaesencia lo comentado con anterioridad: que la paz "es una participaci¨®n en la armon¨ªa del ritmo del ser", que "es imposible vivir sin paz interior", que "el desarme militar requiere un desarme cultural" o que "s¨®lo el perd¨®n lleva a la paz", entre otras.
La paz es escucha y palabra desarmada, el principio y el fin de lo humano. Obras como ¨¦sta son, por eso, tan necesarios: nos devuelven la esperanza en que alg¨²n d¨ªa prevalezca sobre la discordia y nos dan materiales para pensarla sin prejuicios ni miedos.
![El ex presidente surafricano y Nobel Nelson Mandela, con el grupo U2, en un concierto de lucha contra el sida.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/G6QKU4TYAZYWYVVHHMSYMGPQQU.jpg?auth=e97555ae75cdb0912c5ce8199260d8823d2e17f1f3e9a538c09d7520007c08e3&width=414)
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