El Sevilla sigue tieso

El Sevilla est¨¢ tieso. Lo que primero se identific¨® como un tropiezo se revel¨® despu¨¦s como un s¨ªntoma y ayer ya qued¨® claro que necesita de tratamiento. El juego del equipo andaluz ha ido perdiendo lustre -poco a poco, pero ininterrumpidamente- desde hace poco m¨¢s de un mes. El resultado frente a la Real Sociedad no ha sido el peor en este periodo de tiempo, pero quiz¨¢ el desempe?o futbol¨ªstico s¨ª. El equipo se atomiz¨® entre las voluntades y decisiones de sus futbolistas por primera vez desde hace ya varios a?os y no hab¨ªa conjuro entre los que vest¨ªan la camiseta blanca y roja.

Desde bien prontito qued¨® claro lo que el partido iba a dar de s¨ª. M¨¢s bien poco. Juande Ramos no pudo tirar esta vez de Kanout¨¦ y no quiso hacerlo con Poulsen. En cierto modo, entre uno y otro se hab¨ªan repartido gran parte de las cr¨ªticas o las explicaciones bienintencionadas sobre el bache de resultados de los sevillistas, lo que en el fondo no es m¨¢s que el reconocimiento de su contribuci¨®n al mejor juego del conjunto. Ayer se les ech¨® terriblemente en falta. Tanto la versi¨®n excelsa como la ramplona.

La Real lleg¨® al encuentro con su trabajo bien estudiado y fijado. Lotina busc¨® entorpecer la banda derecha de los sevillistas y atosigar a los centrocampistas. Mart¨ª y Renato casi nunca han ligado. El f¨²tbol del primero es f¨ªsico hasta la demagogia y el del brasile?o tiende a apocarse y perder el sitio cuando le toca conducir m¨¢s de la cuenta. Ayer, los sevillistas se rompieron por ah¨ª.

Contar con un jugador como Daniel Alves en el equipo es una cosa la mayor de las veces fant¨¢stica y otras no tanto. Lo que nunca suceder¨¢ es que el lateral pase inadvertido. Alves se dio cuenta inmediatamente de que la cosa no rulaba. Cada bal¨®n que toc¨® a partir de entonces lo decidi¨® convertir en una subida al ataque. Y, durante la mayor parte de la primera mitad del encuentro, sus carreras y sus centros a la olla fueron los principales argumentos ofensivos de los sevillistas.

Los centrocampistas realistas siguieron con lo suyo y en tres ocasiones lograron lanzar balones a los atacantes para que ¨¦stos buscaran el chut ante Palop. Y los realistas dispararon tres veces entre los palos en la primera mitad, bastante m¨¢s que los de casa.

En el ataque sevillista las cosas no eran tan sencillas ni la exigencia era tan laxa. Navas lo intent¨®, pero a¨²n se le nota bajo tras su reciente reca¨ªda de la lesi¨®n de rodilla, Kerzhakov -un fichaje para el a?o que viene, seg¨²n Juande Ramos- demostr¨® sus ganas infinitas y fue el que m¨¢s cerca estuvo del gol con un cabezazo al larguero poco antes de la media hora. Luis Fabiano regres¨® tras su sanci¨®n, pero en la versi¨®n m¨¢s despistada de s¨ª mismo. Desesperante por momentos. A cinco minutos del final, Alves le puso un bal¨®n extraordinario a la espalda de los defensas y al coraz¨®n del ¨¢rea, pero el delantero, una vez m¨¢s despistado, se limit¨® a correr hasta que el bal¨®n le tropez¨® en la tibia.

La Real, que jug¨® los ¨²ltimos diez minutos con diez por la lesi¨®n de Uranga y los cambios ya agotados, no tuvo demasiados problemas para resistir las intentonas sevillistas. Ayer parec¨ªa f¨¢cil.