Madrid, Navarra y el Pa¨ªs Vasco encabezan la construcci¨®n de viviendas sociales
Las casas protegidas suponen s¨®lo el 10% de las construidas desde 2001, con Catalu?a a la cola
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?Qui¨¦n construye vivienda p¨²blica en Espa?a? El Pa¨ªs Vasco, Navarra y Madrid est¨¢n a a?os luz del resto. En estas tres comunidades, al menos uno de cada cinco nuevos pisos construidos desde 2001 es de protecci¨®n oficial. Baleares, Canarias y Catalu?a est¨¢n en el furg¨®n de cola, muy lejos de la media espa?ola, que se sit¨²a en el 10,4% de los pisos iniciados en el ¨²ltimo lustro. Tanto el Gobierno central como los auton¨®micos atribuyen las amplias diferencias regionales a las reservas de suelo que vienen aplicando las comunidades m¨¢s activas en construcci¨®n de viviendas de protecci¨®n oficial.
A Isabel Cidoncha, de 35 a?os y mileurista, le toc¨® la loter¨ªa en 2004: una vivienda de protecci¨®n oficial (VPO) en el centro de Barcelona. Un alquiler de 187 euros al mes por 36 metros cuadrados en el coraz¨®n mismo de la capital catalana, "muy cerca del barrio de Gr¨¤cia", apostilla. Lo de la loter¨ªa no es una met¨¢fora. Isabel sali¨® ganadora de un sorteo de mil pisos protegidos en el que hab¨ªa unas 15.000 peticiones. No se trata de un caso asilado. Lo mismo ocurre en todas las grandes ciudades, donde las pisos protegidos se han erigido como una posibilidad de acceso a la vivienda para colectivos que dif¨ªcilmente pueden pagar precios de mercado. Pero las posibilidades de encontrar un piso protegido no son las mismas en San Sebasti¨¢n que en Palma de Mallorca.
Las autonom¨ªas tradicionalmente gobernadas por la derecha son las que mayor esfuerzo relativo han hecho -grosso modo- por impulsar la vivienda de protecci¨®n oficial en Espa?a en los ¨²ltimos cinco a?os. El mundo al rev¨¦s: comunidades como Andaluc¨ªa y Castilla-La Mancha se sit¨²an por debajo de la media, y Catalu?a est¨¢ en el furg¨®n de cola, seg¨²n se desprende de los datos oficiales del Gobierno.
Al menos una de cada cinco viviendas iniciadas en Madrid, Navarra y el Pa¨ªs Vasco desde 2001 son pisos protegidos. La media espa?ola es mucho m¨¢s pobre, con una VPO de cada 10 viviendas iniciadas desde 2001. En Catalu?a y en los dos archipi¨¦lagos, esa cifra se reduce a poco m¨¢s del 5% de los pisos iniciados.
Reservas de suelo
Las razones de esta desigual distribuci¨®n geogr¨¢fica son diversas, pero tanto las administraciones como los expertos coinciden en un dato clave. El Pa¨ªs Vasco, Navarra y, en menor medida, Madrid, llevan casi una d¨¦cada destinando parte del suelo a pisos protegidos por ley. "En Catalu?a hemos perdido 10 a?os; la reserva de suelo se hace s¨®lo desde 2004", explica Carme Trilla, secretaria de Vivienda del Gobierno catal¨¢n. "Las perspectivas indican que las cifras van a mejorar a pesar de la carest¨ªa de suelo, por la reserva y porque para los promotores ahora s¨ª es rentable construir VPO", afirma.
"Mientras la vivienda libre se vend¨ªa incluso sobre plano y con fuertes plusval¨ªas para los promotores nadie constru¨ªa pisos protegidos. Ahora es diferente, a los empresarios les salen los n¨²meros", explica Juan Blasco, director general de Vivienda de la Comunidad de Madrid. Blasco reconoce que hasta 2003 apenas hab¨ªa vivienda protegida en Madrid. Pero las cosas han cambiado radicalmente: uno de cada cuatro pisos iniciados en 2006 corresponden a VPO, con m¨¢s de 23.000 viviendas. "La reserva de suelo es una de las causas. Pero tambi¨¦n pol¨ªticas como el alquiler con derecho a compra de pisos protegidos, que ya han desarrollado varias comunidades", dice.
El Ministerio de Vivienda ha puesto en marcha varias medidas para estimular la VPO, especialmente entre los j¨®venes, que van de las ayudas directas a los pisos de precio concertado, hipotecas m¨¢s largas y la necesidad de mantener la calificaci¨®n por un plazo m¨ªnimo de 30 a?os, que comunidades como Catalu?a han elevado a 90 a?os para evitar fraude. De momento, no parece suficiente. Rafael Pacheco, director general de Pol¨ªtica de Vivienda, asegura que el objetivo es que a medio plazo "uno de cada tres pisos iniciados sea de protecci¨®n oficial", cuando la proporci¨®n actual es de uno a diez. La ley de suelo, en pleno tr¨¢mite parlamentario, introduce la obligaci¨®n de que al menos un 25% del suelo se destine a VPO, una medida que ya aplican -con porcentajes mayores- varias comunidades. "El crecimiento de las VPO empieza a verse claramente ahora, en los datos de viviendas iniciadas. Es evidente que hay m¨¢s voluntad pol¨ªtica en todas las administraciones", concluye.
Chal¨¦s, sorteos y fraudes
"Un reclamo electoral". ?sa es una de las razones de la eclosi¨®n de las Viviendas Protecci¨®n Oficial (VPO) iniciadas en los ¨²ltimos a?os, a juicio del economista Julio Rodr¨ªguez. Detr¨¢s de la necesidad social por el alza de precios de la vivienda, Rodr¨ªguez describe los dos grandes problemas que detecta en el ¨¢mbito de la vivienda protegida: su "utilizaci¨®n pol¨ªtica" y, sobre todo, "el fraude".
- Dinero negro. Gobierno y comunidades reconocen que la venta de viviendas protegidas est¨¢ acompa?ada de un sobreprecio en dinero negro. Para solucionarlo, varias comunidades aut¨®nomas se arrogan la facultad de ejercer el derecho de tanteo sobre el piso en venta.
- Adjudicaci¨®n. Vivienda no financia VPO si los pisos no se adjudican a trav¨¦s de registros p¨²blicos y con determinados criterios. En la pr¨¢ctica, la picaresca resulta fenomenal. Si los pisos se adjudican "por riguroso orden de solicitud", sucede que amigos y parientes de las promotoras -o incluso de pol¨ªticos en activo- son los primeros beneficiarios en las listas. Para muestra, un bot¨®n. Un hijo del alcalde de Valladolid, del Partido Popular, y la hija de un consejero del Gobierno de Castilla y Le¨®n se convirtieron de esta manera EN adjudicatarios de sendas viviendas de protecci¨®n oficial.
- Casa y pisos vac¨ªos. Pese a la tan comentada falta de suelo, se construyen chal¨¦s de protecci¨®n oficial en casi todas las comunidades aut¨®nomas: de Madrid a Andaluc¨ªa, pasando tambi¨¦n por Catalu?a. El ¨²ltimo ejemplo son las 3.000 casas impulsadas en el municipio de Fresno del Torote (Madrid), en una zona de protecci¨®n de aves, con m¨¢s de 1.100 protegidas. La otra cara de la moneda es C¨®rdoba, cuyo ayuntamiento no consigue compradores para una promoci¨®n, mientras que en otras ciudades hay listas de espera para acceder a la vivienda de miles de personas.
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