Argentina, una hect¨¢rea por una hamburguesa

?Puede una hect¨¢rea de terreno costar m¨¢s barata que una hamburguesa?

En algunas zonas de Argentina s¨ª. Empresas, organizaciones, multimillonarios o simples particulares han puesto sus ojos en uno de los pa¨ªses m¨¢s extensos del mundo, que ofrece la posibilidad de comprar desde inmensos p¨¢ramos a f¨¦rtiles vi?edos, pasando por caprichos de la naturaleza o tierras de labor cerca de la capital. El pa¨ªs suramericano vive una loca carrera de venta de tierras, tanto p¨²blicas como privadas, que, seg¨²n investigadores, organizaciones sociales y pol¨ªticas, afecta a unos 300.000 kil¨®metros cuadrados, m¨¢s de la mitad de la extensi¨®n de Espa?a. La falta de una legislaci¨®n federal sobre el tema ha acelerado un proceso de venta, que si bien ha sido normal a lo largo de la historia de Argentina, ha levantado voces de alarma que van desde los medios de comunicaci¨®n a la Iglesia cat¨®lica.

En la provincia de Mendoza se pueden adquirir ricos vi?edos a 60.000 euros la hect¨¢rea

Los hermanos Benetton poseen en Argentina tierras equivalentes a la provincia de Valencia

"En Santiago del Estero y en Chaco [provincias al norte del pa¨ªs] la hect¨¢rea vale lo que vale una hamburguesa", denuncia Andr¨¦s Kliphhan, coautor de Tierras S.A., una investigaci¨®n de tres a?os junto a Daniel Enz que muestra el descontrolado proceso de venta de tierras que vive Argentina. "Hay 30 proyectos de ley para regularlo, ya sea en el Parlamento federal o en los provinciales, pero est¨¢n todos metidos en el caj¨®n", a?ade. Kliphhan advierte de que grandes compradores son sociedades de las que no se sabe nada y cuya sede est¨¢ situada en para¨ªsos fiscales.

Al menos el 10% del territorio nacional ya est¨¢ en manos extranjeras, seg¨²n indica, citando como fuente al Ministerio de Defensa argentino, Gonzalo S¨¢nchez, autor de La Patagonia Vendida. De hecho, el mayor propietario del pa¨ªs es un grupo familiar italiano y multinacional de la moda: los hermanos Benetton, que poseen en total unos 10.000 kil¨®metros cuadrados, una cifra que puesta sobre los 2.780.000 kil¨®metros cuadrados de Argentina tal vez no representen mucho, pero que trasladados sobre el mapa de Espa?a significar¨ªa poseer en su totalidad la provincia de Valencia o Asturias.

Tras ellos, en la lista de megapropietarios se sit¨²an cinco familias tradicionales argentinas, aunque llaman m¨¢s la atenci¨®n de los medios otros magnates extranjeros, especialmente los estadounidenses, que han puesto sus ojos y sus d¨®lares en los extensos terrenos patag¨®nicos.

Los Benetton -que comenzaron a comprar hect¨¢reas argentinas en los a?os noventa- no s¨®lo son los mayores terratenientes de Argentina, sino tambi¨¦n los mayores productores de cordero patag¨®nico (y de lana) del pa¨ªs. Adem¨¢s, se dedican a la reforestaci¨®n, con variedades de ¨¢rboles cuya madera luego es empleada en la fabricaci¨®n de muebles. Aunque han tenido problemas judiciales con comunidades ind¨ªgenas por la posesi¨®n de algunos de sus lotes de tierra, son considerados parte de la categor¨ªa de propietarios productivos.

En otro plano se sit¨²a el multimillonario Douglas Tompkins, quien al frente de la Conservation Land Trust es poseedor de unos 4.500 kil¨®metros cuadrados -como la provincia de Pontevedra-, de los cuales un 20% es productivo y el resto forma de parte de su proyecto personal de conservaci¨®n de la naturaleza, que en Chile ha levantado pol¨¦mica dado que sus posesiones -declaradas por el Estado Santuario de la Naturaleza, de acceso p¨²blico pero control privado- pr¨¢cticamente dividen el pa¨ªs andino en dos. En Argentina, Tompkins -con buena conexi¨®n con el matrimonio Kirchner- ha comprado y donado luego al Estado grandes extensiones de terreno a condici¨®n de que sean declaradas reservas naturales. El multimillonario ecologista evita cuidadosamente comprar tierra fiscal -de propiedad p¨²blica- para eludir posibles reclamaciones de grupos vecinales o administraciones, aunque ha tenido problemas por el cierre de pasos vecinales.

En una tercera categor¨ªa de grandes propietarios extranjeros estar¨ªan situados aquellos que compran terrenos para disfrute personal. Los que m¨¢s destacan son el vicepresidente de AOL/Time Warner y fundador de la cadena CNN, el estadounidense Ted Turner, o Joseph Lewis, el sexto hombre m¨¢s rico del Reino Unido, con negocios por todo el mundo y algunos caprichos como el equipo de la Premier Tottenham Hotspur.

"Hist¨®ricamente, Argentina se ha dedicado a vender su tierra, pero el problema es que se est¨¢ vendiendo terreno que no se puede vender", se?ala Gonzalo S¨¢nchez, quien denuncia la falta de regulaci¨®n respecto a las tierras fiscales, es decir, aquellas de titularidad p¨²blica sobre las que cada provincia -es decir, cada gobernador- decide si las vende y c¨®mo. El ¨²ltimo proyecto legislativo de regularizaci¨®n fue presentado hace a?o y medio por el diputado federal peronista Jos¨¦ Mar¨ªa D¨ªaz Bancalari, pero ni siquiera fue admitido a tr¨¢mite parlamentario.

Pero adem¨¢s de los nombres m¨¢s llamativos, miles de inversores de todo el mundo han puesto sus ojos en Argentina, y aqu¨ª se mezclan los intereses comerciales, los sue?os personales y la mera especulaci¨®n. La provincia de Mendoza, a poco m¨¢s de 1.000 kil¨®metros al oeste de Buenos Aires y fronteriza con Chile, es un buen ejemplo de ello. Mendoza se caracteriza por tener una combinaci¨®n de tierra y clima excepcional para el cultivo de vides. Desde hace unos a?os, grandes grupos vitivin¨ªcolas franceses, espa?oles e italianos est¨¢n adquiriendo terrenos y bodegas como parte de su estrategia de expansi¨®n empresarial. Y tambi¨¦n lo est¨¢n haciendo ciudadanos particulares, argentinos y extranjeros, animados por la posibilidad de realizar el sue?o de tener un vi?edo al precio de unos 60.000 euros la hect¨¢rea plantada y produciendo uva que luego se puede vender a diversas cooperativas. Pero tambi¨¦n se est¨¢ produciendo una inversi¨®n puramente especulativa animada por las proyecciones de alza en el precio del terreno.

La Iglesia cat¨®lica ha entrado en escena con la publicaci¨®n hace algunos meses de un documento titulado Una tierra para todos, en el que denuncia la concentraci¨®n de tierra productiva y pide una pol¨ªtica de Estado para un problema que afecta a comunidades ind¨ªgenas, trabajadores del campo y los habitantes de las ciudades.

Mientras, a la estela del negocio, p¨¢ginas en Internet tratan de pescar incautos con el reclamo de ventas de miles de hect¨¢reas en la Patagonia. "Es una estafa. De la venta ya se encargan grandes inmobiliarias argentinas", advierte Andr¨¦s Kliphhan, para quien uno de los aspectos m¨¢s preocupantes es la falta de transparencia a la hora de saber qui¨¦nes son en realidad los propietarios de la tierra. Una tierra a veces m¨¢s barata que una hamburguesa.