Cuarenta a?os provisionales

"Cuando llegu¨¦ era de noche. El 28 de octubre de 1963. No lo olvidar¨¦. Ven¨ªamos de unas chabolas que mi padre hab¨ªa construido con restos de ladrillos de un vertedero que hab¨ªa junto al campo de f¨²tbol del Atl¨¦tico Aviaci¨®n... Desde entonces vivo aqu¨ª". Es la historia de Feliciano Sanz, de 79 a?os. La misma que la de 1.104 familias que hace m¨¢s de 40 a?os desembarcaron en la unidad vecina de absorci¨®n (UVA) de Hortaleza, al norte de la ciudad.

El Ministerio de la Vivienda construy¨® estos barrios de forma provisional -para unos cinco a?os- con la pretensi¨®n de acabar con el chabolismo que se hab¨ªa originado alrededor de Madrid. Prometieron a los inquilinos que en poco tiempo los llevar¨ªan a casas m¨¢s habitables. Los materiales empleados en el enjambre de la UVA no eran de gran calidad, y pronto los edificios mostraron las arrugas de la provisionalidad con la que fueron levantados. Lo provisional se hizo permanente.

Un plan municipal prev¨¦ la demolici¨®n de 50 viejos edificios para construir 11 nuevos

Aunque ya hubo una primera reforma, en el barrio quedan 644 casas que se caen a trozos

Feliciano trabaj¨® como pintor, zapatero y ch¨®fer. Ahora est¨¢ jubilado, como muchos en el barrio. M¨¢s de la mitad de las cerca de 4.000 personas que viven en la UVA se han hecho mayores all¨ª. La Comunidad ya acometi¨® una primera fase de rehabilitaci¨®n hace a?os, pero quedan 644 viviendas del n¨²cleo original que se caen a trozos. Y sus habitantes esperan como agua de mayo el nuevo plan urban¨ªstico que acaba de aprobar el Ayuntamiento.

Cuarenta a?os despu¨¦s de ser ocupado, el barrio, que lleg¨® a ser premiado por su dise?o arquitect¨®nico, se encuentra en situaci¨®n marginal. Los bloques de dos alturas, rodeados de corredores y pasillos que favorec¨ªan la convivencia, est¨¢n desvencijados. Todos han sido reformados por sus inquilinos y han recuperado cierto esp¨ªritu chabolista. Las galer¨ªas est¨¢n bloqueadas con cartones, pl¨¢sticos y, en algunos casos, con ladrillos. "Es inc¨®modo que la gente pase junto a tu dormitorio", justifica una de las residentes mientras friega sus tres metros de pasillo. Ahora los edificios tienen el aspecto de pabellones carcelarios. Una imagen de insalubridad y dejadez se ha adue?ado del entorno.

La UVA de Hortaleza fue dise?ada por los arquitectos Fernando Higueras y Antonio Mir¨®. El proyecto recibi¨® un premio en el X Congreso Internacional de Arquitectura celebrado en Buenos Aires como mejor vivienda social. El jurado estaba integrado por los prestigiosos arquitectos Le Corbusier y Louis Kahn. Por eso, cuando el Ayuntamiento de Madrid y el Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima) intentaron a principios de los a?os noventa atacar la rehabilitaci¨®n del barrio, se toparon con que todo estaba protegido. "Estos edificios est¨¢n en los libros de texto de arquitectura", cuenta F¨¦lix Arias, concejal socialista responsable de Urbanismo.

El pasado 12 de enero, el Ayuntamiento de Madrid sac¨® a informaci¨®n p¨²blica un nuevo plan para desarrollar el urbanismo del n¨²cleo original del barrio, que permitir¨¢ al Ivima rehabilitarlo. El proyecto municipal pretende demoler 50 viejos edificios de dos plantas para construir 11 nuevos de seis y nueve alturas, en los que habr¨¢ 650 viviendas, como la que ocupa ahora Feliciano.

?l vive desde hace tres a?os en una de las nuevas viviendas construidas por el Gobierno regional en la primera fase. Es un piso de unos 75 metros, por el que paga 115 euros mensuales "con la comunidad incluida". "Es un chollo", dice orgulloso. Y quiere que todos los vecinos del barrio corran su misma suerte. "Durante muchos a?os estuve en la asociaci¨®n de vecinos. Quer¨ªa luchar para que todos tuvi¨¦semos la oportunidad de vivir con dignidad", recuerda. Sigue embarcado en la misma aventura, pese a la desidia vecinal. "Hace dos a?os preparamos una concentraci¨®n en la Puerta del Sol para reclamar la rehabilitaci¨®n del barrio. Contratamos cinco autobuses y al final s¨®lo pudimos llenar uno. Fue una pena", susurra.

Ahora el relevo lo ha recogido Juana Meg¨ªas, presidenta de la asociaci¨®n de vecinos, que recuerda con amargura c¨®mo en 2000 el Gobierno regional les inform¨® de que el plan de rehabilitaci¨®n que planeaba el Ayuntamiento ten¨ªa muchas deficiencias. Se difuminaron todas sus esperanzas. "Fue otro jarro de agua fr¨ªa", cuenta con un gran suspiro. Pero ahora ha recobrado la ilusi¨®n.

Los vecinos esperan con ansiedad el nuevo plan elaborado por los t¨¦cnicos municipales. La directora general de Urbanismo, Beatriz Lob¨®n, reconoce que la zona "necesita una rehabilitaci¨®n cuanto antes". La responsable municipal insiste en que el nuevo plan parcial es el resultado de un acuerdo entre el Ivima, el Colegio de Arquitectos y los vecinos.

"No ha sido f¨¢cil", dice Meg¨ªas. Los arquitectos quer¨ªan conservar la zona, que estaba protegida, "por ser un ejemplo de urbanismo durante mucho tiempo". Al final se respetar¨¢ la identidad de la UVA: se mantendr¨¢n en pie siete inmuebles y se rehabilitar¨¢n otros 20 que est¨¢n agotados. Lob¨®n asegura que el barrio mejorar¨¢ bastante "solamente con que se tire todo lo que est¨¢ en condiciones horrorosas".

El socialista F¨¦lix Arias explica que el problema del barrio es que fue construido con viviendas provisionales y pocos medios. "Las viviendas no tienen ni la altura ni las condiciones para vivir all¨ª". Y Lob¨®n coincide: "Uno de los obst¨¢culos para conservar los viejos inmuebles es la escasa altura de las viviendas. Apenas tienen dos metros, por debajo de lo establecido en la normativa", se?ala la responsable municipal.

El problema no es s¨®lo arquitect¨®nico. Rehabilitar el barrio no es f¨¢cil. Hay viviendas que han pasado de padres a hijos. Es el caso de Carmen Bengoechea, miembro de la asociaci¨®n juvenil Fray Escoba. "Mi padre estuvo 50 a?os esperando que lo llevaran a otra casa", sostiene, y recuerda los 30 a?os de an¨¦cdotas en la UVA. "Hay otros vecinos que llevan pagando un alquiler 50 a?os y ahora se niegan a pagar m¨¢s por las viviendas", apunta Ram¨®n Silva, concejal socialista. "Adem¨¢s", a?ade, "hay vecinos que ocuparon como vivienda los huecos que hay entre los edificios".

El director gerente del Ivima, Jos¨¦ Antonio Mart¨ªnez P¨¢ramo, matiza: "Son una minor¨ªa. Y a todos se les dar¨¢ una soluci¨®n". Mart¨ªnez reconoce que "durante algunos a?os la rehabilitaci¨®n ha ido m¨¢s lenta". "Pero desde hace tres se han rehabilitado casi la mitad de las viviendas", subraya. A¨²n quedan, eso s¨ª, 644 viviendas originales con sus inquilinos, aunque el director gerente afirma que hace unos d¨ªas ha aprobado el realojo de otras 162 familias. Los vecinos esperan que ¨¦ste sea el primer paso para que la UVA pierda el adjetivo de marginal.