CSI: Barcelona
Un simulacro policial tras un crimen abre la semana de novela negra
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El crimen era de risa: el asesinado, saludando a unos amigos antes de caerse muerto encima de la mesa; el mism¨ªsimo jefe de la Polic¨ªa Cient¨ªfica de Barcelona de los Mossos d'Esquadra, Daniel Mart¨ªnez, esparciendo tinta roja ("demasiado espesa", se quejaba), y la oficina escenario del crimen, en pleno patio del cuartel de la Guardia Urbana en La Rambla barcelonesa. Pero todo el resto del proceso de simulaci¨®n de qu¨¦ pasa desde que se llama a la polic¨ªa para informar de que se ha cometido un crimen hasta que se levanta un cad¨¢ver fue real. Tan real que los cerca de 200 asistentes al particular evento cre¨ªan ser figurantes de excepci¨®n de un cap¨ªtulo del televisivo CSI: Las Vegas.
La entrega deber¨ªa haberse titulado CSI: Barcelona, y no era m¨¢s que la espectacular, rigurosa e instructiva sesi¨®n con la que BCNegra, encuentro de novela negra de Barcelona inici¨® ayer imaginativamente su tercera edici¨®n.
"Tranquil¨ªcese", dec¨ªa la en cambio nervios¨ªsima voz de la supuesta centralita de la Guardia Urbana adonde hab¨ªa llamado la secretaria del asesinado tras constatar: "No tiene muy buen aspecto mi jefe". Efectivamente: deb¨ªa estar muerto. Huelga decir que los dos miembros de la Guardia Urbana motorizada llegaron ipso facto (estaban en casa) y fueron ellos, agentes de verdad ya, los que, tras comprobar que el muerto estaba muerto, abrieron el cap¨ªtulo del CSI al grito (por la radio) de: "Activamos Polic¨ªa Cient¨ªfica y Grupo de Homicidios de los mossos".
Ah¨ª empezaron a chalar todos, p¨²blico y polic¨ªas. Mart¨ªnez y el m¨¦dico forense del Instituto de Medicina Legal de Catalu?a, Josep Castell¨¤, se lo hab¨ªan puesto f¨¢cil. Hab¨ªa huellas con y sin sangre por doquier, el muerto llevaba camisa blanca y encima de la mesa hab¨ªa armamento homicida para escoger: cuchillo y pistola. Real, al parecer, como la vida misma. "El crimen perfecto no existe; si acaso, somos nosotros que no sabemos resolverlo, porque uno siempre deja algo o se lleva algo del escenario de un crimen", explica Mart¨ªnez, el Gil Grissom barcelon¨¦s, a un periodista. ?Perjudica la existencia de una serie as¨ª a la polic¨ªa en tanto instruye al criminal? "Las t¨¦cnicas que utilizan en la serie son las mismas que las nuestras porque el material viene de EE UU, pero el espectador tampoco es tan consciente de todos los detalles ni se cuentan tampoco todos", constata Mart¨ªnez. "El problema de la serie es que ah¨ª van mucho m¨¢s deprisa que en la vida real y eso crea falsas expectativas en la gente", se?ala Castell¨¤. "Aqu¨ª, para unas pruebas del ADN podemos tardar hasta 18 d¨ªas", constata el juez de la Audiencia Provincial de Barcelona Eduardo Navarro, figurante que aprovecha antes del acto para recordarle a Mart¨ªnez que, por cierto, qu¨¦ hay de lo suyo en uno de sus casos. Y es que trabajo hay: Castell¨¤ calcula 25 homicidios s¨®lo en Barcelona al a?o, unos 70 en toda Catalu?a. En cualquier caso, se practican "unas 5.000 autopsias porque tambi¨¦n hay suicidios, casos de denuncias de m¨¦dicos...". Tampoco ser¨¢ por efectivos: s¨®lo en Barcelona hay 90 mossos dedicados a la Polic¨ªa Cient¨ªfica, am¨¦n de casi otro centenar en el laboratorio central, para toda Catalu?a. ?Es m¨¢s lista ahora la polic¨ªa con esos avances? "La polic¨ªa avanza, pero los criminales van en paralelo: tambi¨¦n se tecnifican", constata Navarro.
Monos blancos, mascarillas, fotograf¨ªas de los objetos marcados con triangulillos numerados, pinceles sobre objetos espolvoreados en busca de huellas, las manos del muerto cubiertas con bolsas porque hay sangre en las u?as, un forense que ve las dos cuchilladas, los enfermeros levantado el cad¨¢ver tras la orden del juez... Todo se acerca al CSI. Pero el proceso es lento y el cap¨ªtulo decae: los asistentes, que toman notas para preguntar en una mesa redonda posterior, se incomodan. "En la tele ya estar¨ªa resuelto", admite Mart¨ªnez, que en la vida real pasa dos d¨ªas examinando un espacio as¨ª.
Y cuando el cambio de canal parece inevitable, el Grissom catal¨¢n -que ha ido apuntando a sus hombres- da la orden para que se apaguen las luces y se pueda apreciar as¨ª el l¨ªquido especial que reacciona de forma fluorescente al contacto con manchas de sangre, o el ca?¨®n de luces de frecuencia especial (blanco-azulada, viol¨¢cea...) que permite a los polic¨ªas, porque llevan gafas especiales, detectar rastros (pelos, tejidos) imperceptibles a simple vista. Ahora s¨ª, el CSI podr¨ªa rodarse en Barcelona. Todo se recoge. Ahora empezar¨ªa el trabajo en el laboratorio.
Tras los aplausos de rigor, el escenario del crimen se contamina: j¨®venes -una bi¨®loga, una estudiante de ESO...- que se arremolinan ante Mart¨ªnez para saber c¨®mo ingresar en la Polic¨ªa Cient¨ªfica; escritores del g¨¦nero, como Andreu Mart¨ªn, Carlos Qu¨ªlez y Jordi de Manuel, comentando los detalles -"siempre se pillan detalles", apunta Mart¨ªn-, alg¨²n fetichista que se lleva un cono numerado y los infiltrados del sector que se saludan: jueces, colegas de los cuerpos policiales... Y asalta la duda: ?y no habr¨¢ ah¨ª alg¨²n asesino potencial? "Los m¨ªos lo han estado grabando todo", dice Mart¨ªnez. Es que es la Polic¨ªa Cient¨ªfica...

La cita
Nacido hace dos a?os en el marco excepcional del A?o del Libro y la Lectura de Barcelona de 2005, BCNegra, el encuentro de novela negra de Barcelona, parec¨ªa el a?o pasado -con menos apoyo institucional- condenado a languidecer. El programa de 2007, que se extender¨¢ hasta el s¨¢bado, muestra en cambio la voluntad de convertirlo en "el gran acontecimiento del g¨¦nero en Espa?a en invierno", puntualiza su comisario, Paco Camarasa, para desmarcarse de la gran cita, la Semana Negra de Gij¨®n, en julio.
Las editoriales ya lanzan algunas novedades durante un evento que este a?o reunir¨¢ a 23 autores (Eugenio Fuentes, Yasmina Khadra, Francisco Gonz¨¢lez Ledesma...), de nueve pa¨ªses, 13 especialistas y 17 editoriales y que reconoce hoy a Henning Mankell, el padre del comisario Wallander, con el Premio Pepe Carvalho, el inmortal investigador barcelon¨¦s de V¨¢zquez Montalb¨¢n.
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