Capello, los 'ultras' y el teatro
Sostuvo Ram¨®n Calder¨®n en su inolvidable diatriba universitaria que la hinchada madridista acude a Chamart¨ªn como si fuera al teatro. Y as¨ª es. El p¨²blico asiste a su espect¨¢culo favorito y aplaude cuando la obra le emociona y abronca a los responsables si le resulta un bodrio. Justo lo que hizo el pasado domingo, cuando, con todo el derecho del mundo, le recrimin¨® al presidente el desparrame total del equipo. Sin duda, un escrutinio presencial de la gesti¨®n del m¨¢ximo dirigente madridista, al que d¨ªas antes los tribunales por fin hab¨ªan fortalecido en su cargo. Puede que, de acuerdo a la justicia, el voto por correo del pasado verano estuviera corrompido, pero el veredicto de los socios ante el Levante fue espont¨¢neo y sincero y dirigido al que por primera vez ya no sent¨ªan como su presidente provisional. ?sa es la verdadera ley del f¨²tbol.
Puede que el voto por correo estuviera corrompido, pero el veredicto de los socios fue espont¨¢neo y sincero
Con su pa?uelo al viento, los aficionados quiz¨¢ no pidieran la dimisi¨®n de Calder¨®n, sino m¨¢s bien que ¨¦ste tomara medidas contra el banquillo. Puesto que Capello ya ha tomado las que le han venido en gana y el equipo sigue despe?ado, a Calder¨®n s¨®lo cab¨ªa reclamarle que despidiera al t¨¦cnico. Pero a este entrenador nada se le resiste. La directiva le ha mimado de tal forma que lo mismo arrincona a Helguera, margina a Beckham, castiga a Cassano, ri?e a Salgado, azota a Diarra, se olvida de una lesi¨®n de Emerson, discute con Guti, hace una peineta a un sector de la grada y almuerza con sus amiguetes del Milan horas despu¨¦s de que ¨¦stos fichen a Ronaldo por la mitad de lo que ha costado Higua¨ªn.
Capello tiene carta blanca para todo. Lo mismo da que el equipo no tenga resultados. ?l es quien manda y, si en las tribunas hay manifestaci¨®n en su contra, ¨¦l encuentra consuelo en la peor falange posible: ni m¨¢s ni menos que los ultras, a los que en la noche del domingo agradeci¨® su ayuda. Apenas dos d¨ªas despu¨¦s de que otro reba?o de radicales, en este caso sicilianos, acabara con la vida de un compatriota suyo, Capello se mostr¨® agradecido con el fondo sur. Con un deplorable sector que no acude al f¨²tbol precisamente como si fuera al teatro y que, lejos de sacar pa?uelos, en tantas y tantas ocasiones ha hecho ondear banderas preconstitucionales y esv¨¢sticas. Para ellos tuvo un gui?o amable Capello, el mismo que se ha gastado 100 millones de euros para tener al equipo con tres goles menos a favor que un reci¨¦n ascendido como el Recreativo. El mismo al que Calder¨®n y su consejero Mijatovic -el que se qued¨® mudo cuando escuch¨® denunciar que en el vestuario blanco ol¨ªa a alcohol- mantuvieron ayer la alfombra. Si se empecinan en ello, no s¨®lo sus puestos estar¨¢n en peligro. Ser¨¢ la instituci¨®n la que se ver¨¢ arrastrada de nuevo al fango. Y ning¨²n t¨¦cnico a lo largo de la historia se ha ganado el cr¨¦dito suficiente como para que una entidad se arriesgue a ello. Por mucho que se llame Capello y le escolten los ultras.
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