Los gestores de Afinsa admit¨ªan en secreto desde 2002 su colosal agujero patrimonial
La documentaci¨®n intervenida acredita m¨²ltiples alarmas en la filat¨¦lica sobre su situaci¨®n
El an¨¢lisis de la documentaci¨®n intervenida en la sede de Afinsa, la filat¨¦lica intervenida judicialmente por una supuesta estafa a 150.000 clientes, ha arrojado sustanciales avances sobre los indicios delictivos apuntados por la querella de la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n en abril de 2006. Informes confidenciales a los que ha tenido acceso EL PA?S prueban, seg¨²n la investigaci¨®n, que desde 2002 los directivos de Afinsa ten¨ªan "pleno conocimiento del negocio defraudatorio de captaci¨®n masiva de ahorro que dirig¨ªan y la insostenibilidad de tal negocio".
La lupa de la investigaci¨®n de la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n se ha detenido en determinados documentos requisados que, a su juicio, prueban la deliberada voluntad de delinquir. Sobre tales escritos ha elevado al juez competente, Santiago Pedraz, un exhaustivo informe, que ha aumentado y reforzado las imputaciones de sus directivos.
- "Enorme quebranto patrimonial". En 2002, un informe secreto defin¨ªa todos los s¨ªntomas de lo que Anticorrupci¨®n apelar¨ªa estafa piramidal: "La situaci¨®n de partida (rentabilidad y solvencia) es de extrema gravedad, s¨®lo soportada por una necesidad creciente de flujos de tesorer¨ªa, que, adem¨¢s, agrandan, el problema"
. Por m¨¢s que el analista de Afinsa se felicitara de que "la verdadera situaci¨®n de insolvencia de la compa?¨ªa no puede deducirse de sus libros", su conclusi¨®n no pod¨ªa ser m¨¢s demoledora: "Enorme quebranto patrimonial. Recursos propios negativos".
- Informe de Cuatrecasas: "Riesgo de confusi¨®n en los contratos". Un informe del bufete Cuatrecasas de julio de 2004, casi dos a?os antes de la intervenci¨®n judicial, en el que le advierte de que la terminolog¨ªa de sus contratos ofrece "el riesgo de inducir a confusi¨®n sobre el tipo de actividad realizada" y "podr¨ªa dar lugar a crear una cierta apariencia de que realiza una actividad financiera sujeta a supervisi¨®n".
- Informe de KPMG Abogados: "Incumplimiento de obligaciones legales". De diciembre de 2004. Am¨¦n de reiterar que Afinsa usaba t¨¦rminos propios de una actividad financiera (rendimiento financiero, inversi¨®n, cotizaci¨®n, etc¨¦tera.), alertaba a su cliente de que no estaban cumpliendo con su obligaci¨®n legal de informar al comprador de sellos de la legislaci¨®n aplicable y el sistema de valoraci¨®n del bien adquirido. La descarnada conclusi¨®n de su asesor legal parec¨ªa arrancada de la futura querella de Anticorrupci¨®n: "Afinsa no cumple plenamente con las obligaciones legales y requerimientos de protecci¨®n al consumidor". A partir de aqu¨ª, el asesor lanzaba un gui?o de complicidad al cliente: "La probabilidad de inspecciones de oficio en materia de protecci¨®n al consumidor y, por ende, de incoaci¨®n de expedientes sancionadores contra las entidades sometidas a esta disposici¨®n (de la ley de instituciones de inversi¨®n colectiva), en la actualidad puede calificarse como muy remota".
Los imputados gestores de Afinsa argumentan que sufrieron un vac¨ªo legal que, en vano, intentaron remediar. Un documento interno suyo define que hasta su ca¨ªda s¨®lo pretendieron lograr "la creaci¨®n de un pseudo marco regulatorio (por imagen)", con un fondo de garant¨ªa de apenas 40 millones de euros, escaso frente a un agujero que superar¨ªa los 1.000 millones de euros.
- La deficiente custodia de los sellos. Un informe interno confidencial de 2003 desgrana el p¨¦simo cuidado de los sellos depositados en Afinsa: "Detectamos carencias graves en su organizaci¨®n y control. Tenemos un preocupante problema de espacio: se agolpan en pasillos y zonas de paso, fuera de las c¨¢maras especialmente dise?adas, que est¨¢n al l¨ªmite de su capacidad. La filatelia no est¨¢ ubicada en lugares adecuados, ni est¨¢ identificada correctamente". Los sellos se desparramaban sobre "pasillos, junto a fuentes de agua, estanter¨ªas dobladas, c¨¢maras abiertas, etc¨¦tera".
El proveedor de Afinsa, Francisco Guijarro L¨¢zaro, tambi¨¦n imputado, vendi¨® a la filat¨¦lica, entre 1998 y 2002, sellos por un importe de 57 millones de euros que Afinsa revendi¨® por 723 millones. Apenas un margen del 1.150% de beneficio. El precio de los sellos fue inflado al infinito, pero, ?al menos eran aut¨¦nticos? Ni siquiera Afinsa lo cre¨ªa.
Un informe de Cuatrecasas le alertaba en 2005 frente a las pesquisas de Hacienda sobre los ejercicios 1999 a 2003 que no cab¨ªa "defensa f¨¢cil sobre el hecho de haber adquirido grandes cantidades de sellos cuyo valor en el mercado es especialmente elevado, debido a su escasez, por ejemplo, se adquirieron 5.541 ejemplares del sello 104 Chipre, cuando seg¨²n el experto filat¨¦lico, a lo largo de su vida profesional ¨¦l ha podido tasar entre ocho y diez ejemplares".
Otro informe interno requisado apunta que "la imagen de que los bienes tangibles basan su revalorizaci¨®n en la escasez de los mismos se contradice con la satisfacci¨®n ilimitada de demanda de contratos".
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