Los temores de la filat¨¦lica ante las inspecciones de Hacienda

Los gestores de Afinsa tem¨ªan una inspecci¨®n fiscal: "Hasta la fecha no se ha puesto de manifiesto en las auditor¨ªas el contrasentido que supone que Afinsa compre a empresas del grupo material que s¨®lo ella tiene derecho a comercializar y pague por este concepto m¨¢rgenes o comisiones que no tendr¨ªa por qu¨¦. Esta contradicci¨®n saldr¨ªa a la luz en cuanto una inspecci¨®n fiscal revise los contratos y vea que se puede tratar de una transferencia internacional de beneficios de forma encubierta", explica un informe interno. El artificio de simular la alta rentabilidad de los sellos descansaba en el control del cat¨¢logo. Era vital: "No podemos permitirnos que baje el precio de los sellos", proclamaba en discurso interno su ex presidente Albertino de Figueiredo.

Los documentos intervenidos avalan que eran conscientes de que estaban jugando al otro lado de la ley. Sab¨ªan que actuaban como instituci¨®n financiera y maquillaban cuanto fuera preciso para ocultarlo contablemente. Un documento interno de 2004 lo prueba: "La contabilidad no refleja fielmente y con precisi¨®n las ganancias reales de la compa?¨ªa y, por ende, la finalidad de la misma". Sus informes demuestran su obsesi¨®n por mimetizar las actividades bancarias al retribuir los sellos, con independencia de su revalorizaci¨®n real: "Las operaciones bancarias equivalentes se encuentran en un 1% o un 2% menos que lo retribuido por Afinsa".

Esto se dijo al debatirse en Afinsa si sub¨ªa medio punto el inter¨¦s del contrato de recompra del sello a corto plazo para lograr una "homogeneidad mayor con el mercado". Anticorrupci¨®n ataca tal paralelismo del inter¨¦s filat¨¦lico y bancario. "?No resulta llamativo que Afinsa redujera en los ¨²ltimos a?os la retribuci¨®n por las inversiones? ?Los sellos se revalorizaban menos o es que hab¨ªan bajado los tipos de inter¨¦s?".

Parecer lo contrario

Los gestores de Afinsa atribuyen ahora a una interpretaci¨®n err¨®nea o perversa el descuadre patrimonial de su empresa, que atribuyen s¨®lo a la intervenci¨®n judicial. Sin embargo, a?os antes de ser imputados reconoc¨ªan internamente tal agujero. En 2004, el director de contabilidad, Emilio Ballester, escrib¨ªa a su presidente, Juan Antonio Cano, ambos imputados, que la firma no ten¨ªa realmente beneficios, pero que merced a su labor lograba que pareciera lo contrario. En 2005, se admit¨ªa que el valor de los activos era insuficiente para atender las obligaciones contra¨ªdas con los clientes, y que urg¨ªa comercializar "nuevos productos rentables para garantizar la viabilidad de la empresa". En 2003, otro an¨¢lisis para consumo propio reiteraba el "importante quebranto patrimonial" de Afinsa y la "incapacidad para rentabilizar los recursos comprometidos de clientes de inversi¨®n".