Otra vez As Encrobas
Los vecinos se rebelan de nuevo contra Lignitos de Meirama, tres d¨¦cadas despu¨¦s
El pasado s¨¢bado, decenas de personas recordaban en el cementerio coru?¨¦s de San Amaro a Moncho Valc¨¢rcel, el que fue p¨¢rroco de S¨¦samo (Culleredo), en el 14? aniversario de su muerte. La pr¨®xima semana se cumplir¨¢n 30 a?os de los sucesos que hicieron que Valc¨¢rcel sea recordado todav¨ªa como o cura das Encrobas: la lucha de los habitantes de varias aldeas del municipio de Cerceda contra la expropiaci¨®n forzosa de sus tierras por Lignitos de Meirama S.A. (Limeisa, una filial de Fenosa). Las im¨¢genes de la desigual batalla entre dos centenares de guardias civiles y los vecinos el 15 de febrero de 1977 dieron la vuelta al mundo. Ahora, el nombre de As Encrobas vuelve a o¨ªrse acompa?ado de la palabra protesta, aunque la Guardia Civil ya no lleve tricornios m¨¢s que en el uniforme de gala, y en vez de la culata de los mosquetones utilice la libreta de tomar notas.
"M¨¢s que lo que se ve, tememos a lo que no se ve, a lo que podemos estar tragando"
"Queremos vivir sin carb¨®n. Que nos compren las casas o pongan un ventilador"
Los agentes las utilizaron para identificar el pasado d¨ªa 2 a los vecinos de A Lousa que retuvieron a tres trabajadores de Limeisa durante cinco horas, en protesta por lo que consideran incumplimiento de la empresa de las medidas para evitar contaminaci¨®n producida por el carb¨®n que utiliza la central t¨¦rmica de Meirama. A Lousa (o m¨¢s bien As Lousas, la de Riba y la de Abaixo) son veinte casas situadas frente al los dep¨®sitos donde se almacena el mineral.
"Como nadie controla el aire, cuando el viento est¨¢ para el lado de Santiago nos toca a nosotros. Y cuando est¨¢ para el de Coru?a, les toca a los de abajo. Siempre est¨¢ ah¨ª, desde que levantas las persianas por la ma?ana hasta que las cierras. Lo notas en la cara al lavarte y en las lechugas cuando las limpias", indica Juan Manuel Castro, vecino de A Lousa de Riba que, con todo, asegura que no le da miedo "lo que se ve, sino no lo que no se ve, lo que podemos estar tragando".
"Salvo que el d¨ªa est¨¦ muy calmo, es siempre un ansia de tener que cerrar las ventanas, de no poder tender la ropa", describe otra vecina, Mar¨ªa Pardo, que reconoce que "siempre fue as¨ª, pero es peor desde que usan el carb¨®n que no es de la mina de aqu¨ª, sino el que traen de fuera, que tiene mucho m¨¢s polvo". Por una triste iron¨ªa, los yacimientos de lignito que escond¨ªa el valle de As Encrobas y que motivaron la creaci¨®n de la t¨¦rmica de Meirama se est¨¢n agotando, y est¨¢ previsto que la mina cierre a finales de a?o. La central t¨¦rmica funcionar¨¢ al completo con mineral importado. Otra iron¨ªa, todav¨ªa m¨¢s triste, es que ninguna de las familias de A Lousa vino de las aldeas del valle expropiadas hace 30 a?os, pero alguna s¨ª tuvo que dejar su casa para que se construyese el parque de carb¨®n que ahora los poluciona.
En estas tres d¨¦cadas, la historia de Limeisa y de As Encrobas ha sido, a escala, la de una colonizaci¨®n. Despu¨¦s de decenas de detenidos (el cura Valc¨¢rcel incluido) y contusionados, miles de manifestantes y un joven muerto electrocutado cuando colgaba una pancarta en su escuela, aquella primera ocupaci¨®n se produjo cuando Fenosa se avino a pagar hasta treinta veces las irrisorias 10.000 pesetas por ferrado que impon¨ªa en la expropiaci¨®n forzosa. Despu¨¦s, fueron cayendo m¨¢s aldeas y m¨¢s tierras. Cayendo literalmente en casos como el de Gont¨®n, la que fue la capital parroquial, que hubo que abandonar hace unos diez a?os, deteriorada a consecuencia de los corrimientos de tierras o de las explosiones, "igual que los chetniks serbios bombardean Sarajevo", lleg¨® a poner el Ayuntamiento de Cerceda en una placa en la plaza.
La ¨²ltima escaramuza fue la de este viernes. "No fue nada premeditado, nos sali¨® as¨ª, cuando vimos que pasaban los camiones cargados de carb¨®n, pero el enemigo ya estaba avisado porque llev¨¢bamos tiempo reclamando que mandaran a alguien. Mandaron a tres, pero nadie cualificado t¨¦cnicamente", asegura el portavoz de los vecinos, Juan Manuel Castro. Castro tiene 29 a?os y, obviamente, ni hab¨ªa nacido en aquel febrero de tricornios y culatazos, pero se sabe parte de la "gente guerrillera de As Encrobas, de los padres que vivieron las expropiaciones". Trabaja de gruista en Sogama, una empresa participada por Uni¨®n Fenosa, al igual que los vecinos de A Lousa que no son labradores o ganaderos a tiempo completo trabajan en su mayor¨ªa para Limeisa.
En Uni¨®n Fenosa aseguran que el transporte del mineral por carretera fue un hecho puntual, la segunda vez en seis meses. "Siempre se hace por ferrocarril, pero ese d¨ªa en el puerto de A Coru?a necesitaban liberar espacio. Y no llegar¨¢ m¨¢s carb¨®n hasta marzo", asegura una fuente de la compa?¨ªa el¨¦ctrica, que se?ala que en el futuro, con el proyecto Medusa (una instalaci¨®n para la descarga y dep¨®sito de mineral en el puerto coru?¨¦s, donde hay asimismo problemas de poluci¨®n por el polvo carbon¨ªfero) se limitar¨¢ el problema. Uni¨®n Fenosa ha intentado tambi¨¦n comprar tres de las casas que est¨¢n a una veintena de metros del almac¨¦n.
"Nosotros no sabemos la soluci¨®n. Queremos vivir sin carb¨®n, y la empresa sabr¨¢ si para eso nos tiene que comprar las casas o poner un ventilador gigante", asegura Juan Manuel Castro. Como no son tiempos de tricornios, ayer los vecinos de A Lousa se entrevistaron con el delegado de la Conseller¨ªa de Medio Ambiente para solicitar su mediaci¨®n. "La verdad es que Limeisa esta cumpliendo toda la legislaci¨®n correctora de acopio de carb¨®n y el convenio que firm¨® en 2003 con los vecinos", afirma el delegado Manuel Tajes. "Los vecinos aseguran que lo ¨²nico que quieren es vivir sin carb¨®n, pero va a ser dif¨ªcil, al lado de una t¨¦rmica. Con todo, creo que no debe haber problemas para negociar", conf¨ªa el flamante mediador.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Actos protesta
- Humo
- Lignitos de Meirama
- Consejo administraci¨®n
- Carb¨®n
- Protestas sociales
- Provincia A Coru?a
- Ayuntamientos
- Contaminaci¨®n atmosf¨¦rica
- Malestar social
- Administraci¨®n local
- Incendios
- Contaminaci¨®n
- Accidentes
- Combustibles f¨®siles
- Galicia
- Combustibles
- Problemas ambientales
- Empresas
- Espa?a
- Problemas sociales
- Sucesos
- Administraci¨®n p¨²blica
- Energ¨ªa no renovable
- Econom¨ªa
- Sociedad
- Medio ambiente
- Fuentes energ¨ªa
- Energ¨ªa