Ham¨¢s y Al Fatah negocian en La Meca su ¨²ltima carta para evitar una guerra civil
El rey Abdal¨¢ de Arabia Saud¨ª interviene como mediador entre los m¨¢ximos dirigentes palestinos
Es probablemente la ¨²ltima oportunidad para evitar un enfrentamiento civil a gran escala. Los m¨¢ximos l¨ªderes palestinos iniciaron ayer en La Meca unas negociaciones para formar un Gobierno de unidad que permita levantar el bloqueo econ¨®mico que padecen los cuatro millones de habitantes de Cisjordania y Gaza, y poner fin a los sangrientos choques armados entre las milicias de Ham¨¢s y Al Fatah. Sometidos a la presi¨®n pol¨ªtica de Arabia Saud¨ª y a sus promesas financieras, los dirigentes de ambos bandos tratar¨¢n de solventar obst¨¢culos para superar una coyuntura crucial para su futuro.
El rey Abdal¨¢ de Arabia Saud¨ª ha puesto todo lo que est¨¢ de su parte -previsiblemente, la chequera ser¨¢ una de las bazas que esgrimir¨¢ para tratar de forzar el pacto- para que el movimiento fundamentalista Ham¨¢s, al frente del Gobierno, y Al Fatah, el partido del presidente, Mahmud Abbas, alcancen un acuerdo ansiado como nunca por una poblaci¨®n palestina angustiada por la penuria econ¨®mica y horrorizada por la violencia desatada en Gaza desde hace mes y medio.
El monarca saud¨ª eligi¨® como sede de las negociaciones un palacio desde el que se contempla la Gran Mezquita de La Meca, el lugar m¨¢s santo del islam. Sin embargo, ser¨¢ necesaria algo m¨¢s que la inspiraci¨®n religiosa para que d¨¦ frutos una negociaci¨®n que se celebrar¨¢ sin l¨ªmite de tiempo y en la que se tratar¨¢ de impedir toda filtraci¨®n.
Los dirigentes convocados -Abbas; el primer ministro, Ismail Haniya, y el l¨ªder indiscutible de Ham¨¢s, Jaled Meshal, entre otros- afrontan un momento decisivo en la historia palestina. La alternativa al fracaso en la negociaci¨®n da pavor. Minutos antes de comenzar las conversaciones, Meshal afirm¨®: "No tenemos otra opci¨®n que ponernos de acuerdo. No abandonaremos este lugar santo sin un pacto. Si lo conseguimos, la comunidad internacional deber¨¢ respetar nuestro deseo y terminar con el injusto bloqueo".
El presidente Abbas coincidi¨® plenamente. "No marcharemos de aqu¨ª", se?al¨®, "sin un acuerdo. Queremos un Gobierno que permita el levantamiento del embargo".
Por su parte, Mohammed Nazzal, miembro del comit¨¦ pol¨ªtico de Ham¨¢s, manifest¨® ayer a France Presse su confianza en que las negociaciones se desarrollar¨¢n con rapidez: "Creo que llegaremos a un acuerdo en tres d¨ªas a m¨¢s tardar", dijo.
Ahora bien, no est¨¢ nada claro, m¨¢s bien al contrario, que un eventual entendimiento entre los partidos palestinos suponga el punto final al bloqueo econ¨®mico impuesto por Israel, Estados Unidos y la Uni¨®n Europea.
La ministra de Asuntos Exteriores brit¨¢nica, Margaret Beckett, de visita oficial en Jerusal¨¦n, se aline¨® al cien por cien con la tesis del Gobierno de Tel Aviv. No ser¨¢ suficiente que se forme un Ejecutivo palestino de concentraci¨®n. Beckett exigi¨® que Ham¨¢s reconozca a Israel y que renuncie a la violencia. Es m¨¢s, Israel y Estados Unidos ya han advertido a Abbas de que no aceptar¨¢n un Ejecutivo de coalici¨®n si los fundamentalistas no aceptan esos requisitos.
Es harto improbable que un Gobierno dirigido por Haniya, tal como estaba acordado antes de la cumbre de La Meca, se pliegue al reconocimiento formal de Israel y abandone las armas, porque la realidad es bien diferente y apunta en sentido contrario: nadie ignora que el brazo armado de Ham¨¢s, y los islamistas tampoco lo niegan, se aplica con denuedo para reforzar su capacidad militar.
Relaciones con Israel
Lo que pretende el mandatario palestino, seg¨²n comentaron miembros de su delegaci¨®n, es que Ham¨¢s acepte, sin juegos de palabras que le permita salvar la cara ante su parroquia, la Iniciativa ?rabe de Beirut de 2002, patrocinada precisamente por Arabia Saud¨ª y que preconiza el establecimiento de relaciones formales con Israel a cambio de una retirada completa de los territorios ocupados por el Estado sionista en junio de 1967. Una evacuaci¨®n que, por otro lado, el Estado jud¨ªo rechaza sin ambages.
En todo caso, en Gaza y Cisjordania aguardan el acuerdo como agua de mayo. M¨¢s de ochenta personas han perecido a balazos en la ola de violencia que enfrenta a los islamistas y a Al Fatah, empe?ado en derrocar al Ejecutivo de Haniya desde su toma de posesi¨®n en marzo de 2006.
A pesar de las declaraciones contundentes de los l¨ªderes pol¨ªticos, a ras de tierra, la tensi¨®n es permanente. En torno a los cuarteles de la Guardia Presidencial en Gaza, los polic¨ªas colocaban ayer sacos terreros en previsi¨®n de que la cita de La Meca concluya como el rosario de la aurora.
"La palabra fracaso est¨¢ prohibida", no se han cansado de repetir los dirigentes de Ham¨¢s y Al Fatah. No obstante, hasta la fecha, nueve treguas han sido violadas y las mediaciones de Egipto, Jordania y Siria no han rendido fruto alguno.
En Arabia Saud¨ª, que paulatinamente est¨¢ relevando a El Cairo como la potencia dominante entre los pa¨ªses ¨¢rabes, se juega el futuro de Palestina.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.