"Me indignaba el trato que recib¨ªa Andaluc¨ªa"

El mismo a?o en el que los andaluces votaban su Estatuto, en 1980, Carmen Murillo Casi¨®n (Zaragoza, 1936) se convert¨ªa en la primera secretaria del sindicato de Ense?anza de CC OO en Ja¨¦n. Hoy, ya jubilada, esta profesora sigue acudiendo a diario al sindicato, donde imparte cursos de formaci¨®n. Carmen no s¨®lo vot¨® el anterior Estatuto, sino que hizo campa?a a favor del si. "Mucha gente se sorprend¨ªa por mi implicaci¨®n ya que no era andaluza", comenta Carmen, que empez¨® a comprometerse con Andaluc¨ªa antes incluso de llegar a esta tierra, cuando conoci¨® la realidad de los emigrantes andaluces mientras trabajaba como profesora en Sabadell. "Me indignaba c¨®mo se trataba a los andaluces en Catalu?a", dice. Esa rebeld¨ªa fue la que la llev¨® a dar el salto desde la zona m¨¢s industrializada del pa¨ªs a la comarca de la Sierra de Segura, una de las que sufr¨ªa una mayor marginaci¨®n social. Lo hizo para enrolarse en el Cemas (Centro de Escuela de Maestras Auxiliares Sociales), un grupo de mujeres que llevaban su apostolado seglar hasta los rincones m¨¢s deprimidos con un gran compromiso social, pero muy vigiladas por la polic¨ªa. "Ten¨ªa claro que la realidad andaluza ten¨ªa que ser distinta, y para ello la sociedad deb¨ªa tener m¨¢s protagonismo", comenta Carmen, que recuerda con nostalgia la manifestaci¨®n por el Estatuto del 4-D. "En estos 26 a?os Andaluc¨ªa ha experimentado un desarrollo importante, pero todav¨ªa falta mucho camino por recorrer", explica mientras pone especial ¨¦nfasis en la situaci¨®n que sufre la mujer en el medio rural.