Una Liga en venta

Con fuego. Pedradas. Barricadas. Manifestaciones. Y monigotes crucificados. As¨ª recibi¨® la afici¨®n del Manchester United a Malcolm Glazer, el magnate estadounidense que compr¨® en 2005 su club sin haber pisado nunca su estadio, sin conocer la historia de Matt Busby, los goles de Denis Law o las arrancadas de George Best. Casi 21 meses despu¨¦s, Mr. Gillett y Mr. Hicks, otros dos multimillonarios extranjeros, canadiense y estadounidense para m¨¢s se?as, han comprado el Liverpool. Se han hecho una fotograf¨ªa en el m¨ªtico Anfield. Han comentado, en voz baja, que antes estudiaron hacerse con los mandos del Everton o el Aston Villa. Y nadie se ha escandalizado. No ha habido fuego. Ni pedradas. El uso hace la costumbre. Siete clubes de la Premier -Manchester United, Chelsea, Liverpool, Portsmouth, Aston Villa, Fulham y West Ham- ya est¨¢n en manos extranjeras. Los tres primeros clasificados de la Liga tienen due?os estadounidenses, canadienses o rusos. Y si fructifican varias negociaciones en marcha, pronto el 50% de los equipos de la Premier hablar¨¢n, como poco, ingl¨¦s con acento macarr¨®nico en sus despachos.

El peor equipo de la Liga, el ¨²ltimo, recibir¨¢ 38,9 millones de la televisi¨®n la pr¨®xima campa?a

"Nos hemos alejado de las ra¨ªces del f¨²tbol. Esto es un 'show", dicen los opuestos a las ventas

?Por qu¨¦ los clubes de la Premier y no otros atraen a inversores rusos, islandeses, israel¨ªes, estadounidenses o canadienses? Pues porque las leyes inglesas s¨®lo exigen que los due?os carezcan de antecedentes y que firmen una declaraci¨®n prometiendo una gesti¨®n limpia. Porque los clubes ingleses, los pioneros de las giras asi¨¢ticas, tienen una presencia en los mercados extraeuropeos con la que s¨®lo compiten el Madrid y el Bar?a, dos equipos que no se pueden comprar, dos clubes en manos de sus socios. Y porque las cifras del contrato televisivo de la Premier, que negocian todos los equipos en bloque, son de las que dan miedo. Ya lo dijo Roman Abramovich cuando se present¨® a la afici¨®n del Chelsea: "En el juego moderno, todo se trata de los derechos televisivos".

Los clubes de la Premier recibir¨¢n en los pr¨®ximos tres a?os 5.500 millones de euros de Sky y Setanta, un conglomerado de televisiones que retransmitir¨¢ los partidos en el extranjero. Traducir una cifra tan monstruosa a algo m¨¢s manejable es sencillo: el peor equipo de la Premier, el ¨²ltimo, el que antes descienda, recibir¨¢ 38,9 millones de euros la pr¨®xima campa?a. Mucho dinero. Y el dinero, ya se sabe, es sin¨®nimo de tentaci¨®n.

"Los tiempos han cambiado", comenta William Galliard, portavoz de la UEFA. "Antes, los due?os de los clubes sol¨ªan ser los capitanes de la industria local o sus seguidores, como ocurre en Espa?a", explica. "Ahora tenemos una situaci¨®n en la que la gente invierte en los clubes para hacer dinero. Antes era para gastarlo. Si quieren invertir en f¨²tbol porque lo aman, fant¨¢stico. Pero si la situaci¨®n es que alguien compra un club y vende su estadio para construir en su lugar, vende todos los jugadores y luego se va a casa para ingresar los beneficios en su cuenta...ser¨ªa terrible", a?ade. "Hay que tener cuidado con que el f¨²tbol no termine en manos de personas que quieren que el f¨²tbol les sirva a ellas, en lugar de ellas servir al f¨²tbol", coincide Blatter, presidente de la FIFA, que es una de las partes implicadas en el debate con la Uni¨®n Europea para dar a los clubes europeos unas normas de buen gobierno.

En Inglaterra, que seg¨²n la auditora Deloitte tiene nueve clubes entre los 20 m¨¢s ricos del mundo, se sospecha que tantas compras esconden lavado de dinero negro. La UEFA y la FIFA callan y observan con preocupaci¨®n. Igual que Richard Caborn, el ministro de deportes ingl¨¦s, que con el apoyo del G-14, que agrupa a los clubes m¨¢s poderosos de Europa, ha propuesto reglas que desincentiven las compras. Los equipos sin due?os multimillonarios no quiere competir contra clubes que puedan invertir a?o tras a?o sin fijarse en las p¨¦rdidas. Por eso quieren limitar los salarios de los jugadores al 70% de los beneficios: "Con eso... ?habr¨ªa venido Abramovich?", se pregunta Caborn. "?Habr¨ªa venido Glazer? Yo creo que es menos probable...porque no podr¨ªan usar su poder", a?ade. "Mientras los clubes est¨¦n adecuadamente dirigidos, no hay problema alguno con que la propiedad sea extranjera. Nosotros investigamos que la fuente del dinero sea transparente y que no se cometan excesos perjudiciales a medio y largo plazo".

Mientras Caborn vigila, algunos seguidores se quejan de que los inversores lleguen atra¨ªdos por las cifras y el dinero, ansiosos de participar en un negocio ¨²nico, que ha colocado a la Premier como la Liga con m¨¢s beneficios, m¨¢s de 2.000 millones entre todos los clubes la temporada pasada -un 40% m¨¢s que el calcio, el siguiente campeonato en la lista.

"Sinceramente, creemos que los Glazer no tienen otra opci¨®n que hacer todo el dinero que puedan lo m¨¢s r¨¢pido posible", explica Nick Towle, presidente de MUST, la plataforma opuesta a los due?os del United, que han logrado cambiar el patrocinio de Vodafone por el de la aseguradora AIG, obviamente incrementando los beneficios, gracias a la proyecci¨®n del equipo fuera de Inglaterra. "Los Glazer trajeron consigo al comprar el club una deuda de 900 millones, porque tuvieron que pedir un cr¨¦dito", contraataca Towle. "El incremento del precio de entradas no tiene precedentes, ha sido masivo. Eso ha echado del estadio a muchos seguidores leales. La atm¨®sfera del Old Trafford tambi¨¦n ha cambiado. Ya no hay gente interesada en cantar. Ahora hay futbolentrentenimiento, como en la NFL, la Liga de f¨²tbol americano. Shows caros y maximizaci¨®n de beneficios. Es triste ver lo mucho que nos estamos alejando de las ra¨ªces del f¨²tbol", cierra.

Ofendidos por la p¨¦rdida de sus tradiciones, los hinchas del United han sido de los pocos que han hecho sonar su voz. A los del West Ham les anim¨® que los nuevos due?os trajeran consigo a T¨¦vez y Mascherano, estrellas de brillo mundial. Pocos han querido hacer caso a las voces que se?alaban la privilegiada posici¨®n del estadio del club, situado a una decena de kil¨®metros de la londinense Charing Cross. Negocio inmobiliario a la vista, dicen los cr¨ªticos, justo ahora que el precio del suelo en Londres se ha disparado mientras la ciudad se prepara para los Juegos de 2012.

Seg¨²n progresa la invasi¨®n de Inglaterra, aumenta el efecto llamada. Hay quien ya ha hecho de la venta de clubes ingleses a extranjeros un modo de vida. El agente Pini Zahavi, por ejemplo, ha participado en las operaciones que cambiaron el due?o del Chelsea y el Portsmouth. Est¨¢ especializado en resolver problemas de ¨²ltima hora. Mr. Fixit, le llaman. Puede que sus servicios sean requeridos pr¨®ximamente por los inversores interesados en el Manchester City, el Newcasltle o el Arsenal. Si a Zahavi le pregunta su pr¨®ximo cliente sobre si el mercado de la Premier est¨¢ en expansi¨®n o receso, tendr¨¢ una respuesta m¨¢s que optimista. A la Liga inglesa s¨®lo le falta conquistar el mercado de Estados Unidos. Y David Beckham, el gran icono del f¨²tbol brit¨¢nico, jugar¨¢ desde junio en Los ?ngeles Galaxy.