"Lo importante no es el qu¨¦, sino el c¨®mo"
Naroa Agirre y Jon Karla Lizeaga, plusmarquista de p¨¦rtiga y entrenador, esposa y marido, hablan de lo que han logrado y de lo que quiz¨¢ logren
Jon Karla Lizeaga (San Sebasti¨¢n, 1970) lo relata con mucha sencillez. Cuenta que por circunstancias familiares nunca tuvo acceso a la educaci¨®n, que desde peque?o se tuvo que poner a trabajar, como cocinero, como panadero, como repartidor, y que un d¨ªa, por sus inquietudes deportivas (lleg¨® a saltar 5,31 metros en 1995), cay¨® en sus manos Naroa Agirre (San Sebasti¨¢n, 1979), una persona que le pidi¨® ayuda. Y que ¨¦l, para ayudarla, inici¨® una verdadera carrera de aprendizaje por todos los medios posibles: libros, conversaciones, viajes, observaci¨®n. Y que ahora aqu¨ª est¨¢, casado con su atleta y convencido de que puede ser una de las mejores del mundo. De momento, en un enero espectacular, Naroa Agirre ha batido tres veces y mejorado en cinco cent¨ªmetros su r¨¦cord de Espa?a. Salta 4,55 metros, lo que, por otra parte, la ha hecho ser m¨¢s consciente de sus limitaciones y del trabajo que le queda por delante.
"No tengo que demostrar que voy limpia. Lo voy, pero no tengo que ir dici¨¦ndolo por ah¨ª"
"Cuantos m¨¢s errores cometemos, menos posibilidades tenemos de repetirlos"
En la conversaci¨®n, el pasado jueves en un bar de San Sebasti¨¢n, Lizeaga, que es quiz¨¢s m¨¢s psic¨®logo que t¨¦cnico puro y duro, no para de mostrar su curiosidad, de ofrecer ejemplos, de citar c¨®mo los grandes cracks de la historia, como Michael Jordan, como Federico Mart¨ªn Bahamontes, como Paquito Fern¨¢ndez Ochoa, como Edison, reaccionaban en los momentos decisivos.
Y Naroa le sigue con sus incre¨ªbles ojos claros, asiente y precisa. Y se r¨ªe contando c¨®mo su otro trabajo, el de actriz en Goenkale, una serie de la ETB, le hace ser en los pueblos vascos m¨¢s popular como actriz que como atleta.
Cuentan c¨®mo viven, c¨®mo trabajan, c¨®mo la tensi¨®n de estar todo el d¨ªa juntos, trabajando para mejorar, pone a prueba tambi¨¦n su relaci¨®n personal, pero c¨®mo se han comprometido a no acostarse ning¨²n d¨ªa sin haber hablado todo lo que hubiera que hablar.
Y antes de despedirse, despu¨¦s de la larga charla, lanzan un mensaje com¨²n. "Lo importante no es el qu¨¦, lo que logre, sino el c¨®mo", resume Lizeaga; "y t¨², Naroa, deber¨ªas decir m¨¢s veces que vas limpia, que todo lo que consigues es por trabajo, por perseverancia".
Naroa Agirre. Pero yo no tengo que demostrar que voy limpia. Lo voy, pero no tengo que ir dici¨¦ndolo por ah¨ª.
Jon Karla Lizeaga. Estamos a a?os luz de Isinbayeva, a 40 cent¨ªmetros. Hay que tener en cuenta los or¨ªgenes. Isinbayeva, por ejemplo, y casi todas han empezado a los 16 a?os en la p¨¦rtiga, han trabajado mucho todo, y Naroa primero termin¨® los estudios, es licenciada en Ciencias Medioambientales, y a los 23 a?os decidimos darnos un a?o de prueba con la p¨¦rtiga. Por eso el retraso en la t¨¦cnica. Pero ser¨¢ muy dif¨ªcil que Isinbayeva, a los 28, haga algo que no haya hecho antes mientras que, a los 28, Naroa est¨¢ aprendiendo y creciendo todav¨ªa.
N. A. A Isinbayeva la admiraba antes por encima de todo. La sigo admirando todav¨ªa, pero tiene una parte de pose glamurosa que no me va. La carita esa que pone, la sonrisita... Ella era antes natural. Hasta que se meti¨® en el grupo de Bubka. Era amable superabierta, maja, la ve¨ªas disfrutar, pero para ella, alegr¨ªa interior. Me gustaba.
J. K. L. Cuantas m¨¢s expectativas creas, m¨¢s presi¨®n te llega. Y esa presi¨®n se puede convertir en freno o en empuj¨®n. A la gente a veces le llega de golpe y porrazo la presi¨®n medi¨¢tica y no lo supera.
N. A. Yo la levo bien, aunque a veces se hace algo pesado. Pero yo soy siempre de las del s¨ª, s¨ª, s¨ª, pero... S¨ª, he batido tres veces el r¨¦cord de Espa?a este a?o, pero no voy a estar as¨ª todo el tiempo. Pero hay atletas a las que les dicen eso, que son los mejores, se emocionan... Yo es que soy muy rarita.
J. K. L. Pero Naroa siempre se ha llevado un poco la contraria. En competici¨®n siempre va de tapadillo y siempre est¨¢ muy por encima de sus marcas. Y as¨ª, no contando apenas, ha logrado ser finalista en todas las grandes competiciones: Europeos, Mundiales, Juegos Ol¨ªmpicos... Y cuantos m¨¢s errores cometemos, menos posibilidades tenemos de repetirlos. Competir es saber resolver una serie de problemas, y nosotros nos sabemos ya las preguntas de muchos ex¨¢menes. Ahora, cuando se afiance en marcas m¨¢s altas, tengo curiosidad por ver c¨®mo se mueve en las grandes competiciones.
N. A. En efecto, no tengo buena marca, pero le saco muy buen rendimiento. Pero me gustar¨ªa eso, claro, llegar un d¨ªa con la mejor marca y ser capaz de demostrarlo tambi¨¦n en la competici¨®n. Hace un par de a?os, no progres¨¦ nada. El a?o pasado, cinco cent¨ªmetros. Y ¨¦ste, en un mes, ya llevo cinco cent¨ªmetros. Ojal¨¢ todo vaya igual de bien, pero...
J. K. L. Y ahora el desaf¨ªo es el entrenamiento de gimnasia. S¨®lo hemos ido un par de d¨ªas a ver a Javier Carballo, pero estoy convencido de que hay que probar. Hemos hecho un planteamiento hasta los Juegos de Pek¨ªn, pase lo que pase. Hasta ahora nos hemos concentrado en conseguir la m¨¢xima altura dominando la primera fase, la carrera, la batida, la dureza y longitud de las p¨¦rtigas... Pero eso es s¨®lo una parte. Con ello se le da energ¨ªa a la p¨¦rtiga para que la devuelva arriba. Y all¨ª es donde peor estamos. Es como una cama el¨¢stica: si lanzas una piedra, bota seg¨²n la energ¨ªa que le d¨¦ el el¨¢stico; si salta un gimnasta, cobra impulso y con su cuerpo logra mayores alturas. Y Naroa es un poco como la piedra.
N. A. Isinbayeva y yo somos las que agarramos la p¨¦rtiga m¨¢s arriba. Y es pr¨¢cticamente la misma p¨¦rtiga, pero yo arriba no s¨¦ qu¨¦ hacer. Cuando se lo cuento a otras compa?eras, que yo s¨®lo saco arriba 20 cent¨ªmetros, que con una p¨¦rtiga de 4,50 s¨®lo compenso arriba los 20 cent¨ªmetros del cajet¨ªn, nadie se lo cree. Todas andan por los 40, 50, 60 cent¨ªmetros. Todas se entrenan diariamente con un t¨¦cnico de gimnasia deportiva tambi¨¦n.
J. K. L. Es que es as¨ª. Hasta ahora, si alg¨²n d¨ªa corriendo se pone a pensar en lo que tiene que hacer arriba, es un desastre, no tiene capacidad para pensar en lo de arriba. Pero hay que cambiarlo porque lo vemos. Grabamos todos los d¨ªas en v¨ªdeo nuestros entrenamientos y luego los comparamos con saltos de Isinbayeva y otras.
N. A. Y en toda Europa todo el mundo nos pregunta que a qu¨¦ estamos esperando para entrenar gimnasia deportiva. La diferencia se hace arriba, donde yo no s¨¦ qu¨¦ hacer. Y, entonces, se nos ofreci¨® Jes¨²s Carballo, el padre de los gimnastas, un t¨ªo excepcional, que nos ha dicho que su hijo Javier ser¨ªa ideal porque est¨¢ muy acostumbrado a trabajar con j¨®venes.
J. K. L. Es como aprender mecanograf¨ªa. Primero te ense?an a sentarte, luego a poner las manos en el teclado, cada dedo en una tecla, y luego a apretarlos. Y al principio aprietas a ciegas y enseguida miras a ver si has acertado. Y en eso estamos nosotros, aprendiendo a poner los dedos. Estamos a¨²n en la Segunda Divisi¨®n, pero estoy seguro de que ascenderemos.
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