'Los chicos del coro' no crecen

Que el Palau de la M¨²sica se abarrote hasta la bandera por un concierto y que haga casi dos meses que no se encuentran entradas para asistir al mismo es, hasta cierto punto, habitual, pero que esto suceda con un concierto cuyo protagonista es una coral de voces blancas ya resulta m¨¢s sorprendente y, desde luego, habida cuenta de la cantidad de p¨²blico joven e infantil que hab¨ªa en el Palau, pone en entredicho la opini¨®n generalizada de que nuestros hijos, actualmente, pasan de oyentes de canciones de cuna a descargar el rock m¨¢s duro de Internet sin transici¨®n intermedia.

La protagonista del milagro es la coral Les Petits Chanteurs de Saint Marc de la ciudad de Ly¨®n, pero buena parte de los asistentes a este concierto organizado por el VIII Festival del Mil¡¤lenni, desconoce el nombre oficial del grupo, para el p¨²blico los que est¨¢n en el escenario son Los chicos del coro.

El llenazo de Les Petits Chanteurs en el Palau muestra que siguen tan vigentes como cuando se estren¨® la pel¨ªcula

Lo que ha ocurrido con esos petits chanteurs es una reedici¨®n moderna y colectiva del mito de Cenicienta: la coral, fundada en 1984, iba tirando bien que mal hasta que un d¨ªa es seleccionada en un casting para interpretar las canciones de la pel¨ªcula Les choristes (Los chicos del coro) y uno de sus cantores, el joven Jean-Baptiste Meunier, es escogido para interpretar el papel protagonista. La pel¨ªcula, que narra la historia de un maestro que a trav¨¦s del canto consigue unir en un proyecto com¨²n a los d¨ªscolos alumnos de un internado, se convierte en un ¨¦xito de taquilla. En Francia la ven m¨¢s de ocho millones y medio de espectadores y vende un mill¨®n de DVD y un mill¨®n y medio de discos. Tras el ¨¦xito viene la presentaci¨®n en Par¨ªs, las giras por el extranjero y hasta una candidatura para los Oscar. En Espa?a, TVE pas¨® la pel¨ªcula el d¨ªa de Navidad de 2005 y se convirti¨® en el filme m¨¢s visto del a?o en televisi¨®n.

Hasta cierto punto Les Petits Chanteurs de Saint Marc han quedado prisioneros de Los chicos del coro, su personaje, y hoy en sus conciertos es absolutamente obligatorio que se cante, Caresse sur l'oc¨¦an, Cerf-volant y Vois sur ton chemin, las canciones compuestas por Bruno Coulais para la pel¨ªcula que alcanzaron mayor divulgaci¨®n.

No es f¨¢cil evaluar la incidencia real de Los chicos del coro en el ¨¢mbito de las corales infantiles catalanas, no existen estad¨ªsticas fiables al respecto, pero existe la leyenda urbana de que la pel¨ªcula despert¨® innumerables vocaciones y aument¨® espectacularmente la inscripci¨®n de chavales en los coros infantiles.

Es cierto que en Catalu?a nunca ha faltado p¨²blico en las corales infantiles, pues entre amplios sectores de la poblaci¨®n existe, desde principios del siglo XX, el convencimiento de que el canto coral no s¨®lo proporciona a los ni?os una de las mejores educaciones musicales posibles, sino que tiene beneficios colaterales a?adidos derivados de comprometer a los j¨®venes en un proyecto colectivo en el que el resultado depende del esfuerzo de todos. Muchos padres piensan, acertadamente, que una coral tambi¨¦n es una buena escuela de convivencia y compensa los excesos del modelo de un mundo cada vez m¨¢s ferozmente individualista.

Elisenda Carrasco y Esteve Nabona, directores especializados en coros infantiles y juveniles, minimizan el impacto de Los chicos del coro; en su opini¨®n la pel¨ªcula gust¨® mucho a sus pupilos, pero no se percibi¨® un incremento de solicitudes de inscripci¨®n; tambi¨¦n es cierto, sin embargo, que algunos de los coros que dirigen, el Cor Infantil y el Cor Jove del Orfe¨® Catal¨¤, entre otros, se cuentan entre los mejores de Catalu?a en su ¨¢mbito de edad y se nutren de hijos provenientes, en parte, de ambientes intensamente musicalizados desde hace generaciones. Gloria Prats, en cambio, ejerce su labor de directora de coros infantiles en el Maresme, su trabajo es m¨¢s de base y se parece m¨¢s a un apostolado, en su opini¨®n la pel¨ªcula s¨ª supuso un incremento de inscripciones en sus coros, aunque no tanto como la primera edici¨®n de Operaci¨®n Triunfo, matiza, y con la diferencia, a?ade, de que los que llegaron a trav¨¦s de OT se marcharon cuando supieron que hab¨ªa que trabajar, mientras que los que llegaron a trav¨¦s de Los chicos del coro a¨²n siguen ah¨ª.

Dos a?os es una eternidad en el actual mundo de los fen¨®menos medi¨¢ticos juveniles que crea ¨ªdolos, los ensalza, enriquece, derrumba y destruye a velocidad de v¨¦rtigo. El concierto en el Palau de Los chicos del coro corr¨ªa el peligro de llegar en la fase descendente del fen¨®meno medi¨¢tico, pero a juzgar por el llenazo y el ¨¦xito, esta Cenicienta de momento aguanta y su pr¨ªncipe a¨²n no se ha ido con otra.

Lo peor que le puede pasar a una coral infantil es que le crezcan los cantantes y enti¨¦ndase eso en el sentido de que el paso del tiempo le haga perder espontaneidad, encanto y el aura, probablemente infundada, de angelical inocencia que tiene un mocoso o mocosa de 10 a?os cuando se pone a cantar. Los chicos del coro de momento no crecen y sin ser -y nunca lo fue- un coro de ¨¦lite en el aspecto estrictamente musical, siguen conservando intacta la cautivadora capacidad para cantar con sencillez y emoci¨®n que les llev¨® a la fama.