El 'narco' Oubi?a debe al Estado m¨¢s de 100 millones de euros en multas
Las asociaciones de ayuda al toxic¨®mano exigen que no sea excarcelado sin pagar
El narcotraficante Laureano Oubi?a tiene pendientes de pago multas por valor de m¨¢s de 100 millones de euros derivadas de tres condenas judiciales por tr¨¢fico de hach¨ªs. Esta deuda no impedir¨¢ que Oubi?a obtenga en pocas semanas la libertad condicional, seg¨²n confirmaron ayer fuentes judiciales. Su excarcelaci¨®n se producir¨¢ gracias a la refundici¨®n de sus condenas que ha admitido un auto de la Secci¨®n Primera de lo Penal de la Audiencia Nacional y que revoca anteriores resoluciones de los tribunales que le condenaron, del fiscal y del juez de vigilancia penitenciaria.
La actual legislaci¨®n impone a los traficantes de droga elevadas multas en concepto de indemnizaciones pero no de responsabilidad civil. "Esta es la gran contradicci¨®n de la ley, porque no se considera un da?o a la sociedad sino al Estado, lo cual les permite salir de la c¨¢rcel sin haberlas liquidado", indicaron las fuentes judiciales consultadas. El Gobierno prepara una reforma para cambiar este aspecto de la actual legislaci¨®n, pero no se podr¨¢ aplicar con car¨¢cter retroactivo.
La presidenta de la Federaci¨®n Galega de Asociaciones de Ayuda al Toxic¨®mano, Carmen Avenda?o, calific¨® ayer de "inadmisible" la pr¨®xima excarcelaci¨®n de Oubi?a, lograda tras una apelaci¨®n contra la que no cabe recurso. Avenda?o cree que antes de abandonar la prisi¨®n, Oubi?a debe saldar sus cuentas con el Estado y pagar hasta el ¨²ltimo c¨¦ntimo.
Record¨® Avenda?o que "la norma que est¨¢ aplicando la Administraci¨®n penitenciaria es que no se conceda la libertad condicional, al cumplir las tres cuartas partes de la condena, si tiene multas pendientes". "Y que yo sepa", agreg¨®, "este se?or debe todav¨ªa muchos millones al Estado, en concepto de multas por narcotr¨¢fico. Esto es muy importante y si ahora es de otra manera est¨¢n desmontando lo que hasta ahora era una regla de general aplicaci¨®n".
La primera condena en firme contra Oubi?a, en el juicio por la llamada Operaci¨®n N¨¦cora, fue por delito fiscal y le supuso una multa de 1.800 millones de pesetas. La Audiencia Nacional intent¨® saldarla con el decomiso del Pazo de Bai¨®n en 1999, en el que Oubi?a aparec¨ªa como su presunto due?o. Pero en el juicio, la Fiscal¨ªa Antidroga retir¨® esta acusaci¨®n de blanqueo de dinero por falta de pruebas. En 1999 fue condenado por tr¨¢fico de hach¨ªs y se le impuso una multa de 2.400 millones de pesetas. En otra condena posterior por el mismo motivo la sanci¨®n se elev¨® a 7.500 millones. En la ¨²ltima condena, el pasado a?o, por la introducci¨®n de 12 toneladas de hach¨ªs, la multa se elev¨® a 60 millones de euros.
Respecto al auto que permitir¨¢ la excarcelaci¨®n del narco, Avenda?o se?al¨®: "Respetando la decisi¨®n de los jueces, que nosotros sepamos, es la primera vez que se consigue algo as¨ª, puesto que hay pronunciamientos del Tribunal Supremo siempre denegando la refundici¨®n de condenas ya cumplidas. En este caso, no sabemos qu¨¦ criterios emplea la Sala para que puedan permitirle a este se?or salir de la c¨¢rcel dos a?os antes de que extinga la condena".
"Nos parece un trato de favor descarado para un se?or que desde luego no se lo merece y una decisi¨®n judicial con la que, evidentemente, no estamos de acuerdo, pero hay que respetar y conformarse. Pero tambi¨¦n nos parece una oportunidad para que otros puedan reclamar el mismo trato", advirti¨® Avenda?o.
Las asociaciones de ayuda al toxic¨®mano exigir¨¢n que se apliquen los mismos criterios a "cientos de personas, con problemas de drogadicci¨®n, que est¨¢n en la c¨¢rcel desde hace muchos a?os, v¨ªctimas de estos se?ores a los que no se les aplica ning¨²n privilegio". "Que se les aplique esta doctrina con igual fervor y contundencia", a?adi¨® Avenda?o. La presidenta de la federaci¨®n aludi¨® al largo historial de Oubi?a, "una persona que ha sido reincidente". "Queremos saber qu¨¦ nos van a contestar cuando pidamos la excarcelaci¨®n de tantas personas porque creemos que la justicia es imparcial y que no se trata de una aplicaci¨®n puntual para personajes de renombre".
Por su parte, el alcalde de Vilagarc¨ªa, el socialista Javier Gago, no quiso valorar el auto de la Audiencia. "Estas decisiones las toman los jueces y hay que acatarlas, nos gusten o no. A los ciudadanos s¨®lo nos queda respetarlas", afirm¨®.
Sin Coh¨ªbas en prisi¨®n
Dentro de su condici¨®n de narcotraficante, ahora arrepentido y con prop¨®sito de enmienda (seg¨²n ¨¦l mismo ha declarado en un reciente escrito dirigido a los funcionarios de la c¨¢rcel), Laureano Oubi?a Pi?eiro es un delincuente que ha traficado con hach¨ªs, una sustancia estupefaciente que "no causa grave da?o para la salud p¨²blica", seg¨²n se admite en el propio C¨®digo Penal.
Al ciudadano de a pie siempre le han llamado la atenci¨®n las condenas de Oubi?a, m¨ªnimas si se comparan con las del traficante de coca¨ªna o de hero¨ªna, y para un hombre que ha ejercido de capo con gran popularidad y presencia en los medios de comunicaci¨®n. Pero los c¨®digos penales y las circunstancias han jugado a su favor, todo ello unido a un regimiento de abogados que han cre¨ªdo en ¨¦l, y que incluso, se asociaron con Oubi?a en sus empresas. La ¨²nica gran batalla legal que perdi¨® fue por el control del Pazo de Bai¨®n, la emblem¨¢tica mansi¨®n pr¨®xima a Vilagarc¨ªa, pero, a cambio, en ese mismo proceso se evit¨® siete a?os m¨¢s de c¨¢rcel.
Han sido condenas leves pero que en algunos casos constituyen la m¨¢xima pena, seis a?os de privaci¨®n de libertad, que se puede aplicar a un traficante de una sustancia como el hach¨ªs. Otra cosa es la sanci¨®n que estipulen los tribunales y que en el caso de Oubi?a podr¨ªan llevar a la ruina a cualquiera. Pero Laureano presumi¨® de pobre y tambi¨¦n de analfabeto. Todos recuerdan sus zuecos como parte de la indumentaria de comediante que exhibi¨® en el juicio del caso N¨¦cora, en 1994.
Han pasado 13 a?os desde entonces, y ahora de Oubi?a dicen que es un preso sin manchas en su expediente, si acaso alg¨²n rifirrafe sin importancia con alg¨²n funcionario. Aunque no deja de quejarse por cualquier cosa, en la c¨¢rcel le respetan y tiene las cuentas de su peculio con saldo suficiente para adquirir cualquier alimento o producto de droguer¨ªa en el demandadero del centro penitenciario de Zuera (Zaragoza), donde lleva internado m¨¢s de un a?o. Adem¨¢s de tener suficiente dinero para comprar chucher¨ªas, no para de escribir sus quejas a mano y con una perfecta caligraf¨ªa.
Pero s¨®lo hay una cosa que no ha podido conseguir en estos cuatro a?os de cautiverio: sus queridos habanos marca Coh¨ªbas. Ya en 2004 solicit¨® que incluyeran estos puros en la lista de productos a la venta. Pero las autoridades penitenciarias desestimaron su queja porque, argumentaron, los Coh¨ªbas "no son art¨ªculo de primera necesidad".
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