La mala vida del congresista
Los visitantes del 3GSM combinan la actividad del congreso con una apretada agenda nocturna
El sol cae inmisericorde sobre la fuente de Montju?c, pese a la ¨¦poca del a?o. El ruido del agua se mezcla con la melod¨ªa que toca un gaitero a sueldo. A las doce del mediod¨ªa, caf¨¦s y cervezas corren de mesa en mesa por la enorme terraza que alguien ha improvisado en lo alto de la Feria de Barcelona.
"Es dura la vida, ?verdad?" Itay Gissin echa la cabeza hacia atr¨¢s y sonr¨ªe a los rayos de sol. El domingo lleg¨® de Israel para participar en el congreso mundial de telefon¨ªa m¨®vil 3GSM junto con su socio, Aner Ravon, y un amigo, Boaz Shoval. Los tres se alojan en un apartamento de la Barceloneta, por el que pagan 130 euros diarios. "Somos una empresa reci¨¦n nacida y no podemos permitirnos el precio de los hoteles", explica Gissin.
Entre c¨®cteles, fiestas organizadas y otras espont¨¢neas, las salas de fiestas de la ciudad se llenan de cientos de 'sufridos' congresistas
Itay Gissin ha venido de Israel con un amigo y un socio y se quedar¨¢n hasta el domingo para conocer restaurantes y ver f¨²tbol
Convertirse en su sombra, asegura, puede resultar un plan divertido: "La verdad es que no tenemos mucho trabajo, vamos a pasarlo bastante bien". "?Siempre hace este tiempo?", a?ade. Este ejecutivo, ex empleado de la compa?¨ªa Orange, logr¨® convencer a un grupo de inversores hace seis meses para crear Syncho, una empresa de servicios para usuarios de m¨®vil que crean canales de informaci¨®n personalizados. "Por ejemplo, si quieres un canal de David Beckham, nosotros te enviamos al m¨®vil todos los nuevos v¨ªdeos que surjan en Internet y televisi¨®n", explica.
Itay no tiene inter¨¦s en ninguna de las conferencias o mesas redondas, su misi¨®n en Barcelona consiste en verse con potenciales clientes para vender los servicios de su empresa y su amigo Shoval es el encargado de otros menesteres como encontrar entradas para el f¨²tbol -El Espanyol juega en casa este fin de semana- o buscar locales para la noche. Esta noche ha reservado mesa en el restaurante Cal Pep del Born y pide recomendaciones para las copas posteriores y la compras. Le han dicho que el paseo de Gr¨¤cia est¨¢ repleto de firmas de lujo y que Portal de l'?ngel tiene tiendas m¨¢s baratas. El congreso acaba el jueves pero ellos se quedar¨¢n hasta el domingo.
"Me encantar¨ªa vivir en Barcelona, vine por primera vez para el congreso del a?o pasado, es fabulosa", dice Itay. Aner Ravon, su socio, llega anunciando que es el momento de abandonar la cafeter¨ªa.
Itay visita la compa?¨ªa israel¨ª Flash Networks porque hace unos meses dise?¨® un plan de negocio para ellos y le gustar¨ªa saber si lo han puesto en marcha. Adem¨¢s, quiere sondearles para futuras colaboraciones, que en jerga ferial, significa tratar de venderles alg¨²n producto. Itay sale decepcionado del encuentro, dice que su proyecto qued¨® en nada y que los encargados del departamento de ventas no han acudido a la feria. "Muy mal s¨ªntoma para una empresa", opina.
Por la tarde se ver¨¢n con un agente espa?ol, un representante de empresas extranjeras en Espa?a. El d¨ªa anterior se citaron con otro a trav¨¦s del cual ha cerrado una cita con Telef¨®nica para hoy mi¨¦rcoles en Madrid.
Pasadas las tres de la tarde ambos toman un bocadillo de jam¨®n serrano en una de las cafeter¨ªas del sal¨®n. Aseguran que Israel no se encuentra en guerra civil permanente y que los medios s¨®lo recogen las partes m¨¢s extremas del conflicto. Adem¨¢s, ellos explican que los creyentes radicales son una minor¨ªa. "La mayor¨ªa no somos jud¨ªos 24 horas al d¨ªa, en todo lo que hacemos". Tel Aviv, aseguran, "es una ciudad como Barcelona, cosmopolita y llena de vida, con locales abiertos todo el d¨ªa".
Y hablando de locales, se interesan de nuevo por la Barcelona nocturna. Despu¨¦s del c¨®ctel a las seis y media en la feria -entre fiestas organizadas por las grandes empresas y otras improvisadas, los congresistas tienen una apretada agenda nocturna-, se ir¨¢n a cenar a Cal Pep. Al acabar tienen pensado tomar alguna copas por los bares del barrio de Born y quieren saber la direcci¨®n de alguna discoteca. Les han hablado de Otto Sutz y Luz de Gas, donde, si van, se encontrar¨¢n otros muchos visitantes del 3GSM, con esa cinta rosa con la identificaci¨®n que les acredita como uno de tantos sufridores de la mala vida de un congresista en Barcelona.
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