Interior comienza a repatriar desde Nuadib¨² a los inmigrantes del 'Marine I'
35 subsaharianos fueron devueltos ayer a Cabo Verde y hoy parten hacia India 229 asi¨¢ticos
El Ministerio del Interior repatri¨® ayer desde Nuadib¨² a Cabo Verde, en un avi¨®n H¨¦rcules del Ej¨¦rcito, a los 35 inmigrantes subsaharianos que viajaban a bordo del carguero Marine I, rescatado hace 14 d¨ªas por una patrullera de Salvamento Mar¨ªtimo frente a las costas de ?frica occidental. El Gobierno tiene intenci¨®n de enviar ma?ana a India a otros 229 sin papeles orientales que iban en el buque. Mientras, aumenta la tensi¨®n entre los gendarmes mauritanos y los polic¨ªas espa?oles encargados de la repatriaci¨®n.
35 'sin papeles' de tres pa¨ªses distintos pueden solicitar el estatuto de refugiados
Seg¨²n pasan las horas aumenta la tensi¨®n entre los polic¨ªas espa?oles y mauritanos
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que hizo por fin su aparici¨®n en el recinto portuario donde permanecen los inmigrantes, ha explicado que los dem¨¢s sin papeles (22 birmanos, 10 ciudadanos de Sri Lanka y tres afganos) pueden ser candidatos al estatuto de refugiado y ha solicitado a las autoridades mauritanas que les permitan estudiar con detenimiento su situaci¨®n.
A medida que pasan las horas, aumenta la tensi¨®n entre los gendarmes mauritanos y los polic¨ªas espa?oles encargados de ejecutar las repatriaciones. Esa tensi¨®n fue evidente ayer en el aeropuerto de Nuadib¨². El avi¨®n con los inmigrantes subsaharianos y con la delegaci¨®n de Guinea-Conakry que ayud¨® a identificarlos despeg¨® a las 13.15, hora local (una hora m¨¢s en la Espa?a peninsular). Cabo Verde hab¨ªa accedido a acoger a los sin papeles porque el aeropuerto de Conakry, donde al parecer ha sido decretada la ley marcial, estaba cerrado. Pero media hora despu¨¦s del despegue, el H¨¦rcules reapareci¨® en el cielo y comenz¨® a volar en c¨ªrculos. Algo iba mal.
A las 14.30, el avi¨®n volvi¨® a posarse en el aeropuerto. Las gestiones del Ministerio de Asuntos Exteriores hab¨ªan fallado en el ¨²ltimo momento, y Cabo Verde hab¨ªa negado permiso de aterrizaje al H¨¦rcules hasta las ocho de la tarde. En la pista se hallaban varios funcionarios espa?oles: el c¨®nsul en Nuakchot, el vicec¨®nsul en Nuadib¨², el agregado de Interior de la Embajada, el delegado de la Agencia de Cooperaci¨®n Internacional, la subdirectora general de Inmigraci¨®n del Ministerio del Interior... En ese momento aparecieron una veintena de polic¨ªas mauritanos, que rodearon el aparato. Ten¨ªan orden de que nadie bajara a tierra.
Un sol de plomo, reforzado por una nube de arena ardiente, aplastaba la pista y recalentaba el fuselaje del aparato, en cuyo interior los inmigrantes, los polic¨ªas que los escoltaban y los delegados guineanos soportaban 50 grados de temperatura y carec¨ªan de retretes, salvo dos agujeros para orinar. Los funcionarios espa?oles sacaron sus tel¨¦fonos m¨®viles e insistieron una y otra vez ante las autoridades mauritanas que permitieran a todas esas personas bajar a tierra y cumplir la espera hasta el despegue en la sala del aeropuerto. Pero los mauritanos se negaron en redondo.
Un empleado del consulado fue enviado a comprar bocadillos. Los diplom¨¢ticos debatieron la conveniencia de adquirir una partida de orinales y subirlos al avi¨®n. Un polic¨ªa espa?ol grit¨®: "?Pues nos los llevamos a todos a Tenerife, co?o!". Los tel¨¦fonos segu¨ªan agotando bater¨ªa, sin resultado. A las tres, las tripulaciones de dos grandes reactores de la compa?¨ªa Swift Air contratados por el Ministerio del Interior, que llevan dos d¨ªas aparcados en la pista, ofrecieron trasvasar sus servicios de catering al H¨¦rcules. Todos se pusieron manos a la obra, mientras los diplom¨¢ticos segu¨ªan con sus m¨®viles pegados a la oreja.
A las 17.10, 30 polic¨ªas nacionales fueron trasladados al aeropuerto para relevar a los que estaban dentro del avi¨®n. Pero cuando se dispon¨ªan a hacerlo, el c¨®nsul apag¨® su m¨®vil, abri¨® los brazos y exclam¨®: "?Nos marchamooos!". El H¨¦rcules calent¨® motores, el cord¨®n de agentes mauritanos se retir¨®. A las 17.30, el avi¨®n despeg¨® rumbo a Cabo Verde, levantando nubes de polvo. La subdirectora de Interior comentaba: "No pongo la mano en el fuego por que no vaya a tener que volver".
El acuerdo firmado por el Ministerio de Asuntos Exteriores con el Gobierno de Mauritania para que ¨¦ste ¨²ltimo permitiera atracar el Marine I en el puerto de Nuadib¨² era de imposible cumplimiento. El documento especificaba que, en cuanto el ¨²ltimo inmigrante hubiese descendido del carguero, ¨¦ste deb¨ªa ser remolcado fuera de las aguas territoriales del pa¨ªs, y que los espa?oles se llevar¨ªan a los sin papeles en un m¨¢ximo de cuatro horas.
En cuanto expir¨® el plazo, a ¨²ltima hora de la tarde del martes, los jefes de la Gendarmer¨ªa comenzaron a presionar al agregado de Interior de la Embajada espa?ola, Luis Mayand¨ªa, para que se llevase a los inmigrantes de la nave portuaria en la que se encuentran, los subiera a los aviones que esperaban en el aeropuerto y los sacase del pa¨ªs. Mayand¨ªa daba largas y se escudaba en que el pr¨¢ctico mauritano del puerto se hab¨ªa presentado con dos horas de retraso y el Marine I, que deb¨ªa haber atracado a las ocho de la ma?ana, no lo hab¨ªa hecho hasta las 11.
Pero el tiempo pasaba y los mauritanos presionaban cada vez m¨¢s. Mayand¨ªa opt¨® por aplicar una pol¨ªtica de hechos consumados. Se encerr¨® en la nave (una vieja f¨¢brica de tratamiento de pescado) con los sin papeles, que dorm¨ªan en absoluto silencio sobre alfombras extendidas en el suelo. Los 130 polic¨ªas llegados desde Madrid, Barcelona y Canarias, que al igual que su jefe llevaban tres d¨ªas sin ver una cama, echaron por turnos una cabezada en el autob¨²s que les transport¨® desde el aeropuerto.
A las nueve de la ma?ana de ayer, la Guardia Civil concedi¨® una alegr¨ªa a los mauritanos: remolc¨® los restos del Marine I fuera de sus aguas territoriales. Pero no fue suficiente para aplacar su irritaci¨®n: cada vez presionaban m¨¢s fuerte a los espa?oles para que se llevaran a los inmigrantes que quedaban. Mayand¨ªa intentaba ganar tiempo. A ¨²ltima hora de ayer se preparaba para pasar otra noche en vela junto a los sin papeles. Los mauritanos a¨²n cre¨ªan que se los iba a llevar antes de media noche.
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