'Reflexiones sobre la m¨²sica'
"CON EL APABULLANTE ?XITO del reproductor de m¨²sica de Apple, el iPod y la tienda iTunes, algunos han reclamado a Apple que abra el sistema de control de derechos digitales (DRM) que utiliza contra la pirater¨ªa, de manera que la m¨²sica comprada desde iTunes pueda reproducirse en aparatos digitales comprados a otras compa?¨ªas, y que la m¨²sica protegida comprada en otras tiendas de m¨²sica pueda ser reproducida en el iPod (...).
Es ¨²til recordar que todos los iPods son capaces de reproducir m¨²sica sin DRM y codificada en formatos abiertos como el MP3 y AAC. Los usuarios del iPod pueden obtener su m¨²sica de muchas fuentes, incluidos los CD que poseen. La m¨²sica en CD puede ser importada f¨¢cilmente
a trav¨¦s del programa gratuito iTunes, que funciona tanto en Macs como en PCs, y es codificada autom¨¢ticamente en los formatos abiertos AAC o MP3 sin ning¨²n DRM. Esta m¨²sica puede ser reproducida en iPods o en otros reproductores que sean capaces de utilizar estos formatos abiertos.
La presi¨®n viene de la m¨²sica que Apple vende en iTunes. Como Apple no es la propietaria de la m¨²sica, debe licenciar los derechos para distribuir m¨²sica de otros, principalmente de las cuatro grandes discogr¨¢ficas: Universal, Sony BMG, Warner y EMI. Estas cuatro compa?¨ªas controlan la distribuci¨®n de cerca del 70% de la m¨²sica mundial. Cuando Apple pidi¨® a estas compa?¨ªas licenciar su m¨²sica para que fuera distribuida legalmente por Internet (...) solicitaron a Apple que protegieran su m¨²sica para que no fuera copiada ilegalmente. La soluci¨®n fue crear un sistema DRM que encapsulara cada canci¨®n comprada en iTunes.
Apple pudo negociar derechos de reproducci¨®n en ese momento, lo que inclu¨ªa permitir a los usuarios la reproducci¨®n de su m¨²sica protegida con DRM hasta en cinco ordenadores y en un n¨²mero ilimitado de iPods (...). Un compromiso clave en el acuerdo con las discogr¨¢ficas fue que si nuestro sistema DRM resulta comprometido y la m¨²sica consigue ser reproducida en aparatos no autorizados, s¨®lo tenemos unas semanas para solucionar el problema o las discogr¨¢ficas podr¨ªan retirar su cat¨¢logo de la tienda iTunes.
Para prevenir las copias ilegales, los sistemas DRM deben permitir la reproducci¨®n de la m¨²sica protegida s¨®lo a aparatos autorizados. Si una canci¨®n protegida es colgada en Internet, no deber¨ªa poder reproducirse en el ordenador que la ha descargado o en otro reproductor. Para conseguir esto, el sistema DRM emplea secretos (...).
El problema, por supuesto, es que hay mucha gente inteligente en el mundo, algunos de ellos con mucho tiempo libre, que adoran descubrir cu¨¢les son estos secretos y publicarlos de manera que todo el mundo pueda tener m¨²sica gratis (y robada). A menudo tienen ¨¦xito (...). Cuando a nosotros, en contadas ocasiones, nos han roto las protecciones Fair Play, hemos solucionado con ¨¦xito este asunto a trav¨¦s de la actualizaci¨®n de software de la tienda y el programa iTunes y el software del iPod. Hasta ahora hemos sido capaces de mantener nuestro compromiso con las discogr¨¢ficas para proteger su m¨²sica. Con esta situaci¨®n de fondo, exploremos ahora tres diferentes alternativas de futuro.
La primera alternativa es continuar con la situaci¨®n actual, en la que cada fabricante compite libremente con su sistema propietario para vender, reproducir y proteger su m¨²sica (...). Apple, Microsoft y Sony compiten con sistemas propietarios. La m¨²sica comprada en la tienda de Microsoft para Zune s¨®lo funciona con los reproductores Zune, la m¨²sica comprada en la tienda Connect de Sony s¨®lo puede reproducirse en reproductores de Sony, y la m¨²sica comprada en iTunes s¨®lo puede ser reproducida en los iPods (...). Los compradores est¨¢n bien servidos con un flujo permanente de productos innovadores y amplio abanico de elecciones.
Algunas personas argumentan que si el usuario compra una cantidad de m¨²sica importante de una de las tiendas con sistema propietario, quedan para siempre atados al uso exclusivo de los reproductores de esa compa?¨ªa. O, si compraron un reproductor espec¨ªfico, est¨¢n obligados a comprar la m¨²sica en la tienda de esa empresa. Echemos un ojo a los datos sobre el iPod y la tienda iTunes, que son los productos m¨¢s populares de esta industria y sobre los que disponemos de datos fidelignos. Hasta el final de 2006, los compradores adquirieron 90 millones de iPods y 2.000 millones de canciones en la tienda iTunes. De media, 22 canciones compradas por iPod.
Hoy en d¨ªa, el iPod m¨¢s popular es capaz de llevar 1.000 canciones, y nuestras investigaciones indican que el usuario medio de iPod lo tiene casi lleno. Eso supone que 22 canciones de cada 1.000, o menos del 3% de la m¨²sica del iPod medio, est¨¢ comprada en iTunes y protegida con DRM. El restante 97% de la m¨²sica no est¨¢ protegida y es reproducible en cualquier aparato que sea capaz de usar formatos abiertos. Es dif¨ªcil pensar que s¨®lo el 3% de la m¨²sica del iPod medio sea suficiente para forzar a los usuarios a seguir comprando obligatoriamente iPods en el futuro (...).
La segunda alternativa es que Apple licencie su tecnolog¨ªa de DRM FairPlay a los actuales y futuros competidores, con el fin de conseguir una interoperabilidad entre reproductores de diferentes compa?¨ªas y tiendas de m¨²sica en l¨ªnea. Superficialmente, esta opci¨®n parece una buena idea puesto que ofrecer¨ªa a los compradores mayores posibilidades (...).
El problema m¨¢s serio es que licenciar un DRM implica desvelar algunos de sus secretos a mucha gente en muchas empresas, y la historia nos dice que, inevitablemente, esos secretos acaban filtr¨¢ndose. Internet hace que estas filtraciones sean mucho m¨¢s da?inas, ya que se difunden mundialmente en menos de un minuto. Estas filtraciones pueden acabar r¨¢pidamente en programas descargables gratuitamente por Internet que desactivan la protecci¨®n del DRM, de forma que canciones antes protegidas puedan ser reproducidas libremente en reproductores no autorizados.
Otro problema igualmente serio es c¨®mo reparar r¨¢pidamente el da?o producido. Una soluci¨®n con ¨¦xito implicar¨ªa posiblemente una mejora a trav¨¦s de nuevos secretos del software de la tienda iTunes, del software del reproductor en el ordenador y el software del reproductor port¨¢til, y a partir de ah¨ª, distribuir este software actualizado a trav¨¦s de decenas (o cientos) de miles de Mac, PC con Windows y reproductores ya en uso (...). Esta tarea resulta muy dif¨ªcil, incluso si una compa?¨ªa controla todos los elementos; pero es casi imposible si m¨²ltiples empresas controlan por separado las diferentes piezas del puzzle, y todas ellas han de actuar conjuntamente para reparar el da?o.
Apple asume que si licencia Fair Play a terceros, no podr¨¢ garantizar nunca m¨¢s la protecci¨®n de las licencias de la m¨²sica de las cuatro grandes discogr¨¢ficas. Quiz¨¢ ¨¦sta es la misma conclusi¨®n que explica que Microsoft, de poner el ¨¦nfasis en un modelo abierto para licenciar su DRM a otros, ha pasado a un modelo cerrado en el que ofrecen una tienda de m¨²sica propietaria, un software reproductor propietario y un reproductor propietario.
La tercera alternativa es abolir el DRM. Imaginemos un mundo donde cada una de las tiendas en l¨ªnea venda m¨²sica sin DRM codificada en formatos de licencia abierta. En un mundo as¨ª, cualquier aparato podr¨¢ reproducir m¨²sica adquirida en cualquier tienda, y cualquier tienda podr¨¢ vender m¨²sica que podr¨¢ reproducirse en cualquier reproductor. Esta es claramente la mejor alternativa para los consumidores. Apple la aceptar¨ªa inmediatamente. Si las cuatro grandes discogr¨¢ficas quisieran licenciar su m¨²sica a Apple sin el requerimiento de que est¨¦ protegida por DRM, nosotros podr¨ªamos cambiar y vender s¨®lo m¨²sica sin DRM en la tienda iTunes. Cada iPod fabricado podr¨ªa reproducir esta m¨²sica sin protecci¨®n.
?Por qu¨¦ querr¨ªan las cuatro grandes discogr¨¢ficas permitir a Apple y a otros la distribuci¨®n de m¨²sica sin DRM? La respuesta m¨¢s simple es que el DRM no ha funcionado, y puede que nunca funcione, para detener la pirater¨ªa. Aunque las cuatro grandes discogr¨¢ficas exigen que toda su m¨²sica vendida en red est¨¦ protegida con DRM, las mismas compa?¨ªas contin¨²an vendiendo miles de millones de CD con m¨²sica sin proteger (...). Toda esa m¨²sica distribuida en CD puede ser f¨¢cilmente subida a Internet, para (ilegalmente) poder ser descargada y reproducida en cualquier ordenador.
En 2006, m¨¢s de 2.000 millones de canciones protegidas con DRM fueron vendidas por tiendas en l¨ªnea, mientras que 20.000 millones de canciones fueron vendidas sin DRM y totalmente desprotegidas en CD. Las discogr¨¢ficas venden la mayor¨ªa de su m¨²sica sin proteger y parece que no tienen ninguna intenci¨®n de cambiar ese comportamiento, ya que la mayor¨ªa de sus beneficios dependen de vender CD que deben ser reproducidos en reproductores incapaces de entender los sistemas DRM.
As¨ª que, si las discogr¨¢ficas est¨¢n vendiendo el 90% de su m¨²sica sin DRM, ?qu¨¦ beneficio obtienen de vender el peque?o resto porcentual de su m¨²sica con protecci¨®n DRM? Parece que ninguno (...).
Muchas preocupaciones sobre el DRM se han generado en Europa. Quiz¨¢ aquellos descontentos con la situaci¨®n actual deber¨ªan dedicar sus energ¨ªas a convencer a las discogr¨¢ficas para que vendan su m¨²sica sin DRM. Dos y media de las grandes discogr¨¢ficas est¨¢n ubicadas en su territorio. La m¨¢s grande, Universal, es propiedad de Vivendi, una compa?¨ªa francesa. EMI es brit¨¢nica y Sony BMG es propiedad al 50% de Bertelsmann, compa?¨ªa alemana. Convencerles para que licencien a Apple y otras compa?¨ªas su m¨²sica sin DRM es la ¨²nica forma de crear un mercado de m¨²sica completamente interoperable. Apple apoyar¨¢ esta iniciativa sin ning¨²n tipo de ambig¨¹edades".
Extracto de la carta p¨²blica de Steve Jobs, difundida el 6 de febrero.
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