El coraz¨®n de Vitoria, a debate
Una encuesta ciudadana acompa?a la exposici¨®n sobre el nuevo proyecto para la plaza de la Virgen Blanca
La plaza de la Virgen Blanca de Vitoria, coraz¨®n e imagen emblem¨¢tica de la ciudad, requiere una transformaci¨®n urgente: se necesita revisar ya todo su entramado subterr¨¢neo de conducciones de gas, electricidad y saneamiento. Al mismo tiempo, el Ayuntamiento ha buscado tambi¨¦n la renovaci¨®n de su aspecto externo. Pero ah¨ª el proceso se le ha vuelto en contra. Tanto, que ayer present¨® una exposici¨®n sobre la historia de la plaza en sus ¨²ltimos 150 a?os, junto con las infograf¨ªas y las l¨ªneas maestras del nuevo proyecto, para el que ha abierto una consulta ciudadana, iniciativa in¨¦dita en la historia de Vitoria.
El tri¨¢ngulo urbano que se distribuye entre las escalinatas de San Miguel y la calle Postas, conocido por el hiperb¨®lico monumento a la Batalla de Vitoria, es un espacio que se considera intocable. Tanto el citado monumento que conmemora la victoria de las tropas anglo-espa?olas dirigidas por el duque de Wellington sobre el ej¨¦rcito napole¨®nico en 1813, y que se levant¨® cien a?os despu¨¦s de la contienda, como todo el contexto urbano, incluidos los parterres, la calle, las aceras y hasta el adoquinado.
El alcalde, Alfonso Alonso, avanz¨® hace tiempo la posibilidad de una reforma radical del lugar de encuentro por excelencia de los vitorianos, que incluyera el traslado del citado monumento. La respuesta popular en sentido contrario le llev¨® a abandonar la idea. No se ha vuelto a hablar de un posible traslado de esta escultura de reivindicaci¨®n b¨¦lica.
Pero el espacio segu¨ªa necesitando una reforma no s¨®lo estructural, tambi¨¦n de adaptaci¨®n a los nuevos usos ciudadanos. As¨ª que el Ayuntamiento convoc¨® un concurso p¨²blico, al que se presentaron tres ofertas, que fueron desestimadas. Al final, el encargo se qued¨® en el equipo de arquitectos municipales. En concreto, el arquitecto paisajista Eduardo Rojo y el jefe del servicio de Arquitectura, Carlos Ibarlucea, han colaborado para dar nueva forma al recinto, que se convertir¨¢ en el gran espacio p¨²blico de la ciudad. "Es la postal de Vitoria y va a seguir si¨¦ndolo", garantiz¨® el alcalde cuando present¨® el proyecto.
Sin embargo, con monumento incluido, el nuevo aspecto que mostraban las infograf¨ªas de la propuesta, publicadas en la prensa local, volvieron a agitar los ¨¢nimos de los vitorianos. Tanto, que el alcalde pospuso el inicio de las obras y prepar¨® una exposici¨®n sobre este enclave, que ayer se inaugur¨® en la sala Espacio Ciudad (San Prudencio, 30). La muestra ofrece la posibilidad de opinar sobre el proyecto, en una encuesta no vinculante, en la que se pregunta por los pros y los contras del nuevo dise?o.
La exposici¨®n tambi¨¦n recoge tres cuadros de Juan ?ngel S¨¢ez Garc¨ªa (el primero, de 1854) y 11 fotos antiguas, de diversos autores, pertenecientes al Archivo Municipal. En total, son 14 im¨¢genes del lugar que muestran tanto la escasa importancia que durante m¨¢s de un siglo se le dio a la batalla de Vitoria, como los diferentes usos de la zona central de la plaza, que acogi¨® desde una sencilla fuente de uso p¨²blico hasta un peque?o conjunto arbolado.
La propuesta de Rojo e Ibarlucea, ahora a debate, apuesta por la creaci¨®n de un espacio di¨¢fano que permita la celebraci¨®n de grandes acontecimientos con una asistencia masiva de personas, como la subida del Celed¨®n cada 4 de agosto. Tambi¨¦n incluye su cierre al tr¨¢fico, salvo un ¨²nico carril para el transporte p¨²blico, y la ambientaci¨®n del resto del espacio con jardineras m¨®viles, adem¨¢s de fuentes luminosas y farolas de dise?o. El presupuesto alcanza los 2.699.986 euros.
Alonso y sus problemas urban¨ªsticos
Que nadie se llame a enga?o: la democracia participativa no ha llegado a Vitoria. La consulta sobre la reforma de la plaza de la Virgen Blanca, complementaria a la exposici¨®n del proyecto, se produce ante las duras cr¨ªticas que ha recibido Alfonso Alonso en su entorno, que no entiende el respaldo del alcalde a una transformaci¨®n en el espacio de referencia para los vitorianos. La exposici¨®n p¨²blica de este lavado de cara de la "postal de Vitoria" viene en cierto modo impuesta, como ha reconocido el propio alcalde, de manera indirecta.
Alonso nunca ha contado con la oposici¨®n y, menos, con la opini¨®n p¨²blica y la publicada para realizar sus proyectos urban¨ªsticos. Basta recordar el conflicto que mantiene con PNV y PSE respecto a la ubicaci¨®n del Auditorio, que estos partidos prefieren en Lakua. En este caso, ha llegado a destinar con urgencia parte del solar donde la oposici¨®n quisiera levantar ese gran proyecto urban¨ªstico a la construcci¨®n de oficinas, despu¨¦s que esas parcelas hayan vivido largos en la indiferencia municipal.
Pero no hay que olvidar que la Justicia puede corregir sus decisiones, como le ha ocurrido con la urbanizaci¨®n de la parcela de la plaza de Toros. Durante a?os, los vecinos de los alrededores se han quejado de las distancias de las nuevas viviendas con respecto a las ya construidas. Llegaron a la denuncia judicial, pero Alonso desatendi¨® sus demandas. Hasta que el titular del Juzgado de lo Contencioso Administrativo n¨²mero 2 de la capital alavesa dict¨® en enero pasado un auto de "suspensi¨®n cautelar" del proyecto de urbanizaci¨®n de la parcela. Entonces la junta de Gobierno Local s¨ª acept¨® la reforma, con la que los residentes en la zona han conseguido que se modifique esa distancia poco antes de que comiencen las obras.
Es conocido tambi¨¦n el enfrentamiento que mantiene con parte de los vecinos respecto al Plan Especial de Reforma Interior del Casco Viejo. Aqu¨ª, Alonso muestra su lado m¨¢s duro y hasta gusta del enfrentamiento dial¨¦ctico. Pero en el caso de la plaza de la Virgen Blanca, el peso de las opiniones de sus convecinos, los que viven alrededor de la calle Dato, ha sido determinante: el alcalde est¨¢ dispuesto a escuchar sus opiniones. Pero, eso s¨ª, advirtiendo de "que se tenga en cuenta que no son vinculantes".
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