Ladrillo peligroso en Val Mi?or

El Val Mi?or es una de las zonas tur¨ªsticas m¨¢s importantes de Galicia. En esta comarca ba?ada por el Atl¨¢ntico conviven municipios costeros como Baiona y Nigr¨¢n con un enorme ayuntamiento de interior, Gondomar, cuya superficie es mayor que la de los otros dos juntos. Las irregularidades urban¨ªsticas son ya leyenda urbana en esta parte del sur de Galicia. Quien m¨¢s quien menos tiene una historia que contar. Algunas parecen de terror.

En los ¨²ltimos dos a?os tres concejales nacionalistas han sufrido de forma directa su obsesi¨®n por combatir la ilegalidad. Uno de ellos recibi¨® una paliza, a otro le quemaron un coche y al tercero dos veh¨ªculos y parte de su casa. Nadie puede demostrar que las ilegalidades urban¨ªsticas y las agresiones est¨¦n relacionadas. Pero la sospecha planea desde entonces sobre los tres casos.

"Yo s¨®lo s¨¦ que los seis meses anteriores al incendio denunci¨¦ un par de infracciones"

"Ahora se ve qui¨¦n comet¨ªa ilegalidades", dice un concejal al que le quemaron el coche

Manuel Pereiro ni siquiera era ya concejal cuando fue agredido. Como miembro de la Comunidad de Montes, le extra?¨® hallar en la parroquia de Vincios un relleno en una zona protegida, de esas que en gallego se llaman "xunqueiras" y que son zonas de humedal, normalmente vedadas para edificar. De su etapa como edil nacionalista en Gondomar recordaba que el Plan General de 1997 declaraba esa zona como protegida, as¨ª que al ver la obra llam¨® al Seprona, pero tambi¨¦n se top¨® con el due?o de la empresa que intentaba edificar all¨ª.

Pereiro asegura que este hombre le dio una paliza all¨ª mismo. "Tiene una empresa que pensaba trasladar all¨ª, a esa zona protegida, de hecho cuando le pregunt¨¦ qu¨¦ estaba haciendo me dijo que ten¨ªa permiso de Alejandro G¨®mez [uno de los concejales detenidos el pasado jueves]".

A Manuel Pereiro le quedaron pocas ganas de meterse en l¨ªos: "Apenas recib¨ª apoyos, todo lo contrario, Mosquera y G¨®mez fueron los impulsores de una nota de prensa en la que se aseguraba que mi casa y la de otro concejal agredido estaban en zona ilegal, algo que es mentira pero que me caus¨® muchos perjuicios". "Ahora se ve qui¨¦n comet¨ªa ilegalidades de verdad", asegura.

No vive con miedo, pero se queja de la lentitud de la Justicia: "El hombre que me agredi¨® el 9 de febrero de 2006 ha ido a declarar hace s¨®lo tres d¨ªas, asegura que no me conoce de nada, que me invent¨¦ la paliza". "No puedo hablar sin pruebas, pero creo que este se?or actu¨® as¨ª porque se sent¨ªa protegido", se lamenta Pereiro.

Menos hablador se muestra Domingos Solla, concejal del BNG en Gondomar, a quien hace poco m¨¢s de un a?o le quemaron dos coches y parte de su casa. Solla no quiere mezclar el incidente con ning¨²n tema urban¨ªstico, pide que se deje trabajar a la polic¨ªa e insiste en que hasta ahora ha tenido m¨¢s problemas que apoyos, aludiendo al comunicado en que se le acus¨® de levantar su casa de forma ilegal, algo que niega categ¨®ricamente.

Pero lo cierto es que Solla, como le sucedi¨® antes al nacionalista de Nigr¨¢n, David Gir¨¢ldez, hab¨ªa descubierto algunas zonas protegidas en las que se estaban depositando escombros y material de modo "completamente ilegal", asegura Gir¨¢ldez. A ¨¦l le quemaron su coche a las once de la noche del 19 de noviembre de 2005. Le avis¨® un vecino.

Los investigadores de la polic¨ªa cient¨ªfica hallaron una vaina de un petardo refractario, que supuestamente caus¨® el incendio: "No nos volvamos locos, esto no es un acto de una mafia de constructores, esa gente no se pone en el punto de mira quemando coches", dice Gir¨¢ldez. ?l cree que estas pr¨¢cticas a peque?a escala son propias de gentes que toda la vida han actuado impunemente. "Yo s¨®lo s¨¦ que ha pasado m¨¢s de un a?o y no s¨¦ qui¨¦n quem¨® mi coche". D¨ªas despu¨¦s del incendio, el edil comenz¨® a recibir llamadas amenazantes desde una cabina de Portugal. Tampoco se sabe qui¨¦n las hizo.

"Es la polic¨ªa la que debe investigar, yo s¨®lo s¨¦ que los seis meses anteriores al incendio estuve volcado en un par de infracciones sobre el territorio. Se refiere a una tala ilegal en Monteferro en suelo r¨²stico protegido, que, como sospechaba, se recalific¨® cuatro meses despu¨¦s en el Plan General". La otra fue tambi¨¦n en suelo r¨²stico protegido, en una zona lim¨ªtrofe con el Ayuntamiento de Gondomar, cerca del Pazo de Villar¨¦s: "Descubr¨ª que una empresa estaba usando un monte para almacenar su material". Gir¨¢ldez les acusa de "depredadores del territorio" y asegura no tener miedo, pero, como sus dos compa?eros de agresi¨®n, se lamenta de que no se haga m¨¢s por descubrir a los culpables. "Hace dos noches atacaron la sede del PSOE de Nigr¨¢n, y el subdelegado del Gobierno, Delf¨ªn Fern¨¢ndez, dijo, simplemente que tomaba nota". Ya cuando les agredieron a ¨¦l y a Solla asegur¨® que se trataba de enfrentamientos "personales". S¨®lo el tiempo dir¨¢ si ten¨ªa raz¨®n.