"EE UU tiene que volver a interpretar correctamente los derechos humanos"

Gijs de Vries, el coordinador antiterrorista europeo se va. Deja el cargo y regresa a su pa¨ªs, Holanda, donde trabajar¨¢ en un centro de investigaci¨®n de relaciones internacionales y se reunir¨¢ con su familia. Antes de marcharse, De Vries (Nueva York, 1956) mantuvo ayer un encuentro en Bruselas con varios periodistas europeos, en el que pidi¨® a Washington que se ajuste a la legislaci¨®n internacional y alert¨® de una "creciente ola de radicalizaci¨®n en Europa".

De Vries opina que "hay que tender puentes con el mundo musulm¨¢n", para lo cual, seg¨²n este antiguo secretario de Estado holand¨¦s, "es necesario que Occidente aplique lo que predica" en materia de derechos humanos. De Vries hizo as¨ª referencia a las actividades ilegales de los servicios secretos norteamericanos -secuestros de sospechosos sin que medie orden judicial alguno y mantenimiento de c¨¢rceles secretas en varios pa¨ªses- y a la complicidad de algunos gobiernos europeos.

Al Qaeda "ha cambiado su para¨ªso f¨ªsico, Afganist¨¢n, por otro virtual, Internet"

"Abu Ghraib, Guant¨¢namo y los secuestros de la CIA han minado la credibilidad de EE UU"

"La amenaza terrorista en Europa occidental contin¨²a siendo muy elevada"

"Las prisiones secretas y las detenciones extrajudiciales son inmorales y contraproducentes"

Es precisamente este asunto el que le ha costado duras cr¨ªticas desde el Parlamento Europeo. La Euroc¨¢mara le ha acusado de no aportar informaci¨®n a la comisi¨®n de investigaci¨®n sobre los vuelos de la CIA y ha cuestionado la raz¨®n de ser del cargo de un coordinador antiterrorista de la Uni¨®n Europea que asegura no tener informaci¨®n sobre el programa de la CIA de secuestros y traslados de detenidos a centros clandestinos, ejecutado en parte gracias al espacio a¨¦reo y a la colaboraci¨®n por acci¨®n u omisi¨®n de algunos pa¨ªses europeos.

Gijs de Vries se defiende y explica que dentro de sus funciones de coordinador antiterrorista europeo no figuraba la de controlar los servicios secretos de los pa¨ªses miembros. "No entra dentro de las competencias de la Uni¨®n Europea; es lo que dice el Tratado de la Uni¨®n. Ni Javier Solana ni ning¨²n otro funcionario, y me incluyo a m¨ª mismo, puede ejercer ese control. Es la ley. Si el Parlamento Europeo quiere cambiar las competencias, es lo que ten¨ªan que haber dicho en el informe Fava [el texto aprobado esta semana sobre los vuelos de la CIA]". "Y no creo que haya una voluntad entre los Veintisiete para crear una agencia europea de inteligencia sobre la que la Uni¨®n Europea tenga autoridad".

De Vries no oculta, sin embargo, su frustraci¨®n por haberse visto encerrado en un cors¨¦ institucional, y lamenta que los Estados miembros esperaran hasta diciembre del a?o pasado para condenar la red de c¨¢rceles clandestinas tejida por Estados Unidos.

"Me hubiera gustado que esa declaraci¨®n se hubiera producido mucho antes. Se lo ped¨ª a la presidencia brit¨¢nica [de la Uni¨®n Europea, durante el segundo semestre de 2005], pero no atendieron mi petici¨®n". "Las prisiones secretas y las detenciones extrajudiciales no son s¨®lo ilegales e inmorales, sino que, adem¨¢s, son contraproducentes en la lucha contra el terrorismo". "Guant¨¢namo es una aberraci¨®n", dice alto y claro De Vries. "Todav¨ªa se practica la tortura en muchos pa¨ªses y hay bastantes indicios de que se ha utilizado en terceros pa¨ªses en nombre de la lucha contra el terrorismo. Hay que erradicar estas pr¨¢cticas, que s¨®lo contribuyen a la radicalizaci¨®n", a?ade.

De Vries, de salida, y m¨¢s deslenguado que de costumbre, asegur¨® que "Estados Unidos tiene que volver a interpretar correctamente los derechos humanos y la ley internacional. Es esencial para la credibilidad de Estados Unidos y para que la lucha antiterrorista sea efectiva. Es esencial tambi¨¦n para la seguridad europea".

Para De Vries, "la combinaci¨®n de [los abusos y malos tratos ocurridos en la c¨¢rcel iraqu¨ª de] Abu Ghraib, Guant¨¢namo y los secuestros de la CIA han minado la credibilidad de Estados Unidos y de Europa".

El zar antiterrorista sostiene que "Europa asiste a una ola creciente de radicalizaci¨®n", y que una de las claves est¨¢ en Internet, "cada vez es m¨¢s utilizado no s¨®lo para difundir propaganda terrorista, sino tambi¨¦n para cuestiones operativas, como manuales para fabricar explosivos".

De Vries explica que Al Qaeda ha dejado de ser una organizaci¨®n con una direcci¨®n. Que hoy, Al Qaeda es "un movimiento ideol¨®gico que ha cambiado su para¨ªso f¨ªsico, Afganist¨¢n, por uno virtual, Internet". "La amenaza terrorista en Europa contin¨²a siendo muy elevada", afirma.

De Vries acaba de regresar de Pakist¨¢n, donde se ha reunido con miembros del Gobierno en el marco de una serie de "di¨¢logos pol¨ªticos de alto nivel" que la Uni¨®n Europea mantiene tambi¨¦n con Rusia, Estados Unidos, India, Jap¨®n o Australia.

?l es el enlace antiterrorista de la Uni¨®n con el resto del mundo. Pero el problema de su puesto nace m¨¢s bien de puertas para dentro, en la Uni¨®n. El puesto de De Vries invita a la frustraci¨®n, ya que son los Estados Miembros los ¨²nicos competentes para decidir sobre sus servicios secretos, las acciones policiales o las judiciales. "Esto no es un modelo federal como Estados Unidos. Aqu¨ª, las decisiones se toman de abajo arriba

[son los Estados los que deciden, no el jefe antiterrorista de la UE]".

Aun as¨ª, durante el mandato de De Vries han salido adelante leyes europeas para luchar contra la financiaci¨®n de los terroristas o para proteger puertos y aeropuertos de posibles atentados. Han echado a andar instrumentos como la orden europea, que ha permitido la extradici¨®n a pa¨ªses europeos de 1.000 sospechosos cada a?o. Y por primera vez el presupuesto comunitario dedicar¨¢ para los pr¨®ximos siete a?os una importante suma -1.400 millones de euros- para cuestiones relacionadas con el terrorismo como la investigaci¨®n en armas qu¨ªmicas y biol¨®gicas o el reclutamiento y radicalizaci¨®n de terroristas en suelo europeo. Pero probablemente a De Vries no se le recordar¨¢ por sus logros, sino m¨¢s bien por abandonar el barco del consejo europeo en el momento m¨¢s inoportuno.