Un exigente actor de m¨¦todo

El argentino Julio Ch¨¢vez asombr¨® hace veinte a?os en el festival de Venecia en La pel¨ªcula del rey, donde interpretaba, en sutil clave de humor, a un corajudo director de cine dispuesto a superar todas las dificultades de un duro rodaje en la Patagonia. Se entendi¨® que esa pel¨ªcula era una alegor¨ªa sobre la situaci¨®n que Argentina viv¨ªa entonces, como igualmente se entendi¨® su encarnaci¨®n de un seco y rencoroso guardaespaldas en El custodio, pel¨ªcula con la que el a?o pasado fue firme candidato en el festival de Berl¨ªn al mismo premio que finalmente ha obtenido ahora por su trabajo en El otro, de Ariel Rotter, que tambi¨¦n ha conseguido el Premio Especial del Jurado.

En El otro, es fundamental Julio Ch¨¢vez. Sin ¨¦l ser¨ªa dif¨ªcil entender a ese cuarent¨®n que durante un d¨ªa se refugia en la mentira gratuita, aprovechando su paso por un pueblo alejado. A cada habitante le confiesa una profesi¨®n y un pasado distintos, con todos juega, quiz¨¢ con el vano sue?o de no ser ¨¦l mismo. Hace de cuarent¨®n, pero Ch¨¢vez tiene ya cincuenta a?os, y lleva treinta en el oficio, especialmente en el teatro, para el que incluso ha escrito algunas obras. No se llama en realidad as¨ª, sino Julio Hirchs Jabes, de padre jud¨ªo y madre de origen egipcio. El apellido materno se transform¨® en Ch¨¢vez para el mundo del espect¨¢culo, pero conserva el del padre para sus trabajos como artista pl¨¢stico. Ahora est¨¢ interpretando en teatro a un travest¨ª que sobrevivi¨® a los nazis y vivi¨® en la Alemania oriental. Aunque es un exigente actor de m¨¦todo sus interpretaciones tienen la frescura de lo espont¨¢neo, de la verosimilitud. El duro Ch¨¢vez transforma en uno de los nuestros a cualquiera de sus personajes.