Recusaciones partidistas en el TC

El miembro del Tribunal Constitucional, Pablo P¨¦rez Tremps, ha sido recusado. Atendiendo a la petici¨®n presentada por el PP, el alto tribunal ha decidido apartar a este magistrado de las deliberaciones y sentencias que se produzcan con motivo de los recursos que contra el Estatut de Catalunya han sido aceptados por el TC. El motivo no es otro que el haber realizado un informe para la Generalitat catalana cuando todav¨ªa estaba presidida por Jordi Pujol. Un trabajo acad¨¦mico sobre las relaciones exteriores de Catalu?a y su encaje en un futuro Estatuto. Hay que destacar que en aquel momento, el catedr¨¢tico P¨¦rez Tremps no formaba parte del Tribunal Constitucional ni exist¨ªa, todav¨ªa, el nuevo Estatut. Hoy tenemos que el Estatut se elabor¨®, fue aprobado por el Parlament de Catalunya, por las Cortes Generales espa?olas y refrendado por los ciudadanos catalanes. Y el catedr¨¤tico P¨¦rez Tremps pas¨® formar parte del Tribunal Constitucional.

Pero he aqu¨ª que al PP no le gusta el Estatut, dice que es inconstitucional. Y presenta el correspondiente recurso ante el TC. Y adem¨¢s, recusa al magistrado P¨¦rez Tremps por haber elaborado un dictamen para la Generalitat en el que expresaba sus opiniones sobre cuestiones estatutarias. Es decir, recusa a un magistrado que ha demostrado conocer el tema, que lo ha estudiado en un momento determinado. No cabe duda de que el resto de magistrados que componen el TC habr¨¢n analizado la cuesti¨®n antes de emitir sus votos, como es l¨®gico. Porque no quiero pensar que algunos miembros del TC, no se hayan tomado la molestia de informarse y analizar lo que el PP pide en su recurso de inconstitucionalidad, y se limiten a votar, cuando llegue el momento procesal, a favor de lo que pide el recurrente por simpat¨ªa partidista sin m¨¢s consideraciones.

El hecho, sin embargo, es que la expulsi¨®n del catedr¨¢tico P¨¦rez Tremps de las deliberaciones sobre los recursos del PP contra el Estatut, ha sido jaleada y recibida con aplausos por el PP y sus palmeros medi¨¢ticos. Claro que, quienes as¨ª se manifiestan, no s¨®lo no protestaron cuando el presidente del Tribunal Constitucional, se?or Jim¨¦nez de Parga, se despach¨® a gusto con declaraciones en contra de las comunidades aut¨®nomas que ped¨ªan m¨¢s competencias y m¨¢s autogobierno si no que las aplaudieron. Fue en el Forum Europa, en marzo de 2005, donde Jim¨¦nez de Parga pronunci¨® un discurso. Se refer¨ªa el entonces presidente del Tribunal Constitucional a las comunidades que ped¨ªan reformar sus estatutos, las llamadas comunidades hist¨®ricas, y lo hac¨ªa con un inusitado desprecio, al decir aquella estupidez insultante de que, "cuando sus habitantes (catalanes, vascos o gallegos) no se lavaban, en su Granada natal ya era norma habitual que la gente se ba?ase a diario en aquellas piscinas ¨¢rabes tan maravillosas". A?adiendo a continuaci¨®n que no estaba a favor de reformar sus estatutos y de que el Tribunal Constitucional declarase ajustadas a derecho tales reformas. No encontraron entonces motivos para pedir la dimisi¨®n del se?or Jim¨¦nez de Parga, por pronunciarse sobre algo que tendr¨ªa que juzgar, en su momento, el tribunal por ¨¦l presidido. Para esta derechona pol¨ªtico-medi¨¢tica, Jim¨¦nez de Parga estaba en su derecho de opinar lo que le viniese en gana en aras de la libertad de expresi¨®n. El se?or Jim¨¦nez de Parga, a parte de emitir juicios que corresponder¨ªa dictaminar, en su momento a la instituci¨®n que presid¨ªa, se permiti¨® menospreciar a los ciudadanos de algunas comunidades aut¨®nomas.

No es el caso del magistrado P¨¦rez Tremps. Su recusaci¨®n se basa en que elabor¨® un dictamen acad¨¦mico sobre cuestiones estatutarias y su posible inconstitucionalidad a petici¨®n de la Generalitat de Catalunya para el caso de que se incluyesen en un futuro Estatuto. Es decir, se recusa a un magistrado por tener opini¨®n propia, deducida de su estudio del problema que ha de dictaminar y sentenciar el TC: la inconstitucionalidad o no del Estatut catal¨¢n. Nadie mejor que este magistrado para tomar parte en la deliberaci¨®n que ha de llevar a cabo el alto tribunal.

Pero digamos la verdad: la recusaci¨®n del magistrado Tremps presentada por el PP no tiene nada que ver con su trabajo para la Generalitat y el haber cobrado 6.000 euros. Esta es la excusa. La verdadera raz¨®n se basa en que, apartado de la deliberaci¨®n, el n¨²mero de magistrados restantes que han de dictar sentencia permitir¨¢ que, a la hora de votar, sean mayor¨ªa quienes lo har¨¢n a favor de la inconstitucionalidad del Estatut que pide el PP. Este partido ya sabe quienes son y ha hecho sus cuentas. 45 catedr¨¢ticos de Derecho Constitucional han manifestado su perplejidad ante la recusaci¨®n de P¨¦rez Tremps. Pero aqu¨ª no pasa nada. ?Pa¨ªs!.