Mal t¨²nel del tiempo
La detenci¨®n en Italia de 15 miembros de un autodenominado Partido Comunista Pol¨ªtico-Militar con un arsenal considerable y la voluntad plasmada en un manifiesto de utilizarlo para proseguir la estela de las Brigadas Rojas puede parecer un anacronismo. Pero no puede tomarse a broma.
El terrorismo revolucionario nacido a fines de los a?os sesenta se cobr¨® entre 1970 y 1990 un total de 360 v¨ªctimas. Muchas menos que el de inspiraci¨®n nacionalista (1.600 el IRA y casi 800 ETA), pese a lo cual provoc¨® una enorme conmoci¨®n social en pa¨ªses como Italia y Alemania. En el primero, las Brigadas Rojas y otros grupos menores asesinaron a 140 personas, y en Alemania, la banda de Baader-Meinhof, a 35. A fines de los ochenta, coincidiendo con la ca¨ªda del Muro y el descubrimiento en varias capitales del Este de los refugios de algunos de esos grupos, se dio por definitivamente desaparecida esta forma de terrorismo.
Prueba de la pervivencia de las heridas de aquellos a?os de plomo es que la noticia, esta misma semana, de que Brigitte Mohnhaupt, de la Baader-Meinhof, podr¨¢ salir en libertad provisional en marzo tras cumplir 24 a?os de c¨¢rcel ha provocado una agria pol¨¦mica entre quienes mantienen que se trata de la estricta aplicaci¨®n de la ley y quienes sostienen que no puede salir porque no ha expresado arrepentimiento por sus cr¨ªmenes ni pedido perd¨®n a las v¨ªctimas.
Entre los detenidos en Italia hay activistas irredentos de la generaci¨®n de los a?os setenta que superan los cincuenta de edad, pero tambi¨¦n veintea?eros procedentes del sector violento de los movimientos antiglobalizaci¨®n. Hace 20 a?os, Daniel Cohn-Bendit, s¨ªmbolo de la revuelta estudiantil de 1968, reconoc¨ªa que si aquel movimiento hab¨ªa tenido efectos modernizadores en algunos terrenos, tambi¨¦n hab¨ªa entronizado una fascinaci¨®n por la violencia de la que hab¨ªa salido el terrorismo de los a?os siguientes. Es una raz¨®n fuerte para que desde los propios movimientos contestatarios ahora emergentes se corte con esa deriva violenta que puede estar incubando la peor de las herencias. El intento de resucitar las siniestras Brigadas Rojas puede ser un s¨ªntoma, por m¨¢s que la eficacia policial para desarticularlas antes de que pasaran a la acci¨®n demuestre que no lo tendr¨¢n f¨¢cil.
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